El sol, gran aliado para el autoconsumo de las familias españolas

Sequías, inundaciones, olas de calor, terremotos, huracanes… Todos estos fenómenos están batiendo récords de frecuencia y no solo representan una amenaza concentrada en ciertas zonas del planeta, sino que cada año traen peores consecuencias para el mundo entero.

Por ejemplo, la desertificación ya no es un problema exclusivo de África. Las previsiones auguran que la Península Ibérica es una de las áreas con más riesgo de sufrir episodios de estrés hídrico severo. Para Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, “está en la mano del hombre remediar este desolador escenario, ya que no hay nada de natural en la magnitud de estos desastres, que son el precio que hay que pagar por la adicción de la humanidad a los combustibles fósiles”. Precisamente la quema de carbón, petróleo y gas es la culpable de liberar millones de toneladas de emisiones de CO₂ a la atmósfera y responsable de estar incrementando la temperatura global.

Las renovables, factor clave

Pero en medio del pesimismo también surgen buenas noticias. Una de ellas es la apuesta de Iberdrola por descarbonizar los usos energéticos a favor de las energías renovables. Las acciones que está llevando a cabo la compañía líder del mercado fotovoltaico en nuestro país, como el poner el autoconsumo a disposición de cualquier cliente, animan a pensar que quizá sí que aún estemos a tiempo de amortiguar el impacto de un calentamiento cada vez más agresivo. Para la empresa española, ni la urgencia por apostar por un mundo más sostenible ni la de poner freno a la gran dependencia energética que tenemos del exterior –y que ha quedado manifiesta con la guerra de Ucrania– son noticias o necesidades nuevas. Hace tiempo que Iberdrola viró hacia un modelo de negocio más limpio que hoy en día puede presumir de haberse adelantado 20 años a la transición energética.

Con más de 70.000 instalaciones conectadas a su red de i-DE y distribuidas por toda España, Iberdrola fomenta la reducción de CO₂ en la atmósfera

Ello le permite plantearse para 2050 el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono, según anunció la compañía a principios de mes durante la presentación de su Plan Estratégico para liderar la descarbonización de la economía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Con las más de 70.000 instalaciones de autoconsumo conectadas a su red de i-DE, puede decirse que Iberdrola lo está logrando.

Placas solares todoterreno

El autoconsumo fotovoltaico no emite ningún gas, por lo que nada va a alterar la calidad de un aire que va a resultar absolutamente inocuo para nuestros pulmones. Por el bien de su salud respiratoria, pero también cardiovascular, esta es la calidad de aire que quieren respirar muchas personas en el interior de su hogar y uno de los motivos por los que la demanda de placas solares se ha disparado recientemente.

Iberdrola lidera el mercado del autoconsumo fotovoltaico en nuestro país y todas las instalaciones ya conectadas a su red de i-DE suman más de 900 MW de potencia, lo que equivale a la capacidad de dos grandes centrales de generación de ciclo combinado encargadas de transformar la energía del gas natural en electricidad, pero que gracias al autoconsumo en esta ocasión han sido sustituidas por fuentes sostenibles y autóctonas.

La idea de producir tu propia energía para abastecer las necesidades de tu vivienda es, sin duda, atractiva, y no se puede obviar que nace de la necesidad de ahorrar en la factura de la luz, pero también del deseo de muchas familias de aportar un granito de arena en la lucha por un mundo más sostenible.

La fiebre por la energía limpia batió su propio récord el pasado verano, cuando Iberdrola llegó a conectar solamente en el mes de agosto un total de 6.100 instalaciones a su red. Este auge se debe a que el coste de la instalación de la tecnología es cada vez más asequible y que los trámites administrativos también son menores. Por ello, el uso de las renovables ya no es solo una tendencia en las grandes empresas generadoras y distribuidoras de electricidad, sino que salta a todos los hogares, y no solo a las casas unifamiliares.

Iberdrola es consciente de que en España más de dos tercios de la población vive en edificios en altura. Para ellos, la compañía energética ofrece unas alternativas de consumo colectivo que incluyen la posibilidad de ceder el espacio de la cubierta a Iberdrola para que asuma la instalación del sistema fotovoltaico, facilitando el acceso a la energía verde generada a las personas que vivan en un radio de un kilómetro.

El autoconsumo fotovoltaico no emite gas, por lo que nada altera la calidad de un aire que resulta inocuo para los pulmones

“El autoconsumo contribuye a la descarbonización y al ahorro de los consumidores, tanto empresas como personas, aumentando la competitividad, reduciendo la dependencia energética de nuestra economía y fomentando el empleo local. Y ahora Iberdrola lo pone al alcance de todos, tengan o no cubierta y realizando o no inversión”, afirma Pablo Pirles, responsable global de Smart Solar.

La instalación de un sistema de autoconsumo puede suponer para una comunidad de vecinos un ahorro en la factura anual del 40%, pero puede llegar a alcanzar hasta un 70% en viviendas unifamiliares. Para los escépticos, Iberdrola aclara de dónde procede este ahorro: “Por una triple vía; la energía producida por la instalación que el cliente no tiene que comprar, la compensación por los excedentes de energía no consumida, que es vertida a la red, y por menores impuestos”. Con el autoconsumo no solo se reducen las emisiones propias de CO₂ también las de otras muchas personas.