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Cathay Pacific despierta del coma y coge altura

La aerolínea de bandera de Hong Kong prevé recuperar al cierre del ejercicio un tercio del tráfico de 2019 tras relajarse las medidas anticovid

Cathay Pacific
Un avión de Cathay Pacific despega del aeropuerto de Hong Kong.Nora Tam (South China Morning Post via Getty)

Cathay Pacific vuelve a emprender el vuelo. La aerolínea de bandera de Hong Kong coge carrerilla después de que el Gobierno del país asiático relajara las restricciones relativas a la covid-19, que junto con China han sido unas de las más estrictas del mundo y que llevaron a la empresa a un aterrizaje forzoso ante la caída en picado de visitantes extranjeros. “Estamos entusiasmados a medida que esta parte de Asia comienza a abrirse”, dice Kinto Chan, director general para Europa de la firma. Ponerse en el aire, sin embargo, está siendo todo un reto para la compañía. En los últimos años ha perdido el 98% de su tráfico de pasajeros (comparados con 2019) y ha reducido su plantilla en un 40%. La empresa se hundió en pérdidas de 1.400 millones en 2020 y el Gobierno tuvo que salir al rescate inyectando 5.000 millones en junio de ese año.

La expectativa es que, al cierre de 2022, la firma recupere al menos un tercio del tráfico de pasajeros que tenía en 2019 y dos tercios de la carga aérea que transportaba antes de la pandemia. Actualmente opera solo el 16% de los asientos. “Vamos con bastante rapidez”, explica Chan durante una reciente escala en Madrid. La visita del directivo no es baladí. Después de haber cerrado sus vuelos directos con varios países de Europa, entre ellos España, ahora vuelve a retomarlos. “En Europa estamos operando en siete ciudades: Londres, Mánchester, Ámsterdam, Fráncfort, París, Madrid y Milán”, comenta. Además, operaba la ruta Barcelona-Hong Kong. A partir de diciembre, Zúrich (Suiza) será la octava ciudad con la que reconectará. En la capital española, la firma ha puesto en marcha un vuelo por semana. Antes de la pandemia tenía vuelos, durante una temporada, casi todos los días de la semana desde Madrid hasta la antigua colonia británica. Además, operaba la ruta Barcelona-Hong Kong.

A nivel global, la empresa ha reactivado unas 200 rutas locales e internacionales. Entre ellas, a destinos como Seúl en Corea, Bangkok en Tailandia, Kuala Lumpur en Malasia y Manila en Filipinas. A este ritmo, espera que en el próximo verano alcance el 50% del tráfico de pasajeros de 2019. “Con suerte, para el invierno de 2024 estaremos más cerca de donde solíamos estar antes de la pandemia”, resalta Chan. La esperanza es que las restricciones se sigan reduciendo. El Gobierno de Hong Kong todavía exige a los turistas extranjeros tres días de cuarentena, en los cuales no pueden ingresar a lugares como bares y restaurantes, más cuatro días de vigilancia médica. Antes del 26 de septiembre eran necesarios 7 días de aislamiento, pero durante un largo periodo la cuarentena fue de 14 días y se podía prolongar más de 20 días si los visitantes provenían de países considerados de “alto riesgo”, como el Reino Unido o Estados Unidos.

Las autoridades intentan alinearse con la estrategia de tolerancia cero de China para controlar los contagios. Ello ha puesto a la actividad económica frente al abismo. Para este año, el FMI pronostica que el PIB del territorio autónomo al sudeste de China entre en recesión (-0,8%). Es decir, turismo y aviación atravesarán por una zona de turbulencias justo en el momento en el que retoman el vuelo. En los primeros ocho meses de 2022, el aeropuerto de Hong Kong operó solo el 3,5% de los pasajeros que tenía antes de la pandemia y el 30% de los vuelos antes de la crisis sanitaria. “Hong Kong ha perdido su estatus como centro mundial de la aviación debido a la política china de cero covid”, ha dicho recientemente Willie Walsh, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Kinto Chan, director general para Europa de Cathay Pacific.
Kinto Chan, director general para Europa de Cathay Pacific.Santi Burgos

Recobrar todo lo perdido llevará tiempo. Según Bloomberg, unas 45 aerolíneas están ofreciendo vuelos programados a la ciudad este mes, la mitad que hace tres años. Además, la cantidad de asientos y vuelos disponibles en Hong Kong es solo un 18% de lo que era en octubre de 2019. En aquel entonces, los viajes hacia y desde Hong Kong ya tenían problemas, ante las protestas masivas contra un polémico proyecto de ley que permitiría la extradición a China continental, que llevaron al cierre del aeropuerto. En las protestas de aquel entonces participaron diversos empleados de Cathay, que sufrió las represalias de Pekín y que provocaron la dimisión de su entonces consejero delegado, Rupert Hogg.

Para Cathay este episodio ha quedado atrás. Ahora su objetivo es retomar el vuelo y dar aliento a su posición en el mercado y sus cuentas, que vienen reduciendo pérdidas, pero que aún están en rojo. En el primer semestre de este año, la firma ha registrado pérdidas por 637 millones de dólares (una cantidad similar en euros), frente a los 964 millones del mismo periodo del año pasado. Los ingresos del primer semestre crecieron un 17% hasta los 2.400 millones de dólares, impulsados en gran parte por un aumento en el número de pasajeros tras la primera flexibilización de las medidas de cuarentena.

Ansiada normalidad

“La empresa necesita que las condiciones del mercado vuelvan a la normalidad antes de poder soñar con alcanzar las clasificaciones previas a la pandemia”, comenta Mohshin Aziz, analista de aviación en Pangolin Investment Management. En 2019, Cathay era la octava aerolínea más grande del mundo respecto a pasajeros internacionales y la tercera empresa más grande de carga aérea internacional, según las estadísticas de la IATA. “Los récords logrados en el pasado no son relevantes hoy”, agrega Aziz. Para Chan, el modelo de negocio de la firma es “saludable y fuerte”. “Y si se presentan las circunstancias adecuadas, es decir, que no haya más restricciones y que vuelva la demanda de viajes, creemos que estaremos en una muy buena posición para comenzar a obtener ganancias en nuestras rutas”, agrega.

La aerolínea se ha lanzado a contratar a unas 4.000 personas en todo el mundo, después de deshacerse del 40% de su plantilla durante estos últimos años. En junio pasado, Cathay tenía 16.200 trabajadores (su cifra más baja desde 2005), 11.100 menos respecto a los de 2019. La recuperación, sin embargo, está llena de incertidumbres. “La capacidad aérea, especialmente en las rutas Asia-Europa, sigue siendo limitada tras el cierre del espacio aéreo ruso”, destaca Parash Jain, experto en transporte asiático en HSBC. Además, según Bloomberg, las aerolíneas que vuelan entre Europa y Hong Kong asumen desvíos de hasta cuatro horas para evitar el espacio aéreo ruso. “Hay muchas cosas en el mundo que no podemos controlar”, dice Chan. “Mi única preocupación en este momento es básicamente que estemos al 100% listos para aprovechar esta remontada”, zanja el directivo.


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