Los petrodólares regresan a Marbella
Los cinco lujosos palacios del ‘reino saudí’ han abierto sus puertas este verano
La llegada de saudíes y árabes de otros puntos del Golfo Pérsico se ha hecho esperar este año en Marbella por el Ramadán, pero el desembarco de jeques y príncipes de las casas reales de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, con sus respectivos séquitos, se ha producido con más fuerza que otros veranos.
Estos acaudalados turistas son todo un clásico desde la década de los 70 del siglo pasado, cuando el fallecido rey Fahd se decantó por la Costa del Sol en lugar del sur de Francia para su descanso. Siguen derrochando, pero las personalidades de estas dinastías lo hacen ahora de manera más discreta. “No les importa gastarse 2.000 euros en vino”, explica una fuente del entorno. Pero su capacidad de gasto la superan actualmente los rusos, el otro visitante deseado en el litoral malagueño.
Amantes de la ropa de marca, la lencería fina y las joyas, los jeques árabes son habituales de los restaurantes caros, de las boutiques y centros comerciales de Puerto Banús, aunque están adquiriendo el hábito de trasladarse también a Málaga para hacer compras. Su estancia se prolongará hasta finales de septiembre.
Estas familias reales, además, se convierten en reclamo para turistas de sus países. Según las estimaciones del concejal de Turismo de Marbella, José Luis Hernández, los visitantes de Arabia Saudí, Kuwait, Catar y los Emiratos Árabes Unidos representan el 7% del turismo de la ciudad en temporada alta.
El príncipe Salman, heredero del trono saudí y ministro de Defensa, es uno de los fijos y se hospeda en su palacio, Al-Riyad, que forma parte del complejo levantado por su hermano, el fallecido Rey Fahd, en plena Milla de Oro. El reino saudí de Marbella tiene cinco palacios, varias mansiones, un helipuerto y una mezquita que se llena durante los días de rezo cuando está Salman. Otro clásico en Puerto Banús es su yate Shaf London.
También han estado en la Costa del Sol Sultán, hijo de Salmán y ministro de Turismo saudí; Jawhara, viuda del rey Fahd; y un hijo de este, Abdulazziz Bin Fahd. Ha regresado después de algunos años el jeque Sliman, un financiero de la casa real que suele atracar su yate frente al hotel Don Carlos.
El Batatal, palacio real de los Emiratos Árabes, recibe visitas. La colonia de kuwatíes es importante en Marbella y Fuengirola. Son más discretos que los saudíes. Otra presencia ilustre ha sido la del tío del actual emir de Catar, que ha recibido numerosas visitas de personalidades de su país. Este verano, además, Marbella ha sido punto de encuentro de grandes fortunas libias, egipcias y tunecinas.
La importancia de estas visitas se extiende a las grandes comitivas que acompañan a estas autoridades. A estos turistas se les estima un gasto diario de 600 euros. El presidente de la asociación de empresarios CIT Marbella, Juan José González, destaca el revulsivo para la economía local: “Es un incentivo para el turismo de lujo", resalta.
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