El futuro es suyo
Me parece muy oportuno el artículo Cuando volváis de las calles,de Ramón González Férriz, publicado en EL PAÍS el 6 de octubre. El texto entresacado, que resume todo el artículo: “Para ser eficaces en política, los jóvenes deben dejar la épica de la plaza y luchar en las instituciones”, lo debían tener en cuenta tantos y tantos jóvenes preocupados por la crisis que vivimos en España y que tan fuertemente les afecta a ellos.
Efectivamente, frente a las manifestaciones en las calles y plazas de nuestras ciudades, con pocas posibilidades de conseguir sus objetivos a corto y medio plazo, González Férriz propone la organización en asociaciones de jóvenes, creando incluso un lobby de juventudes, que podría influir en los partidos políticos en lo tocante a sus reivindicaciones.
Esta es una fórmula que puede resultar eficaz, pero no les permite ser protagonistas de sus destinos, pues, como es sabido, para hacer las cosas como tú quieres que se hagan, nadie mejor que tú para hacerlas.
Existe otra, que se ha experimentado en España y con mucho éxito. Me refiero a la que practicaron los comunistas en los años previos a la Transición: introducirse en los sindicatos verticales del régimen para cambiarlos en sindicatos de clase, naciendo así CC OO. Desde mi punto de vista, la misma táctica pueden seguir los jóvenes de hoy para adquirir el protagonismo político y social que les corresponde: formar parte de las instituciones (partidos, sindicatos, asociaciones, etcétera) para transformarlas y canalizar a través de ellas sus ideas y proyectos, porque el futuro, sin lugar a dudas, es suyo.— Bautista Martínez Iniesta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.