A Cellnex le urge encontrar un nuevo jefe

En Cellnex todo es a lo grande. Lo fue su salida a Bolsa en 2015, cuando la entonces filial de Abertis decidió volar sola; lo ha sido su gran expansión tras realizar compras por valor de 35.000 millones de euros y situarse como el primer operador de infraestructuras neutras de Europa —la compañía tiene ahora una capitalización bursátil de 24.610 millones—; y también está siendo a lo grande el cambio de etapa en el que está inmerso. En pocos días ha habido una revolución tanto en el accionariado como en el consejo de administración. Primero el pasado jueves, con la irrupción del inversor Chris Hohn (que controla el fondo TCI) como accionista mayoritario al pedir por carta la destitución del presidente, Bertrand Kan, y de dos consejeros. Y luego el lunes, con la decisión del consejo de relevar a Kan y poner en su lugar a Anne Bouverot. El objetivo es único: desencallar el nombramiento del nuevo consejero delegado, que tendrá que pilotar el nuevo ciclo de la compañía, marcado por los tipos de interés altos y la necesidad de frenar las compras y buscar la rentabilidad.

Para este nuevo ciclo hace falta un nuevo consejero delegado, tal como expresó Tobías Martínez, quien aún ostenta el cargo después de que en enero anunciase que lo dejaría el 3 de junio. Y este nombramiento lleva más de dos meses bloqueado. La revolución en el consejo llega en plena batalla para elegir al relevo, y este martes la tensión ha ido a más: tras conseguir apartar a Kan de la presidencia, Hohn, que mediante su fondo The Children’s Investment Fund (TCI) elevó su participación del 7,08% al 9,03% y se convirtió en accionista mayoritario, ha pedido que Kan deje también su puesto como consejero independiente.

“Es muy poco habitual que un expresidente del consejo de administración permanezca como consejero, una vez que se le ha pedido que se marche”, ha declarado Jonathan Amouyal, socio de TCI, a Bloomberg. La tensión se explica por el hecho de que Kan y tres vocales estaban bloqueando el nombramiento del nuevo consejero delegado, que según fuentes del mercado sería Marco Patuano, ex consejero delegado de Telecom Italia y de Edizione —el holding de la familia Benetton que hasta la semana pasada era accionista mayoritario de Cellnex—. También fue antiguo presidente del consejo de Cellnex. Amouyal ha pedido que la empresa se centre “urgentemente” en el nombramiento del consejero delegado: “El consejo de administración necesita actuar de forma conjunta. Se necesita un consejero delegado urgentemente”.

El relevo en la presidencia abre la posibilidad de desbloquearlo. Bouverot ya dijo el lunes, tras ser nombrada presidenta no ejecutiva, que ese era el objetivo: “Como se anunció en noviembre, la compañía se encuentra en el inicio de un nuevo capítulo, centrado en el crecimiento orgánico y el fortalecimiento de su balance. El consejo de administración apoya totalmente esta estrategia y está de acuerdo en que encontrar al sucesor adecuado de Tobías Martínez, que ha anunciado que dejará el cargo de consejero delegado en junio, es una prioridad clave”, dijo en un comunicado. Bouverot ha tenido cargos en Orange y fue la directora general de la GSMA, la patronal de la industria de móviles que organiza el Mobile World Congress.

Pese a lo frenético de la situación, estos cambios no han asustado a los inversores. Más bien al contrario: el viernes, Cellnex fue la única empresa cotizada en el Ibex 35 que subía, aupada por la carta de Hohn y las perspectivas que esta daba de acelerar el nombramiento de un nuevo consejero delegado. Y este martes, después de que tras el cierre del día anterior se anunciara el relevo en la presidencia, la cotización de la compañía también ha subido un 1,6% (por encima del Ibex, que lo ha hecho un 0,41%). De hecho, la acción arrastra unos meses de cierta volatilidad: desde que Martínez anunciase su dimisión, la acción ha subido un 10,8% —un incremento que se debía en parte a los rumores, no confirmados por la empresa, de una posible opa por parte de American Tower (AMT) y Brookfield—.

Lograr la rentabilidad

La decisión de Martínez, que ha dirigido la empresa desde sus inicios y lo ha hecho bajo distintos presidentes del consejo, venía motivada por el cambio de ciclo económico y por el impacto que este tiene sobre compañía. Cellnex ha basado su trayectoria en crecer rápidamente mediante adquisiciones de empresas y de torres de telecomunicaciones en los principales países europeos. Fruto de esta estrategia, su deuda ha ido subiendo, y se situaba, al cierre de 2022, en los 16.900 millones de euros. Pese a que este apalancamiento está protegido en tres cuartas partes por contratos a tipo fijo, una situación de tipos de interés altos como la actual obliga a cambiar de estrategia: terminar con la política de compras y lograr la máxima rentabilidad del perímetro actual de la compañía.

Ahora los analistas confían en que los cambios den estabilidad a la empresa, y recomiendan comprar. “Son buenas noticias para Cellnex, ya que permitirá el nombramiento de un nuevo consejero delegado”, señala Bankinter, que apunta a Patuano como principal candidato. Los analistas de Renta 4 creen que esto permitirá volver a la calma —”veremos si este nombramiento sirve para relajar las tensiones en el seno del consejo de administración”, dicen en una nota—. Y el equipo del Banco Sabadell destaca el compromiso de Bouverot con la nueva etapa de fortalecimiento del balance: “Con este cambio en el consejo, por ahora se cumple con una de las peticiones de TCI en su carta. Está por ver si en los próximos días conoceremos algún cambio adicional en la dirección de las peticiones de TCI o si simplemente con este cambio se agiliza la sustitución del consejero delegado de la compañía”.

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