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Fnac: competir con libros, vinilos y cómics en la era del ‘streaming’

Tiendas más pequeñas y un canal digital reforzado son las armas del grupo francés para hacer frente a los cambios en los hábitos de consumo

Annabel Chaussat posa en la tienda de Fnac de la calle Goya de Madrid.
Annabel Chaussat posa en la tienda de Fnac de la calle Goya de Madrid.Víctor Sainz
Cristina Galindo

Una pequeña estantería alberga los CD que se pueden comprar en la tienda de Fnac en la calle Goya de Madrid. El establecimiento abrió en 2017 y, aunque está especializado en libros y tecnología, el limitado espacio dedicado a estos productos es un símbolo de la transformación del negocio desde la llegada de las plataformas musicales de streaming. Similar destino han corrido los DVD. “La parte de libros va muy bien, es fuerte, pero otra cosa son la música y el cine”, explica la directora general del grupo francés de cultura y ocio en España, Annabel Chaussat. Son mercados con otro ritmo y tendencia para la empresa: “Lo que funciona mejor en las tiendas son los vinilos, ahí tenemos un crecimiento increíble”, asegura.

La tienda de Goya es uno de los modelos que ahora propugna Fnac para crecer. Este establecimiento tiene 900 metros cuadrados, frente a los 5.000 metros de la emblemática tienda de la calle de Preciados en Madrid, inaugurada en 1993. “Nuestro propósito es abrir dos tiendas al año y la tendencia, tanto en España como en Francia, Bélgica y Portugal, es ir a espacios más pequeños. Creemos que ese es el futuro: tiendas un poco más pequeñas, complementadas por una potente oferta de venta en la web”, explica Chaussat, nombrada responsable de toda la operación del mercado en España en marzo de 2021 y que reporta al consejero delegado del grupo, Enrique Martínez.

Competir en la era del streaming no es fácil para las empresas tradicionales. Los cambios en los hábitos de consumo propiciados por los avances tecnológicos suponen un reto para compañías como Fnac y esta tendencia se ha acelerado durante la pandemia. Gigantes como Amazon controlan buena parte del mercado y han visto crecer sus beneficios como la espuma durante la pandemia. Las compañías cuya facturación sigue procediendo mayoritariamente de las ventas físicas han ido reaccionando e invirtiendo más en el negocio digital. “Fnac.es ha crecido mucho durante los últimos dos años y esto va a seguir así. Nuestro peso de ventas en la web va a seguir creciendo”, afirma la ejecutiva.

En España, la facturación durante 2020 fue de 341,7 millones, un 9,5% menos que en el año anterior, afectada por el cierre de sus tiendas físicas durante los meses del confinamiento y las limitaciones de aforo. La filial registró pérdidas de 5,2 millones, frente a las ganancias de 1,8 millones de 2019, según los datos del registro mercantil. Pero la respuesta del canal online permitió amortiguar la caída. Este creció un 59% respecto al año anterior, representando el 26% de la cifra de negocios, cerca de 90 millones de euros. La tendencia es similar en el conjunto del grupo, con un aumento de las ventas online del 55% en 2020. El objetivo para 2025, según el plan estratégico hasta 2025, es que el 30% de los ingresos procedan de este canal.

La potenciación de la venta por internet se ha combinado con la aperturas de nuevas tiendas físicas. “La gente sigue viniendo a las tiendas, aquí buscan una experiencia, sobre todo vienen a comprar libros”, explica Chaussat. “Trabajamos cada día más con los autores y artistas, para organizar eventos; eso solo se puede encontrar en la tienda. Esa es la combinación que queremos trabajar: una web muy potente, con más ventas, pero también abrir tiendas, quizás más pequeñas, como esta, para estar más cerca del consumidor”. La empresa cuenta con una red de 980 establecimientos repartidos entre Francia, España, Portugal, Suiza, Bélgica, Luxemburgo, Marruecos, Qatar, Costa de Marfil, Congo, Camerún y Túnez.

Tras el bache del peor año de la pandemia, el grupo francés tomó oxígeno en 2021. El beneficio neto consolidado alcanzó los 160 millones, frente al millón del año anterior, mientras las ventas superaron los niveles previos a la pandemia, con 8.043 millones, un 7,4% más que en 2020 y un 8,2% más que en 2019. En la península Ibérica se facturó un 6,5% más, hasta 702 millones. La empresa no detalló de momento, al presentar sus resultados en febrero, el resultado neto en España, donde tiene unos 2.000 empleados (1.500 se vieron afectados por un ERTE en 2020, pero ninguno se encuentra en esta situación en la actualidad).

El cómic, y en especial el manga, está siendo uno de los valores al alza y el público joven al que atrae interesa a Fnac. “Hemos tenido un aumento muy interesante en el mercado de los libros, sobre todo la parte de literatura y el cómic japonés”, explica Chaussat. “El manga crece muchísimo y tiene un perfil de clientes jóvenes que nos interesa trabajar, porque también tenemos videojuegos y tecnología. Esa mezcla de tecnología y cultura creo que nos hace únicos en el mercado”, añade.

Ordenadores y móviles

La compra de la compañía de menaje del hogar Darty en 2016 por 615 millones de libras supuso un fuerte impulso a la oferta de tecnología del grupo francés, que a partir de entonces se llama Fnac Darty. “Durante el confinamiento, hemos vendido mucho hardware, tanto porque se necesitaba para teletrabajar como para que los estudiantes siguieran las clases desde casa”, explica la responsable de la filial española. “Ordenadores y móviles sobre todo, y también hemos desarrollado muchos ordenadores para estudiantes, con precios muy interesantes, para trabajar en la nube”, explica. También auriculares, sillas de trabajo y smartphones están entre lo más vendido en tecnología durante los últimos dos años.

La ejecutiva asegura que la mayor ventaja de Fnac es que no tiene ningún competidor que haga exactamente lo mismo. “Hay librerías, hay tiendas online muy potentes, pero creo que la mezcla de cultura y tecnología nos hace atractivos, con una visión abierta de la cultura, que va de los clásicos de la literatura a los videojuegos”, añade. Sobre la crisis de la cadena de suministro, afirma que la empresa ha tenido problemas puntuales, sobre todo en tecnología, pero con un impacto reducido.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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