Vamos a analizar si estas canciones del pop español son machistas
Preguntamos a mujeres si algunas letras de Loquillo, Nacho Vegas, Calamaro o Los Planetas pueden ser sexistas
En las canciones, como en el arte en general, cuanto más trágico y tortuoso se dibuja el amor, mucho mejor. Vista casi como terapia, la manifestación de este dolor se puede traducir en muchas cosas. Puedes ser Frida Kahlo y dibujar un venado herido, o puedes ser músico y componer una canción con una letra más o menos afortunada. Es ahí cuando puede entrar en juego un machismo disfrazado de desamor que no siempre es fácil de delimitar.
Esta semana, por ejemplo, ha saltado la polémica después de que una musicóloga y consultora de género considerara que algunas letras de Joaquín Sabina pueden tener un sesgo machista.
“Es complicado. Aquí entran en juego diferentes sensibilidades y perspectivas”, explica Rebeca González. La psicóloga madrileña, que ha trabajado con diferentes casos de violencia de género, matiza: “Lo machista es denigrante; eso como base. Lo complicado es que hay mucho machismo invisibilizado dentro de 'cosas normales' o 'cosas que se pueden dejar pasar”.
Aunque esa asociación entre dolor y amor no siempre genera el machismo (¡faltaría más!), hoy nos preguntamos si en la música, como en el amor, casi todo vale. Para ello hemos elegido diez canciones del pop español (algunos clásicos) que son valoradas por mujeres.
'Mi Marilyn particular', de Nacho Vegas (2005)
La canción dice: “Y yo no le di mayor importancia a lo que oí y ese fue mi gran error./ Te podía golpear y aún estaba bien./ Te humillé, te violé y tú seguías en pie”. El autor, Nacho Vegas, explicó a la publicación Diagonal Periódico: “Tuve un dilema al escribirla. Pero creí que quedaba claro que la primera persona es la de un personaje que sería el villano... En ningún caso pretendía que causara empatía, sino repulsión”.
Ella opina. Rebeca G. Ibáñez, psicóloga: "Machista sí, brutal también. Habla del maltrato hasta sus últimas consecuencias: la desaparición. Posteriormente, dentro de la propia canción, se ve cómo esta ausencia repercute en él. Creo que, por lo que conozco la discografía de Vegas, es una tortura constante, desgarrador y sin medias tintas".
'Corazón de tiza', de Radio Futura (1990)
La canción dice: “Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza por haber escrito mi nombre dentro”.
Ella opina. Blanca del Amo, fotógrafa y hostelera en locales emblemáticos de Madrid como Tupperware o Madklyn: “El estribillo no es lo más correcto del mundo. Ni en 1990, que fue cuando se publicó, ni ahora. Y aún teniendo en cuenta el valioso trabajo que muchas personas hacen para recordarnos que la cabra tira al monte en esto del sexismo lingüístico, yo no juzgaría esta letra por machista o violenta. El mayor pecado de esta canción es no ser de las mejores de Radio Futura".
'La mataré', de Loquillo y los Trogloditas (1987)
La canción dice: “Que no la encuentre jamás, o sé que la mataré./ Por favor solo quiero matarla./ A punta de navaja, besándola una vez más”. Sabino Méndez, su autor, explicó que escribió la canción "en homenaje a las vibrantes rumbas misóginas de Los Chunguitos". Loquillo la dejó de interpretar durante diez años. Pero la recuperó en 2008. "Éramos unos críos cuando la grabamos [1987]", señaló el cantante.
Ella opina. Rakel González-Huedo, actriz: “Esto me lleva a reflexionar sobre obras como Otelo, de Shakespeare. Pero la canción de Loquillo no es eso. No existe en ella ningún tipo de denuncia, ni sátira. Es claramente una exaltación de la violencia. Un hombre orgulloso y altivo despechado con su expareja. Básicamente nos viene a decir: 'Si no eres mía, no serás de nadie'. Un amor mal entendido, un amor entendido desde la posesión. El amor no es una lucha de poder y sumisión, no son celos ni posesión, no es sufrir".
'Pesadilla en el parque de atracciones', de Los Planetas (2002)
La canción dice: “Espero que acabes pegándote un tiro, cuando veas lo imbécil que has sido, cuando veas que lo has hecho fatal./ Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo, que por poco no acabas conmigo, pero soy difícil de matar”
Ella opina. June Fernández, directora de la revista feminista Pikara Magazine: “Dado que tendemos a vivir el desamor como traición, el deseo de venganza es uno de los leitmotiv más habituales de la música. En una sociedad en la que la violencia hacia las mujeres sigue estando tan extendida, también en el contexto de la pareja, a muchas nos puede dar gustito escuchar a Paquita la del Barrio dedicando a un hombre piropos como 'rata de dos patas', 'maldita sabandija' o 'culebra ponzoñosa'. Mientras, nos violenta escuchar a Los Planetas decir que su ex se parece a Satán y que le gustaría verla colgada de un pino. Más que considerar machista el impulso del cantante de expresar su odio ante una decepción amorosa, me parece importante promover otro imaginario de la ruptura (ya lo canten hombres o mujeres), en el que damos las gracias a la persona que nos ha amado y le deseamos lo mejor, como hacen Celso Piña y Café Tacvba en Quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo".
'Hoy voy a asesinarte', de Siniestro Total (1982)
La canción dice: “Hoy voy a asesinarte nena te quiero pero no aguanto más./ Hoy voy a asesinarte nena no me volverás a engañar./ Con tu madre, con mi hermano y mi mamá./ Con mis hijos, mi mujer y mi papá te acuestas con todos a la vez y si yo estoy delante te da igual”
Ellas opinan. The Clams, banda española de rock formada íntegramente por mujeres: “Es un tema muy bestia y, sin embargo, aunque algunas somos fans de Siniestro desde la adolescencia, hasta hoy no nos habíamos parado a pensar en él como machista y violento con la mujer. Simplemente lo consideramos punk".
'El día mundial de la mujer', de Andrés Calamaro (1999)
La canción dice: “No entendí si ibas a ser libre o esclava./ No entendí si fui tu dueño, o un borracho que pasaba”
Ella opina. Laura Gutiérrez, periodista: “Esta canción nos enseña al hombre educado en la cultura machista que tiene dudas sobre si debe ser el dueño; o de la libertad de su pareja, porque es ella la que decide. Hoy esos extremos no se entienden, no hay un dueño y una esclava, no hay necesidad de colocar esos dos papeles en la música. El dolor de un hombre abandonado no tiene nada que ver con la dominación de su pareja”.
'No es extraño que tu estés loca por mi', de Burning (1980)
La canción dice: “El Cartier que luce en tu muñeca fue lo que te convenció./ Unos besos y una promesas te esclavizaron a mí… De rodillas ante mí es como te gusta a ti./ De rodillas por detrás es como te gusta más”.
Ella opina. Laura Gutiérrez, periodista: “Una esclava comprada con un Cartier, besos y promesas. Un hombre posesivo, que no soportaría ser abandonado, que sospecha de cualquiera que hable con su pareja. Un hombre que presume de ser el macho alfa, también en la cama. Tiene todos los ingredientes de un triste cuento machista. Un reflejo muy acertado del machismo más exacerbado. Entendido como sátira, el tema de Burning lo clava. Como otra cosa, es denigrante”
'Adoro a las pijas de mi ciudad, de La Costa Brava (2004)
La canción dice: “No es solo la ropa que pueden comprar, brillan por si mismas./ Y cuando el buen tiempo las viste de estreno cortan el aliento./ No conozco a quien se resista a su sonrisa de dentista”.
Ellas opinan. The Clams, banda española de rock formada por mujeres: “Es una sátira sobre un cliché concreto con el que no nos sentimos identificadas, por lo que no da lugar a ofensa. De hecho, nos hace gracia".
'Y además bastante fea', de Anntona (2009)
La canción dice: “Era una gilipollas y además bastante fea./ Aún así le pedí el teléfono, para que veas (...) La tía puta ni siquiera quiso”.
Rakel González-Huedo, actriz: “Es un claro ejemplo de los micromachismos del lenguaje cotidiano que suelen pasar desapercibidos. Un hombre resentido, que insulta gratuitamente a la mujer de la que dice estar enamorado simplemente porque no le quiso dar su teléfono. Parece estar valorando a la mujer solo por su físico. Pide perdón por insultarla, dice que es estupenda y después cierra la canción volviéndola a insultar. Primero agrede verbalmente, después se arrepiente y luego lo vuelve hacer".
'Maldiciones comunes', de Julio de la Rosa (2012)
La canción dice: “Que lo sufras que ya es hora y si escuece que te jodan./ Que lo sufras como yo que ya es la hora y si escuece que te jodan”.
Ella opina. Rebeca G. Ibáñez, psicóloga: “No es machista, no me daña, no me denigra. Es una ruptura, es la rabia, el enfado, el desengaño, el 'que te jodan' dicho en alto y que se entere todo el mundo. Creo que podría ser cantando por un hombre o una mujer, hacía un hombre o una mujer”.
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