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Pon un famoso en tu fiesta

Amenizan bodas y cumpleaños, pero también eventos de empresa. Solo hay que tener el presupuesto adecuado para conseguir a la 'celebrity' deseada

Jennifer Lopez durante una actuación en Las Vegas, el pasado marzo.
Jennifer Lopez durante una actuación en Las Vegas, el pasado marzo.Getty Images
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Jennifer Lopez cobró nada más y nada menos cinco millones de dólares (unos 4,4 millones de euros) por una actuación en la boda de un oligarca ruso el mes pasado. Cinco veces la cantidad que se había embolsado la cantante en sus apariciones previas en fiestas privadas, que siempre comparten un elemento común: su brevedad.

Tras la búsqueda Christina Aguilera private parties en YouTube salen vídeos de años atrás y de este mismo mes. La cantante sacó su último disco en 2012 y su última gira la hizo hace una década, pero  constantemente da conciertos privadosa y cobra una media por actuación de alrededor de un millón de dólares (más de 800.000 euros). Hasta Beyoncé, una de las artistas mejor pagadas del momento y más activas, engordó sus arcas el año pasado en una actuación privada y sorpresa en Las Vegas contratada por una empresa tecnológica. Sus honorarios: seis millones de dólares (5,3 millones de euros).

Prácticamente cualquier cantante, actor o modelo internacional está disponible para amenizar fiestas privadas. De bodas y cumpleaños a eventos de marca y empresa. Solo hay que tener el presupuesto adecuado para contratarles. “Cada artista puede ir de cero a varios millones, dependiendo del nivel del acto o cómo vaya su carrera”, contaba en la BBC Ari Nisman, presidente de Degy Entertainment, una de las empresas intermediarias más populares de EE UU. “Pero es imposible dar un rango [de precio] porque varía mucho por artista”.

Lo mismo dice Juan Pablo Oviedo, cuyo trabajo es “conectar a la celebrity con la marca, el DJ o grupo con la fiesta”. De ahí el nombre de su empresa, The Connector. “Los costes son realmente variables”, explica. “Varían por factores tan dispares como el momento de actualidad y capacidad de influencia, ámbito geográfico de la acción que estás pactando, pero también influyen factores tan simples como el humor que tenga la celebrity y el representante, cuánto les apetezca venir a España, por ejemplo, o qué interés personal tiene por vincularse con la marca ofertante”.

El proceso de contratación es el mismo en cualquier país. El interesado debe ponerse en contacto con este tipo de empresas intermediarias y hablar de dinero desde el primer momento. Si lo dejas abierto, es un cheque en blanco para el famoso. Una vez acordado el precio final, “se cierran todas las necesidades del famoso”, continúa Oviedo. Es cuando la factura se puede llegar a doblar, "sobre todo si la celebrity es internacional”. Sus peticiones van desde el “número de billetes, tipo de hotel, presupuesto diario por dietas, peluquería, maquillaje… A veces incluyen la marca de agua que quieren”.

En el contrato, además, incluyen el tiempo que estarán en el evento por el precio acordado y lo que harán. Nicki Minaj recientemente apareció en un bar mitzvah de un financiero neoyorquino y acordó una hora de concierto y fotos con los 150 niños invitados. Y el cliente también puede hacer peticiones, como en este caso, según cuenta la BBC, le pidieron a la cantante que llevara “ropa apropiada” y las letras fueran “limpias”.

Según Juan Pablo Oviedo, “los artistas internacionales suelen ser unas tres veces más caros que el top español”, pero, una vez más, es “una media poco fiable” porque depende de todos los factores descritos. Además, en el caso de eventos de empresas o marcas, en España “no siempre se paga por la asistencia de celebrities”, confirma. “Muchas veces van al evento porque les apetece, les gusta la marca, o les sirve como autopromoción, para ‘dejarse ver’. Normalmente si es un evento vinculado con arte y cultura es más fácil que les apetezca venir sin cobrar”.

Si son grandes celebrities, no buscan visibilidad, sino lo contrario. Aceptan esos grandes cheques por una hora de actuación esperando que no se hagan públicos, pero en este mundo de redes sociales es ya imposible. Después de que se divulgara el concierto de Jennifer Lopez frente al presidente de Turkmenistán o los que dieron Beyoncé, Mariah Carey o 50 Cent para la familia Gadafi hace años, se piensan dos veces de dónde viene ese cheque.

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