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El FMI rebaja dos décimas las previsiones de crecimiento para España en 2024, hasta el 1,5%

La economía seguirá creciendo por encima de la zona euro, que sigue rezagada respecto a EE UU y China

OMC Trasporte Marítimo
La terminal de contenedores del Puerto de Barcelona.Alejandro Garcia (EFE)
Lluís Pellicer

Las subidas de tipos de interés siguen pasando factura a la economía de la zona euro. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado este martes sus previsiones de crecimiento de 2024 para la economía de los países de la moneda única, que en su conjunto apenas avanzarán un 0,9%, tres décimas menos de lo que preveía el pasado mes de octubre, y un 1,7% en 2025. El organismo con sede en Washington recorta también su proyección sobre la expansión de la economía española para este año en dos décimas, hasta el 1,5%. Ese dato está por encima de la tasa que el FMI prevé que registren sus principales socios, como Alemania (0,5%), Italia (0,7%) y Francia (1%), pero se aleja de las previsiones del Gobierno, que todavía confía en un aumento del 2% en este ejercicio. Para el año que viene, el fondo deja intactas sus proyecciones para España en el 2,1%.

El FMI esbozaba el pasado octubre, en las reuniones anuales de Marraquech, un panorama sombrío para la economía global. Tres meses después, es algo más optimista. El mundo todavía no es capaz de dar la vuelta a unas previsiones que dibujan un crecimiento mediocre para la próxima década. Sin embargo, a corto plazo sí parece que dejará atrás la escalada inflacionista y logrará el ansiado aterrizaje suave de las grandes economías. “La desinflación está sucediendo más rápidamente de lo previsto”, ha anunciado el economista jefe de la institución, Pierre-Olivier Gourinchas en una rueda de prensa.

A la vez, el organismo que dirige Kristalina Georgieva eleva también las previsiones para Estados Unidos —seis décimas, hasta el 2,1% en 2024— y China —cuatro décimas, hasta el 4,6%—, lo que le permite elevar en dos décimas las previsiones de crecimiento mundial, del 2,9% al 3,1%, según la actualización de enero de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) del fondo. También Rusia experimenta un alza de 1,5 puntos porcentuales en sus previsiones, que apuntan a un crecimiento del 2,6% en 2024 y el 1,1% en 2025 por “el aumento del gasto militar y el consumo privado”.

Esa buena nueva, sin embargo, no llega a la zona euro, que sigue asfixiada por una abrupta subida de tipos, que en poco más de un año pasaron del 0% al 4,5%. “En la zona del euro el crecimiento fue bastante moderado [en 2023] debido a la débil confianza de los consumidores, los efectos persistentes de los elevados precios de la energía y la debilidad de la inversión empresarial y el sector manufacturero, dada su sensibilidad a las tasas de interés”, señala el fondo, que también atribuye el mal dato a “una exposición relativamente elevada a la guerra en Ucrania”. Según Eurostat, la zona euro cerró 2023 con un exiguo avance del 0,5% tras acabar el año con una parálisis de la actividad económica en la locomotora alemana. La brecha con Estados Unidos, que el año pasado creció un 2,5%, seguirá ampliándose, puesto que el FMI cree que el PIB de las economías del euro este año se incrementará un 0,9% en 2024 y un 1,7% en 2025 gracias a una “mayor fortaleza del consumo”.

Como ya ocurrió en 2023, este año España seguirá siendo uno de los motores de crecimiento de la zona euro. El informe ni recoge los datos de PIB publicados este martes por Eurostat y ni detalla su análisis país por país —lo hará con la publicación de los resultados de sus misiones—, pero sí sus perspectivas. El organismo dirigido por Kristalina Georgieva augura una expansión raquítica para las grandes economías del Viejo Continente. El fondo ha rebajado otras cuatro décimas sus proyecciones para Alemania (0,5%) y Países Bajos (0,7%), que han acusado la crisis de precios energéticos y las subidas de tipos. Berlín alzará el vuelo en 2025, aunque con un modesto 1,6%, en línea con la zona euro (1,7%) pero todavía por debajo de lo que el FMI pronosticaba en octubre. La institución también señala un débil incremento del PIB en Francia (1% en 2024 y 1,7% en 2025) e Italia (0,7% y 1,1%).

El fondo sigue pidiendo a los países que, tras el esfuerzo de los últimos años, se dirijan a un proceso de “consolidación fiscal” basada en “planes viables a medio plazo”, aunque con un ritmo de ajuste adaptado a “las circunstancias específicas de cada país”. “Hay riesgo de hacer poco y tarde”, ha advertido Gourinchas en la rueda de prensa. Esa urgencia por los ajustes, junto a las débiles proyecciones para los próximos años, lleva al FMI a reformular su llamamiento a los bancos centrales. Si hace apenas tres meses les decía que en caso de duda mantuvieran los tipos elevados, ahora señala que allí donde la inflación esté bajando “con claridad” hacia los objetivos fijados por mandato, ajusten “las tasas de interés a niveles más neutrales —sin dejar de indicar el compromiso permanente con la estabilidad de precios— para evitar una debilidad económica prolongada y el incumplimiento de las metas”. Por ello, el fondo ve ya a las autoridades monetarias bajando tipos en la segunda parte del año.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.
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