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Cómo competir con Apple y Samsung desde Álava

SPC, con una facturación de 30 millones, apuesta por crecer con la venta de tecnología a precios asequibles y con su nueva vía de negocio de ‘smartphones’ reacondicionados

SPC
El fabricante de electrónica de consumo SPC ha lanzado una nueva línea de productos reacondicionados.Dariusz Jarzabek

Su historia empieza con la liberalización de las comunicaciones a finales de la década de los ochenta del siglo XX, cuando Telefónica perdió el monopolio de la venta de teléfonos. Un momento en el que la alavesa SPC (Smart Products Connection), especializada en soluciones de comunicación y electrónica de consumo, saltó al mercado para comercializar teléfonos fijos para el hogar y los profesionales, entre los que estaban el conocido modelo Domo, que rompió con la estética tradicional.

Durante estos 30 años, su radiografía muestra la de una empresa que camina en paralelo a los hitos tecnológicos, que ha ido encajando en su cartera, pero sin abandonar productos que podrían parecer un lastre. Su gama recoge categorías dispares desde radiodespertadores, reproductores de música, móviles tradicionales sin conexión a internet hasta smartphones, relojes inteligentes, auriculares True Wireless, altavoces, tabletas, y que se completa con juegos de robótica para niños y productos IoT para el hogar como cámaras de vigilancia, ventiladores de techo o purificadores de aire. Un catálogo diverso que la compañía tiene a gala comercializar pese a la caída de la demanda de muchos de estos aparatos. “Nos mantenemos en categorías que a muchos no les interesa vender, pero a nosotros sí nos encajan, aunque haya caído el consumo y los volúmenes sean bajitos. No nos requieren desarrollo, van solas. Pero esto no nos frena para investigar en nuevas categorías, sobre todo en producto para el gran consumo”, asegura Teresa Acha-Orbea, directora general de SPC desde hace poco más de un año, un puesto al que llegó desde Wiko, una empresa colaboradora desde la que lanzaron los primeros móviles y que en la actualidad está en venta.

Otro de sus hitos fue el lanzamiento de los móviles para mayores sin conexión a internet, de los que venden más de 30.000 unidades al año. Una gama que se amplió en 2012 con la puesta en el mercado de tabletas, un producto del que despachan más de 90.000 unidades cada año. Unos precedentes que derivaron en 2020 en la entrada en el sector de los smart­phones, en el que aterrizaron con una serie económica con precios que no alcanzan los 150 euros. “Estamos en ese nicho porque ahí no están las marcas asiáticas, con las que no podríamos competir. Además, creemos que hay que atender la demanda de teléfonos más económicos, aunque no sea muy grande. Nuestra cuota de mercado está entre el 5% y el 7%, con clientes con perfiles variados que van desde la familia que compra el primer teléfono móvil para los niños, mujeres entre 30 y 45 años o migrantes con bajos recursos”, aclara la directiva.

La alavesa también opera con una división profesional, SPC For Business, con la que distribuye sistemas de comunicación para empresas (como equipos de videoconferencias o centralitas) de las marcas NEC y Yealink, y donde cuenta con clientes como Orange, Telefónica, Mercadona, la Universidad de Alcalá de Henares, Tous o Nestlé, entre otros. Una división a la que la crisis sanitaria pasó factura. “En estos años han bajado las ventas y se ha perdido rentabilidad. Durante la pandemia nadie necesitaba una centralita, pero ahora estamos esperando una renovación de estos sistemas en los hoteles que supondrá una recuperación”, señala.

Con 85 empleados, SPC muestra una facturación estable en los últimos años. En 2017 los ingresos fueron de 29,5 millones de euros, que en 2020 bajaron hasta 26 millones y el año pasado crecieron hasta 30,5 millones, una cifra que prevén repetir este año. El 30% de esta facturación llega desde el lado profesional. Un sector que perderá fuelle en el futuro. “Vamos a mantener y fomentar el gran consumo porque en este somos capaces de tener un mayor desarrollo”, apunta Acha-Orbea. Aunque reacios a comentar cifras de beneficios, la directiva cita que “los márgenes han sido menores este año por el incremento de la logística o el cambio euro-dólar”.

Nuevas vías de negocio

Pese a la estabilidad en la caja y en la actividad, y al mantenimiento de ciertos productos con una baja demanda, SPC no deja de lado la inversión en I+D en nuevos segmentos, que en los últimos años ha supuesto un desembolso de 400.000 euros. En la actualidad, trabaja en nuevos proyectos de monitores inteligentes con varios usos, en geolocalizadores —”que, pese a que llevan mucho tiempo en el mercado y parece que no acaban de cuajar, percibimos cambios y ahora el consumidor se anima a tenerlos, por ejemplo, en las llaves”— o en el metaverso, en el que están investigando para incorporarlos en su oferta.

En paralelo a esta inversión, hace unos meses han dado un paso más al lanzar Geecool, una gama de reacondicionados dirigida al gran consumo y a profesionales que les lleva a codearse con marcas líderes como Apple. “La idea surgió porque el consumo tiene que caer, no se puede mantener. Estamos convencidos de que nuestras ventas bajarán y por eso hemos decidido entrar”, apostilla la directiva. Una nueva división centrada en smartphones, sobre todo modelos iPhone, y que esperan ampliar en un futuro a otras marcas y a otro tipo de dispositivos de electrónica de consumo como ordenadores o relojes inteligentes. “No es lo mismo vender un iPhone reacondicionado a 500 euros que un teléfono SPC a 80″.

Para Acha-Orbea, la tendencia del reacondicionado ha venido para quedarse, pese a que no manejan datos sobre qué puede suponer en su saldo final. Aun así, “es factible alcanzar un 10% de las ventas con este negocio y facturar unos 3 millones de euros”. Asume que es un sector en el que ya hay competencia y en el que lidiará con empresas como Back Market o Certideal, entre otras. Pero, según sus palabras, Geecool está lejos de su forma de trabajar. “Queremos hacerlo todo y sin intermediarios. Desde comprar el producto en subastas o a otras empresas hasta ponerlo a la venta y dar la garantía. Tenemos la capacidad y un departamento de calidad para afrontarlo”. De momento, sus productos reacondicionados están a la venta en su web y en algunas grandes superficies como Carrefour o Eroski.

Un nuevo reto que se suma al inicio de su actividad en Francia, un país con el que ya mantenía relaciones comerciales a través de multinacionales con representación en España como Alcampo, Leclerc o Carrefour. “Vamos a un sitio donde nos conocen, pero ahora nos tenemos que ganar el mercado”. De momento, han entrado con smartphones y teléfonos para mayores, aunque en los próximos meses incorporarán otras categorías como tabletas u otros dispositivos inteligentes, y donde esperan vender 200.000 unidades de teléfonos en los próximos 12 meses.

Un paso que abriría nuevas miras a la internacionalización de la empresa, que, de momento, solo vende en destinos como Portugal, Santo Tomé o Angola, y que sumaría músculo a la exportación, que ahora solo supone un 1%.


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