Se busca jurado (justo) para el juicio de Michael Jackson

La mayoría del mundo ve al doctor Conrad Murray como el hombre que acabó con la vida de Michael Jackson. Y eso es un problema. No solo por los cuatro años que el doctor podría pasar en una penitenciaría de California por homicidio involuntario, sino porque la elección de un jurado "imparcial" para que pueda dar comienzo el juicio en su contra está siendo una labor casi imposible.

El pasado enero hubo que rendirse a la evidencia de que era casi una utopía encontrar una sola persona que no tuviera ya una opinión formada sobre la suerte que debía de correr el médico personal del Rey del Pop ?en libertad bajo fianza de 75.000 dólares? o que no conociera el caso. "No esperamos que ustedes hayan estado viviendo debajo de una piedra los pasados años", dijo entonces el juez Michael Pastor.

Los potenciales miembros han tenido que responder a 113 preguntas sobre drogas o acoso mediático

Más de dos años después de que Jackson no despertase tras recibir una dosis para dormir del potente anestésico Propofol (usado, por ejemplo, en las ejecuciones de los presos para inducirles el sueño), hace dos semanas se inició, una vez más, la constitución de un nuevo jurado que permita dar comienzo el martes 27 de septiembre a un juicio que ya se aventura jugoso para los medios ?se prevé que dure entre cuatro y cinco semanas.

Un total de casi 400 potenciales miembros del jurado se ha reducido a 145, del que deben salir 12 mujeres y hombres justos. Se les entregó un documento de 30 páginas con 113 preguntas sobre drogas (¿permitiría que se le administrara Propofol?), la imparcialidad del sistema (¿puede Murray tener un juicio justo?) o el acoso mediático ("¿afectará la presencia de las cámaras y medios su capacidad para poder ser completamente imparcial con ambas partes implicadas en el caso?"). Por supuesto, gran parte de las preguntas versan sobre si el cuestionado era seguidor de la música y figura de Jackson o si ha visto la película póstuma del artista This is it, cuya grabación quedó inconclusa por el fallecimiento de la estrella, pero que fue un éxito.

Para evitar ser "contagiados" por el mundo exterior (redes sociales, teléfonos móviles...), el abogado de la defensa, Ed Chernoff, solicitó al juez el aislamiento total del jurado en un hotel. El requerimiento ha sido denegado, lo que muchos expertos consideran un error. El juez Pastor solo ha advertido a los hombres que decidirán la suerte de Murray ?que será juzgado en la misma sala que O. J. Simpson? de que "la tentación de compartir nuestros pensamientos con cientos de personas cada día es enorme y está ahí. Confío en ustedes".

Durante su torturada vida, ­Jackson ingirió y bebió desde Valium hasta morfina, pasando por Xanas, Demerol, OxyContin o Propofol (Diprivan en su marca comercial). "Quiero poder dormir ocho horas seguidas", suplicaba a una enfermera que le asistió hasta tres meses antes de su final y a la que reclamó una receta de Propofol. La fiscalía dice que Murray ?que se ha declarado inocente? inyectó la dosis letal de este anestésico que puso fin a su existencia el 25 de junio de 2009, antes de cumplir 51 años. La defensa argumentará en el juicio que el cantante ingirió el Propofol voluntariamente y a espaldas de Murray.

Todo han sido claroscuros en el fallecimiento de Jackson. Guardado el periodo de luto educado ?¿dos días??, las excentricidades, la megalomanía, los juicios por pederastia, sus hijos con semen de donante, su supuesta virginidad e incluso su condición sexual ?ni hetero ni gay, igual que ni blanco ni negro, ni niño ni hombre, un eterno Peter Pan que no tuvo un final de cuento? se expusieron en titulares salvajes. Todo eso volverá a suceder a partir del martes. Sin ser el típico juicio sobre una celebridad ?no porta esa etiqueta el doctor de Houston?, sí estará sobre la mesa la vida de una de ellas convertida en leyenda tras su último suspiro, la gloria catapultada a la estratosfera por obra