¿Quién da más por la casa de Versace?
La mansión donde vivió y murió el diseñador italiano será subastada el próximo 17 de septiembre. Cada postor deberá hacer un depósito de 3 millones de dólares para participar en la puja, que comenzará con un precio base de 25 millones de dólares.
La cama de madera doble king, tallada con escudos, flores y hojas doradas, adornada con 11 cojines orlados de satén turquesa y terciopelo negro y naranja, puesta en la suite principal de la mansión 1116 de Ocean Drive en South Miami Beach, no era la cama de Gianni Versace. Pero pudo serlo. Y con eso fantasean las celebridades locales, los magnates sudamericanos y los empresarios rusos interesados en comprar la casa donde vivió y murió el diseñador italiano, que será subastada el próximo 17 de septiembre, con todos los muebles que lleva dentro, partiendo de un precio base de 25 millones de dólares.
“Puedes mirar, puedes sentir la visión de Versace en esta propiedad. El alma de Versace está en todas partes”, dice Jill Eber, la agente de bienes raíces que este martes condujo a la prensa en un tour por la casa. Allí siguen los murales –los Apolos, las Afroditas, las flores, las conchas marinas— que el diseñador encargó pintar en cada una de las diez habitaciones y en las escaleras que conectan las tres plantas de la mansión. También los azulejos con incrustaciones de oro que brillan desde el fondo de la piscina y las ánforas de yeso, abrazadas por sirenas y guirnaldas, que la rodean. Y los vitrales con flores y motivos marinos. Y el observatorio que el diseñador italiano mandó a construir en la terraza.
El valor de la mansión Versace ha caído en picada en el último año: en 2012, fue valorada en 125 millones de dólares y en mayo pasado, su precio rondaba los 75 millones de dólares.
La casa original fue construida en 1930 por Alden Freeman, heredero de la empresa Standard Oil. Gianni Versace la compró en 1992, junto al hotel contiguo, que estaba en ruinas. Pagó por todo 2,9 millones de dólares y desde entonces y hasta el día de su muerte, invirtió 33 millones de dólares en remodelar la propiedad. El 15 de julio de 1997, Versace fue asesinado a disparos a las puertas de su casa, cuando volvía de tomar un café y recoger los diarios. Tres años más tarde, el edificio fue vendido por 19 millones de dólares y transformado en un hotel boutique, que operó allí hasta enero de este año. Desde entonces, la escalinata de piedra que conecta la calle con la puerta principal de la propiedad permanece acordonada, como la escena del crimen que fue, como un museo.
El valor de la mansión Versace ha caído en picada en el último año: en 2012, fue valorada en 125 millones de dólares y en mayo pasado, su precio rondaba los 75 millones de dólares. El precio base de la subasta convocada para el próximo 17 de septiembre será de 25 millones de dólares; las condiciones para participar en ella son consignar un depósito de tres millones de dólares y firmar un acuerdo de confidencialidad.
Media docena de potenciales compradores ya se han apuntado a la puja. “Desde luego que no podemos revelar sus identidades, por el momento”, ha dicho Adam Marshall, abogado que representa a los actuales propietarios. “Pero puedo decir hemos sido contactados por un puñado de compradores internacionales, muchos de ellos provenientes de Sur América y otros de Rusia”, agregó el abogado. Quien ofrezca la suma más alta, se quedará con “la Mona Lisa” de los bienes raíces del Sur de Florida.
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