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“Me entristece que se valoren más los bares que la formación universitaria”

La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, censura que la Junta haya cerrado su campus para 60.000 estudiantes

Pilar Aranda, rectora de la Universidad de Granada.
Pilar Aranda, rectora de la Universidad de Granada.Fermin Rodriguez
Javier Martín-Arroyo

La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda (Zaragoza, 61 años), está perpleja tras el cierre de su campus por parte de la Junta andaluza, que ha mandado a casa a 60.000 estudiantes las próximas dos semanas. O a los bares sin mascarilla ni distancia de seguridad, ya que es improbable que los universitarios se confinen y no pisen la calle para socializar, alerta Aranda en una crítica a la decisión de la Junta de no imponer restricciones a la hostelería de la ciudad, con una incidencia acumulada de 501 casos por cada 100.000 habitantes, tras las imágenes virales de jóvenes de fiesta en las calles. La exvicepresidenta de la conferencia de rectores censura la imposición del Gobierno andaluz, y la compara con la decisión del Ejecutivo valenciano de negociar con la Universidad Politécnica de Valencia, donde fue el rector quien decretó suspender las clases presenciales.

Pregunta. ¿La Junta le ha comunicado el criterio científico para cerrar el campus de Granada y mantener abiertos bares y restaurantes?

Respuesta. No me ha comunicado nada, y todavía no tengo el decreto [la Junta retrasó ayer su publicación]. Me entristece profundamente que se valoren más los bares que la formación universitaria. Dejan los bares abiertos y cierran las aulas, los seminarios, los laboratorios y las bibliotecas. No tenemos ningún brote, están controlados en los colegios mayores, y el único que depende de la universidad es el Isabel la Católica y tuvo dos casos controlados. Desde el 21 de septiembre, la universidad acumula 236 positivos de 60.000 estudiantes. La decisión choca con la Politécnica de Valencia, donde juntos analizaron lo que había y el rector tomó la decisión.

P. ¿Qué le dijo el consejero de Universidades, Rogelio Velasco (Ciudadanos)?

R. No quiero abrir una guerra con nada. Han tomado la decisión al margen de la comisión mixta creada Junta-Universidad, no he visto los datos y no sé cómo dejan abiertos los bares. ¿Los estudiantes estarán ahora en los bares? ¿Tengo que reservar un bar para dar una clase? Estamos indignados.

P. ¿Prevé una fuga masiva de las aulas a los bares, donde los jóvenes carecen de mascarilla y es más difícil guardar la distancia de seguridad?

R. En algún sitio estarán además de en las clases virtuales. Tengo que ver en qué se basa la Junta, estoy esperando a ver si debo dejar de dar las 4.000 comidas que sirven los comedores universitarios. Si tengo que pasar todo a virtual, ¿tenemos que cerrarlos? Los decanos están indignados, porque hemos seguido todos los protocolos.

P. La cifra de contagios en sus facultades alcanza los 258 entre estudiantes y trabajadores, y sin brotes. Parece que las imágenes virales de fiesta en las calles de Granada han precipitado el cierre.

R. Los de las imágenes de la calle de Ganivet de este puente no son estudiantes, y menos un sábado por la noche, porque la mayoría estaba en su casa haciendo puente. Fueron muchos turistas de 40 años para arriba sobre todo.

P. La propia Junta ha argumentado que se han dado 150 contagios en siete residencias… ¿Pagan justos por pecadores?

R. Totalmente. Las residencias son privadas, solo que organizan actividades o tenemos programas para alojar a becarios de cooperación. Pero yo no tengo autoridad, podría ver -si hubiera habido alguna fiesta- si les puedo retirar la condición de universitarios, pero no quiero criminalizarlos.

P. ¿Llueve sobre mojado tras el tijeretazo de 135 millones de la Junta a las universidades andaluzas en junio? ¿Hay algún vínculo entre este cierre temporal y el choque entre la Junta y los rectores?

R. No se respeta el valor de la universidad, ese es el vínculo. La Universidad de Granada es la primera de Andalucía y está entre las cuatro del país. Tiene un prestigio que está muy por encima de todo esto, que no se vendrá abajo, porque aquí hay un rigor muy alto en las medidas sanitarias, que parece que no se ha tenido en cuenta.

P. Los expertos le dan la razón sobre la débil eficacia de cerrar aulas y mantener abiertos los bares para los estudiantes.

R. Esa es la ciencia. Soy farmacéutica y hablo con epidemiólogos y expertos en medicina preventiva, pero no tengo explicación.

P. ¿Qué consejo da a sus estudiantes sobre la pandemia?

R. El mismo que a la ciudadanía: responsabilidad cívica, ejemplo, mascarilla, ventilación, distancia de metro y medio... Es verdad que tras el confinamiento las hormonas llaman a una sociabilización determinada, pero los estudiantes son mayores de edad y tienen un nivel educativo alto. La pandemia no es ninguna broma y no sabemos cuándo va a acabar.

P. ¿Qué margen tiene de maniobra para revertir el cierre?

R. Me dicen que esta tarde sale en el Boletín Oficial de la Junta, no tengo margen de maniobra. Tenemos 27 centros, salas covid y rastreadores. No lo comparto pero lo acato, sabiendo que se ha conculcado la autonomía universitaria.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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