_
_
_
_
_

Y la Navidad tendrá esta luz

Desde 2006, una veintena de diseñadores de alta costura crean las luces que decoran Madrid en las fiestas. Hablamos con ellos

"Cuando eras niño y decorabas el arbol solo estaba completo cuando ponías las luces y aquello cobraba vida", recuerda la diseñadora Ana Locking, autora de uno de los diseños de las luces que decoran, hasta el seis de enero, la capital.  Desde 2006, una veintena de representantes de la moda española ha vestido de Navidad las calles de Madrid.

Este año se suman a la iniciativa Adolfo Domínguez y Victorio & Lucchino. Pero la lista es larga. En ella encontramos nombres como David Delfín, Devota y Lomba, Amaya Arzuaga o Agatha Ruiz de la Prada. "Fue un proyecto único. Además, a mi me hizo mucha ilusión porque el primer año las colocaron en la calle Velazquez, que era donde vivían mis abuelos cuando era pequeño", comenta Juan Duyos, uno de los primeros en idear las luces madrileñas.

A pesar de que los diseñadores de moda son mayoría, también han participado en este proyecto a lo largo de los años creadores de otros ámbitos, como el arquitecto Ben Busche, que estrena este año la nueva instalación de la Gran Vía y es el encargado de coordinar la iniciativa, o la también diseñadora y arquitecta Teresa Sapey.

Y se hizo la luz

Adolfo Domínguez (Calle de Serrano)

Victorio & Lucchino (Calle de Goya)

Al diseñador le fascinan de Madrid “las calles llenas de luz, pero que no sea excesiva”. No es de dulces, “pero me gusta cómo el roscón reúne a la familia”. Su pastelería predilecta es Gluten Free Bakery (Hortaleza, 3).

La búsqueda de esas piezas que faltan para completar el belén (o la decoración hogareña) es un deporte navideño. “Mi favorito es el mercadillo de Navidad de Better es Mejor, por su concepto pop-up que toma espacios vacíos y los reconvierte. ¡Cada año es diferente!”.

Correr la San Silvestre no es algo que atraiga a Adolfo Domínguez: “Soy más de yoga, pero en la vida es esencial tener metas y alcanzarlas”. Su velada ideal para esa noche (la del 31) sería: “Después de un concierto en el Auditorio Nacional, ir a una suite del hotel Santo Mauro”.

Una vez asentado en la suite del Santo Mauro, “llamaría a Gingerboy para disfrutar a domicilio de una cena diferente, con aires de Asia y Europa en clave gourmet”. Y después, ver sus luces: “Me he inspirado en el baile mágico de los dientes de león. El tiempo se detiene mientras los miras”.

Elegir entre el turrón duro –también en versión guirlache– y el blando es tarea ardua. “El roscón de Reyes es un dulce que nos gusta para merendar ese día tan entrañable. Pero el turrón, que no falte en Navidad”.

Para que no quepan dudas: “No estamos en Madrid el día 31, así que no vamos a correr la San Silvestre. No nos gusta correr”. El fin de año “nos gustaría pasarlo en la planta diseñada por nosotros del Hotel Puerta de América”. La silla de la derecha pertenece a su planta.

La Plaza Mayor –con permiso de la Puerta del Sol– es el centro neurálgico de las navidades capitalinas. “Los belenes son un mundo de fantasía y ternura. Nos fascinan. Un sitio bonito es el de la Plaza Mayor. Acudir a Sol a recibir el nuevo año “es una experiencia que tenemos pendiente de vivir”.

Su barrio favorito para ir de compras es “Salamanca, por sus tiendas”. Deambular por allí es una buena excusa para dejarse caer por la pastelería Mallorca (“nuestra favorita”) y echar un vistazo a la iluminación que han realizado en la calle Goya: “Hemos creado una fantasía que emula a una colección de joyas importantes”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_