Las grandes empresas de hostelería y comercio mejoraron sus resultados un 25% el año pasado, según el Banco de España

Las grandes empresas mejoraron sus resultados el año pasado. Así se refleja en los datos de 2024 de la Central de Balances Trimestral del Banco de España, que reúne información contable de unas 1.000 compañías, sobre todo de tamaño grande y que representan un 11% de la actividad total de las sociedades no financieras. El resultado ordinario neto (RON), aquel que refleja las ventas menos las compras y añade los gastos de personal, las amortizaciones y los gastos e ingresos financieros, subió el año pasado un 12,1% respecto al ejercicio anterior.

Aun así, las cantidades que facturaron estas empresas recogidas en la muestra fueron inferiores al año 2023 en un 1,8%, debido sobre todo al comportamiento de las compañías energéticas y de refino, cuyos precios de venta se desplomaron. Sin estos sectores, estas empresas arrojaron un incremento medio de la cifra de negocios del 2,9%, lo que supone una mejora sobre el aumento del 2,3% que se registró en el ejercicio precedente.

El comportamiento del resultado ordinario neto (RON) varió mucho por sectores. El de la industria sin el refino de petróleo avanzó un 15%. En comercio y hostelería mejoró un 25% después de la caída del 14% en 2023, aunque este último dato pudo estar condicionado por el comercio minorista de combustibles. En energía retrocedió un 1,7%. Y en el resto de actividades se elevó un 33%, impulsados sobre todo por la buena marcha de las empresas de transportes y de los holdings. Tomando el total de la muestra, el 55% de las empresas mejoraron su RON, mientras que el 43% lo empeoraron.

Los incrementos del RON se sustentaron en una mejora de la actividad, medida como el valor añadido bruto (VAB), esto es, las ventas menos las compras de insumos sin tener en cuenta el gasto en plantilla. El VAB creció un 5,1%, una expansión ligeramente más moderada que el 6,2% anotado el año anterior. También contribuyeron con fuerza los ingresos financieros, que se dispararon un 19%, principalmente por los préstamos que se producen entre compañías. La actividad y los ingresos financieros compensaron el incremento del gasto en personal y en intereses. El gasto en plantilla aumentó un 4,9% y el financiero, un 11,9%.

Aunque el empleo sigue avanzando a buen ritmo, en general se detecta una moderación. Este creció un 2% en lugar del 2,7% que sumó en 2023. La partida de personal engordó un 4,9% frente al 8,5% que escaló el ejercicio precedente. Y la remuneración media repuntó un 2,8%, por debajo del 5,7% que aumentó un año antes. La moderación de los precios ha sido clave en este sentido.

La rentabilidad del activo subió un poco hasta colocarse en cotas algo superiores a las de 2019. Esta se cifró en 2024 en el 7,4% en promedio, aunque con resultados muy diferentes por sectores. Ahora bien, en términos reales, una vez restada la inflación, la rentabilidad todavía sigue siendo algo inferior a la que había antes de la pandemia y a la que lograban antes de la crisis financiera.