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Cómo hacer que Elisa se enamore de 'Bilma'

Cecilia Jan

David (casi 6 años) y Natalia (4 años) adoran los perros. Sobre todo David, quizás porque cuando solo tenía un mes le dimos de mascota un perrito de peluche, Cocó, con el que sigue durmiendo. O quizás no tenga nada que ver, y simplemente le gustan los perros, como a muchos niños. Cada vez que nos cruzamos con uno en la calle, suelta la pregunta de rigor:

- Mamá, ¿le puedo decir al dueño si se puede tocar?

Y es que los tengo a los tres aleccionados. Nunca tocar un perro sin pedirle permiso a su dueño. En casa, de niña y joven, tuvimos perros (Ricky, Topaz, Trufa y Fibi), y sé que a muchos no les gusta que les toquen desconocidos, y sobre todo niños.

Hasta este verano, Elisa (2 años), solía mirar desde la barrera y reírse, y alguna vez se atrevía a tocar al can de turno. Pero este verano, sin saber por qué, empezó a cogerles miedo. No sé si fue por algún ladrido sorpresivo en el parque, pero de repente, empezó a pedir que la aupáramos al cruzarse con perros en la calle. Y de lejos sí se reía, pero en cuanto se acercaba, la cara y el grito de susto no dejaban lugar a dudas.

En esto que nos fuimos de vacaciones al camarote de los hermanos Marx, es decir, el piso de mi suegra en la playa, en el que todos los años coincidimos durante varios días varias familias. Íbamos preparados mentalmente para los roces típicos de la sobrepoblación y la convivencia súbita, pero no habíamos caído en que la prima Patricia llevaba a Bilma, una mezcla de terrier y ratonero de dos años muy simpática y juguetona. Y claro, David y Natalia encantados de tener perro prestado durante unos días, pero Elisa... Cada vez que se la cruzaba por el pasillo, llanto y grito para que la rescatáramos, hasta el punto de que Bilma tuvo que sufrir algunos encierros para que la niña pudiera jugar tranquila por la casa.

¿Qué hacer cuando un crío tiene miedo a los perros? La clave es, precisamente, el sujeto del temor. Lo cuenta la veterinaria Alicia González. "Habría que hacer que el niño se relacionase con un animal adulto y equilibrado, que no suele realizar movimientos bruscos. Se trataría de, primero, estar juntos bajo la supervisión de un adulto humano para luego favorecer que se miren, que se acerquen y se acaricien, y que incluso el niño le pueda dar algo de comer". Hay más cosas que hacer, como recoge este completo artículo firmado por expertos en comportamiento humano y animal. Por ejemplo, no preguntar delante del niño al dueño del perro: "¿Muerde?", respetar los tiempos del niño al acercarse al perro o promover que le toque en el cuerpo, no en la cabeza, que puede resultar más intimidante.

La esperanza, en el caso de Elisa, estaba en que en brazos, llamaba a la perra y se reía, aunque siempre sin rebasar la distancia de seguridad de un par de metros. Así que poco a poco, día a día, viendo cómo los hermanos jugaban con ella, empezó a tolerarla. Primero le tiró trocitos de comida de lejos. Luego la acarició, aunque sin bajarse de los brazos. Después dejó de asustarse cuando Bilma pasaba a su lado. Y al final de la semana, ya la tocaba sola, y hasta la abrazaba diciendo "Bilmiiiiiiiita" y se peleaba por llevarla de la correa. Ahora le ha puesto su nombre a un horrible perrito de juguete saltarín (se le encienden los ojos de color verde cuando está encendido...).

Un pequeño paso para el mundo perruno, un gran paso para Elisa.

Cecilia Jan es periodista de EL PAÍS y coautora del blog De mamas & de papas

Comentarios

La única solución es la paciencia y buscar la forma de hacerles jugar juntos. ¿Habeis visto esta genial campaña para la adopción de perros abandonados? Creo que se debería copiar aquí en España: http://xurl.es/15w93
El acercamiento poco a poco es la mejor de las soluciones. Es como los resturantes que publicamos en nuestro blog, son caseros, de cantidad generosa, calidad contrastada y precios muy buenos, los probamos y os los traemos para que los descubrais como nosotros y los disfruteis. http://www.capitanfood.com
yo tengo una perra cruce pigbur partorde los pirineosy es muuy buena pero que note pille dandoubronca a un niño y memos pegarlo tecoge las manos y preparate los defiende alosniñoo yniñas como si fueran deella
Bueno, lo de preguntar al dueño si el perro muerde, ni delante del niño ni detrás. Es una de las preguntas más bobas que se puedan hacer. Claro que muerde. Es un perro. Lo correcto es preguntarle si se le puede tocar, y si te dicen que sí, te están contestando implícitamente que nunca ha mordido porque lo tocaran.
Pues actuar con total normalidad, hacer caso al niño es reforzar en su creencia, ignoráncia mutua. Yo tenia una perra espectacular de cariñosa y una compañera de piso con panico perruno, se le quitó en 2 dias, le prohibi y prescriví a la compañera lo que sabia que haria, prohibido acercarte a mi perra, simpre que la perra se acercaba a ella le decia que volviese a mi, que no la queria, que no amaba a los perros, después de ver durante dos dias como todos los del piso jugábamos con ella, nos reiamos, nos queria y saltaba de alegria al vernos y que ella estaba vetada expresamente a todo ello le empezaron a entrar ganas de participar en el juego y sentirse gilipollas por su sentimiento absurdo e infundado, de repente se acercó a la perra sin miedo alguno y con una alegria tremenda empezaron a jugar juntas. 2 dias!!!
Pues matar al puñetero perro, está claro.http://adf.ly/4hVPL
No te asustes niño, si el perrito no hace nada .... Tipico de los dueños de perros que los llevan sueltos y el niño coje un berrinche enorme del susto que le han dado. Ideal para que el niño le coja miedo al perro y el padre un odio visceral a los amos,
¿Y qué me dice, Virgilio, de esos padres que ven venir un perro de la correa a 50 metros y cogen a sus niños en brazos como si fuese el fin del mundo? Muchas personas tienen un serio problema para relacionarse con el entorno...
me entancan los perros

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Sobre la firma

Cecilia Jan
Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.

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