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España, tierra prometida para el desarrollo de biometano purificado a partir de residuos

Nuestro país tiene la necesidad de descarbonizar, de ayudar al mundo rural y de ganar soberanía energética. Cuenta con materia prima abundante en cultivos, bosques, fábricas, ciudades… Y con empresas especialistas como Redexis para convertir los residuos en gases limpios y con entronque económico local

Según Sedigas, en 2030 el biometano podría cubrir del 10% al 25% de la demanda de gas natural española, complementado con hidrógeno y gas de síntesis.
Según Sedigas, en 2030 el biometano podría cubrir del 10% al 25% de la demanda de gas natural española, complementado con hidrógeno y gas de síntesis.

Imaginemos una familia apurada para llegar a fin de mes, con los costes energéticos de vivienda y vehículo entre los culpables. Puede decirse que sus cuentas dependen de actores externos, algunos tan lejanos y tan ajenos como los proveedores de crudo o gas natural y, por si fuera poco, de los vaivenes de las tarifas.

Pero la necesidad es la madre del ingenio: en esa familia hay manitas con conocimiento para convertir sus desechos orgánicos, desde los restos de comida a las podas del jardín, en gas para sus usos domésticos. Aunque no cubra todo su consumo, alivia lo suficiente el gasto para destinar ese ahorro a otras necesidades, otras inversiones. No solo sanean su economía: ganan autonomía y capacidad de decisión.

Si proyectamos este caso hipotético a todo un país, España sin ir más lejos, con un 69,1% de dependencia energética exterior (últimos datos oficiales, de 2021, bastante antes de la invasión de Ucrania), se entiende el carácter estratégico de la infraestructura que desarrolla la compañía energética Redexis, especialista en generar biogás y biometano a partir de residuos orgánicos.

El biometano ayuda al desarrollo y la transformación de la España rural, contribuyendo a la agenda de recuperación económica y también a la lucha contra el reto demográfico

La tecnología que lo consigue se llama digestión anaeróbica y no es inédita; de hecho, imita un proceso desarrollado por la naturaleza quizá desde el origen mismo de la vida: la descomposición biológica de la materia orgánica en ausencia de oxígeno, con el gas como subproducto del proceso.

Lo novedoso, y lo prometedor, es cómo esta técnica optimiza la capacidad y la eficiencia hasta la escala industrial, cómo trata cada vez más tipos de materias primas, cómo purifica el biogás (que en ese momento contiene entre un 50% y un 70% de metano) y lo enriquece hasta el 97% para generar un producto mucho más versátil en usos: el biometano.

Versatilidad de usos

Con una pureza comparable a la del gas natural, el biometano lo mismo se emplea para calefacción y refrigeración de viviendas o locales que como combustible en cocinas o industrias pesadas, donde los procesos con altísimas temperaturas son muy difíciles de electrificar.

También sirve para transportar personas y mercancías en vehículos de combustión que utilizan gas natural sin necesidad de realizar ninguna modificación en ellos, y produce calor y electricidad en sistemas de cogeneración, hoy vitales para que el mix energético responda al volumen y los picos de demanda. Aquí puede sumar ingresos adicionales mediante la venta de energía renovable y derivados del refinado como fertilizantes orgánicos.

“Hablamos de un modelo puro de economía circular ⎯apunta Miguel Mayrata, director general de Redexis Renovables⎯, no solo alineado con los grandes objetivos de energías renovables, gestión de residuos y neutralidad en carbono, sino con otras necesidades geoeconómicas de España y Europa como la reindustrialización y la soberanía energética”, especialmente tras las crisis encadenadas por pandemias, cadenas de suministro y conflictos. “Con la producción de biometano damos un paso más como país en la apuesta por la transición energética, la producción de energía a nivel local y la economía circular, aportando una energía neutra en emisiones al sistema energético y contribuyendo a la gestión sostenible y eficiente de los residuos agroganaderos. En Redexis Renovables estamos de esta forma firmemente comprometidos con las comunidades locales, apostando por su progreso y bienestar”, añade Miguel Mayrata.

El sector pide apoyo a los estados miembros en favor del biometano, en línea con el Plan REPowerEU, que propone para 2030 una producción similar al 10% del consumo comunitario de gas natural.
El sector pide apoyo a los estados miembros en favor del biometano, en línea con el Plan REPowerEU, que propone para 2030 una producción similar al 10% del consumo comunitario de gas natural.

Esta industria emergente se alimenta de recursos locales, desde biomasa de cultivos y montes a desechos ganaderos (purines, estiércol, gallinaza…), pasando por restos de la industria agroalimentaria (a los que se unirán los domésticos con todo su potencial), de vertederos, residuos sólidos urbanos y lodos de depuradoras.

Es decir, se trata de una materia prima renovable abundante, bien repartida en el mapa y con una demanda equilibrada por parte de la industria: según un estudio de Sedigas, un 36,1% de biometano se obtendría de cultivos intermedios, un 17% de materia forestal, de residuos ganaderos el 15,6%, y el 15,2% de residuos agrícolas.

La economía circular del biometano enlaza necesidades y soluciones. Su desarrollo a escala nacional es al mismo tiempo capilar, porque estimula industrias subsidiarias y logísticas de recogida, transporte y pretratamiento de residuos. La revalorización de los restos de campos y granjas podría aliviar el sector primario y aportar medios de vida a extensas zonas rurales sin relevo generacional.

La materia procedente de talas y clareos contribuye a una gestión forestal que los expertos reclaman como medida básica para prevenir grandes incendios, esos que en una sola noche evaporan años de inversiones medioambientales por la masiva cantidad de CO₂ liberado. Su contribución a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (metano y CO₂, sobre todo) no sólo es directa al sustituir a combustibles fósiles y fuentes no renovables; también indirecta porque ayuda a mermar ese 5% del total que procede de la gestión de residuos, la mayor parte en vertederos.

“El biometano representa una alternativa sostenible con beneficios ambientales, económicos y sociales que necesitamos con urgencia. Puede desempeñar un papel crucial en la transición hacia un futuro energético más limpio”, añade Miguel Mayrata.

En este contexto, las empresas gasistas juegan un rol clave, puesto que su función pasa ineludiblemente por hacer llegar estos gases renovables a sectores que, de otro modo, serían muy difícilmente descarbonizables.

Bases de una industria en tres preguntas

1. ¿Qué es el Grupo Redexis? 
Es una compañía de infraestructuras energéticas que cuenta con un modelo de negocio sostenible y responsable, comprometida con la transición energética y el desarrollo económico. Dentro del grupo se realizan actividades de operación y mantenimiento de redes de transporte y distribución de gas natural y GLP, además de la inyección de biometano en sus redes de distribución. Posee más de 12.000 kilómetros de infraestructuras gasistas propias en 14 comunidades autónomas y mantiene un sólido plan de inversiones, con más de 1.500 millones de euros invertidos desde 2010..

2. ¿Qué es Redexis Renovables? 
Es una compañía del Grupo Redexis enfocada en la producción de gases renovables, especialmente biometano e hidrógeno verde. Cuenta con plantas de producción de biometano en propiedad en Castilla y León y en la Región de Murcia y en tramitación a través de sus sociedades participadas. Asimismo, participa de forma activa en la producción de hidrógeno verde, y pronto operará una planta de producción en Castilla y León. 

3. ¿Cómo es la planta que Redexis Renovables gestiona en Soria?
Redexis Renovables realiza una importante inversión para renovar y potenciar la planta de Energy Green Gas Almazán para aumentar su capacidad de tratamiento de residuos y comenzar a producir biometano para ser inyectado en la actual red gasista del municipio. La planta de Almazán (Soria) puede recibir hasta 52.000 toneladas anuales de bio­rresiduos, genera 21,5 GWh/año de biogás y pronto inyectará biometano en la red gasística. Su objetivo es generar cerca de 20 GWh/año, que podrían abastecer a unos 3.170 hogares. Además, también contemplan la construcción de una planta de compostaje para la producción de biofertilizantes.


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