_
_
_
_
Tentaciones
_

Lorde saca nuevo disco y se reafirma como icono de estilo

Después del éxito que obtuvo con el EP de 'Royals', la cantante neozelandesa se mantuvo en un discreto silencio. Ahora vuelve siendo mayor de edad y dispuesta a sorprender con un trabajo totalmente diferente

Su mejor amiga es Taylor Swift, su look nos recordó lo que era el teenage angst, su primer disco pasó de ser una de las recomendaciones de Pitchfork, (medio dedicado a la crítica y comentarios de música), a sonar en las radiofórmulas y sus redes sociales fueron de las primeras en dar cera a los haters. A grandes rasgos esos son los titulares de la primera etapa en la carrera de Lorde, una mujer que llegaba desde Nueva Zelanda al mundo y se hacía conocida a la tierna edad de 16 años. Hace pocos días cumplía veinte con una carrera que tendrá que demostrar si continúa o se queda en un one hit wonder.

Un EP, Royals, y un larga duración de nombre Pure Heroine son sus credenciales ahora que vuelve a la vida pública tras una sobreexposición que amenazó con empachar al público. Un año ha pasado desde que grabara con Disclosure, el dúo de música electrónica, la canción Magnets y un año es el tiempo que ha pasado en silencio hasta que ha decidido volver como persona mayor de edad. Pero al mundo de la música, eso sí, porque el de la moda ya le dio sus bendiciones en un momento en el que si las marcas no te quieren ya puedes ser la persona con más talento del mundo, que estás fuera.

La estilista Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli aparecían en la gala del Met que todos los años organiza la escritora Anna Wintour con una crew conformada por Lily Collins, Miles Teller y Lorde. La cantante se coronaba de este modo como icono de estilo y lucía un vestido que solo alguien como ella podía portar, ¡y con un yeso como accesorio principal! El cual, por cierto, terminó la noche con las firmas de Beyonce o Kanye West entre otros muchos invitados ilustres. Su primera declaración en el mundo de la moda, sin embargo, no tuvo nada que ver con Valentino. Fueron Dolce & Gabbana los que la vistieron con una corona y brocados barrocos en su momento de máxima popularidad allá por 2014.

Hasta David Bowie la bautizó como el futuro de la música mundial

Otra señal de que la cantante es la que más pita es que Taylor Swift y la supermodelo Karlie Kloss estuvieron celebrando su veinte cumpleaños como parte indispensable de su séquito. A Lorde lo que es de Lorde, las buenas conexiones se le han dado bien desde que lanzara sus primeras canciones en la radio y hacer pandi con la artista que más seguidores cosecha en redes sociales y que está en los primeros puestos de las mujeres poderosas de la industria de la música que compone Forbes no le viene nada mal. Eso sí, los estilos musicales de ambas no pueden ser más dispares.

En agosto anunciaba que su nuevo disco ya estaba terminado y que pasaba a labores de posproducción. De una forma que ha demostrado que maneja como nadie, a través de redes sociales que para eso es un icono milennial, respondía a un fan que amenazaba con dejar de seguirla si no sacaba material nuevo. En sus propias palabras sus discos son cien por cien suyos sin un equipo de los que se ponen a trabajar cada dieciocho meses para lanzar material prefabricado como pasa con otras estrellas de su generación. Cierto o no siempre se ha alabado el hecho de que fuera más cantautora que producto pop prefabricado.

En septiembre se cumplieron tres años desde que el disco de debut de Lorde viera la luz pero casi ocho años desde que Universal firmara con ella su primer contrato discográfico. Ocho años en los que hasta David Bowie la bautizó como el futuro de la música mundial. Así se conoció después del tributo que protagonizó junto a la banda del artista británico en los pasados Brit Awards que se celebraron a finales de febrero y en los que el Duque Blanco fue el protagonista. Lorde se atrevió con el Life on Mars y hasta Duncan Jones la aplaudió.

Los veinte años de la cantante terminan con aquella estrella cuasi infantil que nos hizo creer que su estado anímico vital estaba cerca de lo gótico. A punto de ser mayor de edad en su país de acogida, Estados Unidos, Lorde ha dejado claro que prefiere el sol de Los Ángeles para trabajar que la lluvia y los nubarrones. Quizá el segundo trabajo de la neozelandesa carezca de aquella melancolía que hizo de Pure Heroine uno de los discos de 2013 y puede también que Lorde deje aparcado el pintalabios negro, pero nadie puede evitar que las personas evolucionen. Más si en tres años se han vivido varias vidas seguidas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_