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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa
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Una tabla de corte como barra

Anatxu Zabalbeascoa

FOTO: Miguel de Guzmán/ Imagen subliminal

 Fundido tipológico, así describen los arquitectos Jaime Oliver y Paloma Hernaiz (OHLAB) su propuesta para el nuevo local de tapas Sala de Despiece. La idea es combinar la tabla de corte con la barra. Por eso aseguran haberse inspirado en los mataderos y las lonjas de pescado para idear este espacio que tiene detrás a la empresa de catering Sr. Bonet.

La tabla, de polietileno blanco, recorre longitudinalmente el espacio y, efectivamente, triplica su función como encimera –para la elaboración de los platos-, como expositor –para mostrar el producto fresco recién llegado al bar- y, por supuesto, como barra del bar. Como tal, y en los extremos, es también el único apoyo del establecimiento, a única mesa del local.

El espacio escasea y por eso en este bar de tapas el techo se ha convertido en almacén. Unas guías con ganchos sirven para colgar cartas, cubiertos, condimentos y hasta alimentos. Las cajas de poliestireno expandido, que se emplean para transportar el pescado, cuidan la acústica de la sala.

La propuesta culinaria de Sr. Bonet en esta Sala de Despiece es la materia prima de buena calidad. Luego la elaboración es sencilla por eso los arquitectos buscaron llevar esa frescura y falta de pretensión a este restaurante en la calle Ponzano, una de las clásicas rutas del tapeo madrileño.

Más allá del fundido tipológico, los suelos son de pvc con sumideros vistos -que permiten el baldeo la para limpieza- el alicatado es blanco clínico, de cocina. Y la estructura de la barra y el mobiliario de cocina de acero inoxidable.

La iluminación es indirecta –brota de espacio entre los azulejos y las cajas de poliestireno en el techo- y está subrayada por una lámpara lineal de luz blanca que ilumina intensamente toda la barra. Expuestos en dos cámaras y en dos vitrinas retroiluminadas, los productos frescos son casi el único ornamento del local. El diseño gráfico es de Joan Chito.

Coste por metro cuadrado según arquitectos: 700 euros.

Comentarios

La última foto está tan abarrotada de cosas y es tan confusa que me pregunto que has querido mostrar.
Excelente. En Madrid existe o existía una barra preciosa creo que bajo el Corte Inglés o una librería con escaleras mecánicas, meseras y meseros vestidos de frac, copas cristalinas alineadas en racks sobre barra y clientes, con problemas de espacio también pero tenían una revistería de lujo en la pared frente a la barra. Siempre quise construir una por acá pero que quiere Usted, procrastinación. Recuerdo una en Santa Fé Nuevo México como de 8 o 9 metros hecha de durmientes de ferrocarríl pulidos, muy hermosa, y el wishky excelente.
Estuve comiendo ahí hace poco y, además de disfrutar de la buenísima comida, el diseño me pareció super acertado para el concepto gastronómico y de servicio que tienen. Se agradece ver espacios donde el diseño se integra tan bien al concepto global de un negocio en lugar de tantos que vemos actualmente donde el diseño es pura tendencia o capricho del diseñador de turno.
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