El empleo crece más que las horas trabajadas por el aumento de los ocupados de vacaciones y de baja médica
La tasa de trabajadores ausentes en su puesto de trabajo alcanza el 11% frente al 8% de antes de la pandemia
Antes de la pandemia, el número de horas de trabajo efectivas (no las pactadas en los contratos y convenios sino las que realmente se trabajan) que realizaban los trabajadores españoles se comportaba de forma similar a la evolución del empleo. Sin embargo, desde entonces, la ocupación total crece por encima de las horas. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta no es que haya, por ejemplo, más ocupados a tiempo parcial o porque se estén pactando menos jornadas con menos horas, sino que el número de ocupados que no trabajaron en la semana que se les preguntó (para la elaboración de la Encuesta de Población Activa), por estar de vacaciones, de permiso o de baja médica por enfermedad o accidente ha crecido sustancialmente desde la pandemia, hasta alcanzar alrededor del 11% del total de ocupados, y no ha retornado a sus valores previos (en torno al 8%).
Así lo aseguran los investigadores de Fedea, Florentino Felgueroso, y del BBVA Research, Rafael Domenech, en la quinta edición del Observatorio trimestral del mercado de trabajo presentado este jueves, donde precisan que la proporción de personas ocupadas que no trabajaron en la semana de referencia por encontrarse de vacaciones ha crecido desde 2021, superando por primera vez el 6% de todos los ocupados. Este incremento se registró especialmente en el tercer trimestre del año -en el que se concentran las vacaciones de verano- después de una caída notable en 2020, durante la pandemia, cuando apenas el 4% disfrutó de sus permisos vacacionales, según cifras extraídas de la EPA.
En este punto, Felgueroso explica que, en los casos de actividades donde los trabajadores son sustituidos en sus vacaciones, la estadística refleja además las horas no trabajadas del trabajador titular y un empleo creado para el sustituto, lo que aumenta esta divergencia entre las horas realmente realizadas y la evolución del empleo total.
En general, la tendencia creciente del porcentaje de ocupados que disfruta de sus vacaciones, especialmente en el tercer trimestre, se inició en el año 2016, se interrumpió durante la pandemia, y retomó su senda de crecimiento a partir del 2021. Por el contrario, el porcentaje de personas que no trabajaron por motivos relacionados con enfermedades, accidentes o incapacidad temporal alcanzó su máximo durante la pandemia, y se ha mantenido prácticamente constante en cifras récords desde entonces. Es habitual que la bajas aumenten cuando el empleo va bien: hay más trabajadores y, por tanto, más bajas, aunque es cierto que, sobre todo, desde la patronal CEOE han mostrado últimamente su preocupación porque este aumento sea mayor ahora que en otros momentos de recuperación de la economía.
De hecho, una de las cuestiones, que los empresarios y los sindicatos acordaron introducir en el recientemente firmado V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), fue la necesidad de evaluar este incremento del absentismo por motivos de salud entre los trabajadores y el compromiso de optimizar los servicios médicos de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social para intentar atajar los periodos de bajas médicas.
Este aumento de las personas ocupadas ausentes de su puesto de trabajo en comparación con el período prepandemia se ha producido, además, en todas las ocupaciones, si bien fue el colectivo de técnicos y profesionales el que registró más ocupados ausentes de su puesto de trabajo, casi un 14%, frente a los directores y gerentes de las empresas que fueron los que menos faltaron a su puesto de trabajo en la semana de referencia para elaborar la EPA (apenas el 8% del total).
Hay que tener en cuenta que durante los últimos años previos a la pandemia, los profesionales que han tenido un historial menor de ausencias por estar de vacaciones, permiso o baja son los trabajadores cualificados del sector primario y los trabajadores no cualificados en general, quienes hasta la pandemia venían registrando tasas de ausencias inferiores al 6% del total en esas ocupaciones.
Asimismo, esta tendencia de más trabajadores ausentes afectó a todos los tipos de contratos de mercado, según pone de manifiesto esta investigación. No obstante, aunque ningún tipo de contrato ha registrado los valores de ausencias previos a la pandemia, la proporción de ocupados con contrato indefinido (tanto ordinario como fijo discontinuo) que no trabajaron en la semana de referencia es mayor que la de los ocupados con contrato temporal.
Los autores de este documento explican que este efecto sobre las menores horas efectivas realizadas por estar de vacaciones o de baja sería aún mayor si se incorporara a este análisis el colectivo de trabajadores que no proporcionan a los encuestadores de la EPA información sobre su jornada laboral efectiva, que rozan el millón de personas. Asimismo, Felgueroso precisa que dicha encuesta no distingue bien a los trabajadores fijos discontinuos que estén inactivos y que aparecen entre los que no trabajaron en la semana de referencia, por lo que esta circunstancia también podría modificar la foto de este análisis.
Menos finalizaciones de contrato y más despidos que antes de la pandemia
El Observatorio trimestral del mercado laboral de Fedea y BBVA Research se ocupó también de hacer un seguimiento del impacto de la reforma laboral que entró en vigor en 2021. En este capítulo, estos investigadores detectaron que el número de trabajadores que se quedaron en paro en el último año por haber terminado su contrato temporal o por estar en periodos de inactividad al ser fijos discontinuos fue menor que antes de la pandemia. Por el contrario, aquellos que en los últimos doce meses pasaron a estar desempleados por haber sido despedidos o estar en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) repuntaron en comparación con antes de la crisis del Covid.
En términos generales, el número de personas que trabajaron en algún momento en los doce meses anteriores superó los 23,6 millones, lo que supuso el máximo desde el primer trimestre de 2009. Mientras que, entre los menores de 60 años --edad que se toma como referencia para eliminar posibles salidas a la jubilación-- el promedio anual de personas no ocupadas que perdieron su empleo en los últimos doce meses, creció ligeramente y superó el 12% (aún por debajo de 2019, antes de la pandemia).
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