Hito en la justicia marroquí sobre los deberes del padre

A fines de 2016 una mujer interpuso una denuncia en Tánger para conseguir una pensión alimenticia del padre de su hija. En Marruecos las relaciones fuera del matrimonio están prohibidas por el Código Penal, la ley no reconoce ninguna paternidad si no ha mediado casamiento. Mucha gente trata como prostitutas a las madres solteras y a sus vástagos se les llama hijos del pecado. Esos niños son “ilegítimos”, no tienen derecho ni al apellido del padre ni a la pensión alimenticia. Así que la mujer llevaba todas las de perder.

Pero el juez de primera instancia Mohamed Zerda decidió atender la demanda de la madre basándose, por un lado, en los tratados internacionales ratificados por Marruecos en relación a los derechos del niño, y por otro en el artículo 32 de la Constitución que establece la igualdad ante la ley para todos los niños. El juez emitió el 30 de enero una sentencia histórica por la que obliga al padre biológico a indemnizar al niño con el equivalente a 9.500 euros, y en consecuencia a la madre.

Es probable que la sentencia sea anulada tras un recurso, a tenor de varios expertos en derecho familiar. Pero, de momento, ha instaurado un sano precedente que ha sido bien recibido incluso por los diarios más oficialistas y hasta por Ahmed Raissouni, uno de los teólogos más reputados del país, próximo al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Claire Trichot, presidenta de la asociación 100% Mamás, con sede en Tánger, cree que la sentencia pone de relieve la necesidad de que cambie la ley. “El juez ordenó una prueba de ADN y salió positivo. Pero el resultado no se puede presentar como prueba judicial de la paternidad”. “A pesar de todo”, añade Trichot, “es muy importante que un juez se atreva a tomar una medida así. La sentencia abre una brecha en la ley y demuestra que estas madres solteras no son prostitutas, que en la mayor parte de los casos conocen perfectamente quiénes son los padres de sus hijos”.