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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Refrescos menos calóricos

Bill Clinton apoya el desafío de Cola-Cola, PepsiCo y Dr. Pepper de combatir la obesidad

MARCOS BALFAGÓN

Con el expresidente Bill Clinton como maestro de ceremonias, los tres mayores fabricantes de refrescos y bebidas carbónicas de  EE UU —Cola-Cola, PepsiCo y Dr. Pepper— se han comprometido a reducir en un 20% el contenido calórico de sus productos antes de 2020. El acuerdo ha sido propiciado por la Fundación Clinton y su objetivo es combatir la epidemia de obesidad que sufre el país, a la que estas compañías han contribuido de forma sustancial.

El exceso de peso se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud pública de

EE UU, donde uno de cada tres adultos y uno de cada cinco niños padecen una obesidad clínica de graves consecuencias. El compromiso ha sido una forma de ponerse la venda antes de la herida: con el avance imparable de esta forma de epidemia silenciosa que es la obesidad, muchas voces se están alzando para que el Gobierno regule y limite estrictamente los contenidos de azúcares y grasas de los productos alimenticios. Entre esas voces figura la poderosa Food and Drug Administration, la agencia estatal que se encarga de regular la alimentación y los medicamentos. Una de las medidas que propone figura limitar el poder calórico de los refrescos.

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Antes de que las regulen, las empresas han preferido autorregularse con plazos y porcentajes de reducción relativamente cómodos. Así, se han comprometido a rebajar el contenido de azúcar, a reducir el tamaño de las latas y botellas y hasta a sufragar campañas para promover el consumo de productos bajos en calorías o sin calorías, como el agua embotellada. De tener éxito en este último punto, no es descartable que pronto se conviertan en las principales embotelladoras de agua.

Pero así como estas empresas no limitan su actividad comercial a Estados Unidos, tampoco lo hace la obesidad. Un estudio firmado por 500 especialistas de 50 países concluye que ha aumentado en el mundo un 82% entre 1990 y 2010. La OMS estima que hay 2.100 millones de personas con sobrepeso y que cada año mueren por culpa de la obesidad 3,4 millones. En España, el 19% de los niños son obesos. Bienvenidas sean estas iniciativas, pero para frenar la obesidad y sus secuelas probablemente hará falta algo más que autorregulación.

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