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Hispasat entra en la nueva economía del espacio con su satélite Amazonas Nexus

Un cohete de SpaceX lanza el nuevo ingenio del grupo español, que ha supuesto una inversión de unos 300 millones de euros

Imagen de exposición prolongada del lanzamiento del cohete Falcon 9 de SpaceX con el satélite Amazonas Nexus de Hispasat, en una imagen tomada por SpaceX.Vídeo: EFE
Miguel Jiménez
Cabo Cañaveral (Florida) -

El día ha amanecido radiante este lunes en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos). Tras un día de retraso por el mal tiempo, eso ha permitido el lanzamiento del Amazonas Nexus, el satélite más avanzado de Hispasat, bordo de un cohete Falcon 9, de SpaceX. El Nexus, que ha supuesto una inversión de unos 300 millones de euros, abre una nueva era para la compañía, que entra de lleno en la nueva economía del espacio. Ha sido un lanzamiento más para SpaceX, pero un gran salto para Hispasat.

El lanzamiento se ha realizado desde el Complejo Espacial de Lanzamiento 40 (SLC-40) de la estación de la Fuerza Espacial de Estados Unidos en Cabo Cañaveral a las 20.32, hora local (las 2.32 de la madrugada del martes en la España peninsular), con toda la parafernalia propia de la ocasión.

Los directivos de Hispasat han cantado los últimos segundos de la cuenta atrás y luego han celebrado el éxito de la operación. La primera fase del cohete ha sido recuperada en el mar. La reutilización de los cohetes es la clave del éxito de SpaceX, la empresa fundada por Elon Musk que ha revolucionado el sector con lanzamientos más frecuentes y económicos.

El negocio espacial está en auge y con el Nexus, Hispasat abre una nueva era para la compañía. La nueva economía del espacio viene marcada por la globalidad (el satélite permitirá acceso a internet en sitios tan remotos como Groenlandia y la selva amazónica), los servicios al sector de defensa (parte de la capacidad se usará para un contrato con la Fuerza Espacial de EE UU) y la tecnología (Nexus sitúa a Hispasat en la vanguardia de la industria satelital).

El presidente de Hispasat, Jordi Hereu, destacaba en Cabo Cañaveral, antes del lanzamiento, la importancia del nuevo satélite para la compañía: “Es un nuevo gran hito para la historia de Hispasat, resultado de mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucho talento de muchas personas”, ha señalado a EL PAÍS, que ha acudido al lanzamiento invitado por la compañía. “Permitirá hacer efectivo desde el espacio el acceso universal a los derechos digitales. Damos un salto adelante en esta magnífica carrera espacial al servicio de las necesidades de la gente. El satélite es el gran antídoto contra la desigualdad digital”, ha añadido el exalcalde de Barcelona.

Amazonas Nexus es un satélite geoestacionario (satélites que se sitúan a 35.786 kilómetros de distancia del ecuador y que se mantienen fijos respecto a un observador en tierra) de alto rendimiento orientado al mercado de la movilidad aérea y marítima, que permitirá el acceso a internet de alta velocidad en todo el continente americano, los corredores norte y sur del Atlántico y Groenlandia. Está especialmente diseñado para ofrecer conectividad de alta calidad en aviones y barcos.

Es el tercer satélite que Thales Alenia Space (TAS) fabrica para Hispasat, tras los Hispasat 1C y 1D, que se pusieron en órbita en 2000 y 2002. Una vez definidas las especificaciones por parte de la compañía española, TAS, como contratista principal, es el responsable del diseño, la producción, los ensayos y las pruebas de aceptación en órbita. El ingenio cuenta con participación de la industria aeroespacial española por medio de la filial española de TAS, Sener, GMV y Aicox, entre otras.

Más flexibilidad

Los satélites eran algo rehenes de la evolución del mercado en sus zonas de cobertura. Amazon Nexus es el cuarto satélite comercial que incorpora un procesador digital transparente de última generación (DTP), que aumenta su flexibilidad porque se puede reconfigurar en órbita si se producen cambios en los escenarios comerciales previstos durante sus 15 años de vida útil.

El Amazonas Nexus ha sido liberado en el espacio 35 minutos después del lanzamiento del cohete. Tras ello, se dirigirá a su posición con propulsión totalmente eléctrica. Esa propulsión lo hace más ligero (4,5 toneladas de masa de lanzamiento) y reduce los costes de su puesta en órbita, pero dilata su llegada a su posición orbital definitiva, de modo que pueden pasar cinco o seis meses hasta que entre en servicio.

La inversión en el Amazonas Nexus es de cerca de 300 millones de euros, de los que algo más del 70% se han financiado con deuda bancaria y el resto, con recursos propios. La fabricación del satélite contó con una financiación de 129 millones de euros, que fue suscrita por cuatro entidades financieras con la garantía de BPI-France. Además, ha dispuesto de otros 80,7 millones de financiación de EXIM-Bank para el contrato de lanzamiento, así como el seguro de lanzamiento y de las operaciones iniciales en órbita.

La cobertura de zonas de gran tráfico aéreo y marítimo en un momento de explosión de la conectividad en ese ámbito, así como el incorporar misiones específicamente diseñadas para clientes para toda la vida útil del satélite, han hecho que el Amazonas Nexus tenga ya comercializada más del 60% de su capacidad, lo que la empresa considera todo un hito que impulsará sus ingresos en cuanto entre en servicio. Lo habitual son acuerdos comerciales más cortos y que un satélite se lance con aproximadamente un 30% de su capacidad vendida.

Contratos

Entre los contratos principales con que cuenta de partida el Nexus está uno con Tusass (antigua Tele Greenland), la compañía nacional de comunicaciones de Groenlandia, para prestar servicios de acceso a Internet en todas las ciudades y pueblos remotos del norte y el este de Groenlandia que cuentan hoy con servicio satelital. El acuerdo, para toda la vida útil del satélite, también permitirá ofrecer servicios corporativos a compañías mineras y servirá como sistema de respaldo para la restauración de los servicios de comunicaciones en casos de emergencia.

El nuevo satélite también incorpora para Artel (integrador de redes certificado por el Departamento de Defensa) la misión Pathfinder 2 de la Fuerza Espacial de EE UU. Esta misión incluye niveles de protección que cumplen con los rigurosos requisitos de seguridad exigidos por el Pentágono. Para una mayor garantía, el Amazonas Nexus está equipado con un avanzado sistema de encriptación (CNSSP-12) para la telemetría y el telecontrol, que lo hace mucho más seguro y adecuado para misiones críticas.

Además, prestará servicios a Intelsat, uno de los mayores operadores de satélites de comunicaciones y matriz de la antigua Gogo, que adquirió varios gigahercios de capacidad a bordo del Amazonas Nexus para dar servicios a sus clientes en América y en la región atlántica, específicamente para el mercado aéreo. Este contrato es exponente de la cooperación entre diversas firmas de satélites, otra tendencia de la nueva economía del espacio.

Según el presidente de Hispasat, el Amazonas Nexus “representa a la vez la apuesta por nuevos mercados geográficos, como Groenlandia o el corredor del Atlántico Norte; nuevos segmentos de negocio interesantes como la movilidad, tanto aérea como marítima, y también la definición de un mayor y mejor servicio, por la mejora de la conectividad digital”. “El satélite es una gran infraestructura de telecomunicaciones que nos permite hacer llegar la conectividad digital y otras señales como televisión y radio allí donde otras tecnologías de momento no pueden llegar”, ha añadido.

El grupo Hispasat está controlado por Red Eléctrica Corporación, que opera con la marca Redeia. Su presidenta, Beatriz Corredor, también destacaba antes del lanzamiento en Cabo Cañaveral, la importancia del nuevo satélite: “Redeia es un grupo que se dedica a gestionar de forma neutral infraestructuras esenciales y críticas. Es la primera vez que desde Hispasat se lanza un satélite formando parte de la familia de Redeia y para nosotros es la culminación de un proyecto de compañía dedicada a servicio público de interés general en un momento crítico como es la apuesta por la transformación digital y la transición ecológica. Ambas cosas tienen mucho que ver con la finalidad de este satélite”, ha dicho.

“Después de la pandemia todos estamos seguros de que la conectividad es imprescindible como un servicio necesario para garantizar los derechos digitales de toda la población. No están igualmente garantizados los derechos digitales, porque dependen mucho de la tecnología a la que tienen acceso. La fibra óptica es una tecnología que no está distribuida de forma uniforme y hay determinadas necesidades que no pueden cubrirse con una infraestructura terrestre. Y el satélite garantiza la conectividad en la movilidad aérea, la movilidad marítima y la cobertura de regiones remotas para poder dar acceso a servicios públicos”, ha añadido Corredor.

Hispasat opera nueve satélites geoestacionarios en seis diferentes posiciones orbitales con los que ofrece servicios a todo el continente americano, Europa y el norte de África. El Amazonas Nexus se convierte con su lanzamiento en la joya de la corona del grupo.

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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