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La tarifa regulada del gas sube un 10% a partir de este miércoles

En el caso de los bloques de pisos con caldera comunitaria, el encarecimiento será aún más acusado, de entre el 13% y el 18%

Un técnico instala un contador individual en un radiador doméstico.
Un técnico instala un contador individual en un radiador doméstico.Aitor Sol

La tarifa regulada de gas natural (TUR, la más habitual y, desde el estallido de la crisis de precios, también la más económica) subirá un 10% de media en el primer trimestre del año respecto al periodo octubre-diciembre, un aumento que responde, sobre todo, al repunte de la demanda propio del invierno (las calefacciones, ahora sí, operan a pleno rendimiento en Europa). En el caso de la TUR vecinal, la que aplica sobre bloques de pisos con caldera comunitaria, el aumento es de entre el 13,5% y un 18,3%, en función de su consumo total, según lo publicado este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Pese a este incremento a partir del 1 de enero, la tarifa regulada individual, la más común, queda un 22% por debajo del valor que llegó a alcanzar en el primer trimestre de 2023, el invierno más crudo de la crisis energética. Con la llegada de la primavera, la subida tarifaria debería remitir, como ocurre prácticamente todos los años.

La tarifa regulada individual se subdivide en tres categorías: la TUR1, con un consumo equivalente al de una familia que utiliza el gas para cocinar y tener agua caliente, pero no para calefactar el hogar, cuyo precio aumenta un 8,9% a partir del miércoles; la TUR2 (cocina, agua caliente y calefacción), que sube un 10,5%; y la TUR3, para pequeñas y medianas empresas (pymes), que se encarece un 11,6%.

La fórmula de cálculo actual impide que se produzca un encarecimiento de la materia prima que habría elevado aún más el coste final. Al tomar como referencia el precio del barril de petróleo, que cae un 6% de media en este periodo y no el principal índice europeo del gas natural (el TTF holandés, que sí ha subido con fuerza), el resultado final es que el coste del gas en origen cae algo más del 2%. Un resultado al que contribuye, en menor medida, la depreciación del euro frente al dólar. El sobrecargo estacional, en cambio, es de casi el 6%, y el que hace que el resultado final sea oneroso para el consumidor final con tarifa regulada. Los que están en el mercado libre se rigen por lo firmado con su empresa suministradora.

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