Guía para no perderse en los nuevos criterios para ser profesor titular universitario o catedrático

Basta con navegar por cualquier red social para comprobar la desesperación de muchos investigadores con los criterios de la agencia de evaluación ANECA, para acreditarse como profesor universitario en cualquiera de las etapas. Supone una pesadilla que conlleva muchísimo tiempo ―con dosieres de centenares de páginas― y gasto. Por eso, la publicación este miércoles de un nuevo modelo para optar al puesto de profesor titular o catedrático ―que adapta el procedimiento a la nueva Ley Or...

Basta con navegar por cualquier red social para comprobar la desesperación de muchos investigadores con los criterios de la agencia de evaluación ANECA, para acreditarse como profesor universitario en cualquiera de las etapas. Supone una pesadilla que conlleva muchísimo tiempo ―con dosieres de centenares de páginas― y gasto. Por eso, la publicación este miércoles de un nuevo modelo para optar al puesto de profesor titular o catedrático ―que adapta el procedimiento a la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y la Coalición Internacional para el Avance de la Evaluación de la Investigación (COaRA) promovida por los rectores europeos y Science Europe― ha aliviado en un principio a los aspirantes. En 2023 la agencia recibió 6.730 solicitudes de acreditación (casi un 50% más que en 2022).

Este procedimiento de la ANECA, un órgano autónomo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, se aplicará a las solicitudes presentadas a partir del 1 de abril de 2024 y, si el expediente se inició antes, el candidato podrá desistir y empezar con el nuevo modelo. En un proceso participativo, la comunidad universitaria ha hecho llegar a la agencia 2.127 enmiendas y 3.281 comentarios que se han tenido en cuenta para mejorar el borrador. Además, las universidades, colegios profesionales y otras asociaciones aportaron 50 documentos. “Aunque debemos realizar un análisis más detallado, nuestra impresión inicial es positiva. “¡Se ha hecho un buen uso de la consulta pública!”, se ha felicitado la Federación de Jóvenes Investigadoras Precarias. Así queda el procedimiento:

• Para agilizar la formalización de las solicitudes se va a poner en marcha una nueva aplicación informática.
• Con intención de simplificar el proceso, ahora muy farragoso y largo, habrá que presentar un currículum corto normalizado. “Eso permite hacer una evaluación cualitativa, no al peso”, se alegra Eva Méndez, profesora del departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad Carlos III.
• El aspirante solo debe de incluir las contribuciones científicas más significativas, no toda la producción acumulada durante la carrera. Posteriormente, pueden pedirle más información sobre cuestiones relacionadas con los méritos y las competencias a las que tiene que responder en 10 días. En este currículum tiene que aparecer: una hoja de servicios, certificado de méritos docentes, declaración responsable de veracidad y certificado de estancia en otros centros.
• Quedan exentos de demostrar los méritos de investigación para ser titular los científicos que han obtenido el certificado I3 / R3 (Programa de Incentivación de la Incorporación e Intensificación de la Actividad Investigadora), pues ya pasaron un proceso muy exigente. Lo mismo ocurre con los merecedores de una Consolidator Grant, Advanced Grant ―que aparejan hasta dos millones de euros para invertir en el proyecto de investigación― o Synergy Grant, ambos concursos internacionales extremamente competitivos, que están exentos de exponer sus méritos científicos detallados para presentarse a catedrático.
• El procedimiento se basa en la confianza, de forma que apenas se pedirá la “documentación acreditativa mínima”. Si se demuestra que el científico miente, no se puede presentar en los siguientes 12 meses, y se comunicará a las autoridades pertinentes. Para ser titular hay que explicar y justificar en el currículum “una selección de contribuciones relevantes en docencia e investigación y transferencia e intercambio de conocimiento” y en el caso de los aspirantes a catedráticos, además, tareas de liderazgo.
• Tiene que proporcionarse el acceso a un repositorio en el que puedan leerse en abierto las publicaciones firmadas por el candidato y se puede aportar documentación en inglés (se acabaron las traducciones). “De forma colateral, esta reforma impulsa la ciencia abierta, los repositorios ―para devolver a las instituciones el control de lo que producen―, la interdisciplinariedad, que es la única ciencia posible, pero siempre penalizada, etcétera”, subraya Méndez, que es expresidenta de la Open Science Policy Platform de la Comisión Europea. “Además, se reconocen diversos tipos de contribuciones y una mayor diversidad de carreras y perfiles”.
• Las comisiones de acreditación ―pasan de 21 a 31 con el propósito de acelerar el proceso―, tras examinar la documentación, emitirán una resolución. Para evitar los sesgos de género en la evaluación ―que castigan a muchas investigadoras―, los miembros del grupo recibirán formación.
• Se toman medidas para facilitar la conciliación. Tener hijos supone para las científicas una traba en su carrera, pues frena sus estancias en el extranjero. Eso provoca que posterguen la maternidad, renuncien a su carrera o a tener hijos. Por eso, aunque hay que acreditar nueve meses de movilidad en un centro distinto a aquel en que se haya leído la tesis doctoral para ser profesor titular, se prevén exenciones en la ley y podrá dispensarse de este requisito de movilidad a aquellas personas “que demuestren un parón en su trayectoria por razón de discapacidad, enfermedad, conciliación o cuidado de menores, familiares o personas dependientes”.

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