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El auge de la siniestralidad amenaza al seguro agrario

Agricultura elevó las subvenciones a las primas en el nuevo Plan para mantener el interés de su contratación por empresas y asegurados

Vista del pantano de Rialb (Barcelona), el pasado 24 de noviembre.
Vista del pantano de Rialb (Barcelona), el pasado 24 de noviembre.Lorena Sopêna (Europa Press)

Heladas generalizas en los meses de primavera, sequías, pedriscos, lluvias torrenciales e inundaciones. El seguro agrario se ha visto arrastrado en el último año a unas cifras récord de siniestralidad que han desajustado las cuentas de las entidades aseguradoras, con el consiguiente impacto negativo sobre las primas a pagar por agricultores y ganaderos con más recargos y menos bonificaciones en algunas líneas. En este contexto, el Ministerio de Agricultura, para apoyar la viabilidad del conjunto de la actividad aseguradora, de las entidades y de los agricultores, ha dispuesto en el nuevo Plan para 2023 un aumento en 10 puntos de las subvenciones para el pago de las primas de las pólizas elevando su aportación a la cifra récord de 317,7 millones de euros.

El seguro agrario, junto a las ayudas de la PAC, se considera una pieza clave en la política agraria para garantizar rentas y la viabilidad de las explotaciones frente a los efectos del cambio climático, donde las cifras de las entidades aseguradoras son el mejor termómetro para certificar un aumento de la siniestralidad con fenómenos más frecuentes, más violentos e impredecibles en periodos del año que antes no se sucedían.

Según los datos provisionales manejados por el pool de entidades aseguradoras, la siniestralidad hasta el pasado 30 de octubre contemplaba ya unas indemnizaciones de 714 millones de euros, frente a unas primas de 707 millones. Esos datos suponen un incremento medio de la siniestralidad del 7% en relación con la registrada en las mismas fechas en 2021, año donde las indemnizaciones ascendieron a 222 millones de euros. Las previsiones apuntan a una amplia superación de la cifra máxima de siniestralidad, que data de 2012, con 732 millones de euros por la sequía generalizada de ese periodo.

La superficie afectada hasta la fecha por un siniestro alcanza a casi dos millones de hectáreas, donde en el volumen de las indemnizaciones destacan las correspondientes a los frutales por heladas y las lluvias torrenciales, muy especialmente en los cítricos en Levante, seguidos de los cereales de secano, el almendro o la uva de vinificación. En total suman 110.000 siniestros, a los que se agregan otros 80.000 en el sector ganadero, básicamente por la falta de pastos, seguido de siniestros por enfermedades y accidentes.

En conjunto, el sector agrario mantiene unos niveles de contratación de más de 400.000 pólizas, con un capital asegurado que aumenta cada año y que al mes de octubre ya se elevaba a 14.000 millones de euros, frente a los 15.590 del pasado. En este sentido, también se espera que en el capital asegurado se logren unas nuevas cifras récord por encima de los 16.000 millones, en cuanto sigue abierta la contratación de seguros importantes como los cereales, el olivar o el viñedo y donde se añade el mayor precio de los productos asegurados. Estas cifras se hallan lejos del valor de la producción final agraria de los últimos años, de unos 56.000 millones de euros, pero ya suponen casi la mitad del valor de la producción final agrícola, donde no se contemplan los productos ganaderos, que se eleva a unos 34.000 millones.

Importante incremento

Desde la consideración del seguro como una actividad clave en la política agraria, la misma ha registrado en los últimos años un importante incremento de los fondos destinados al mismo desde Agricultura para apoyar el pago de las primas. Frente a los 211 millones dispuestos por el Ministerio en la década anterior, el presupuesto para 2023 supone un incremento de 60 millones de euros sobre el inicial de 2021 y un 50% más que en 2020 para situarse en la cifra récord de 317,7 millones de euros, a los que se suma las cantidades dispuestas por cada comunidad autónoma en función de sus prioridades en el sector agrario y que, en conjunto, suponen una media de otros 100 millones de euros.

La aportación del Ministerio de Agricultura para este ejercicio supone aumentar en 10 puntos la subvención base que percibe la mayor parte de los asegurados. En esta línea, para este Plan 2023, la subvención media se acerca al 40% frente al 32% del año anterior. Ese porcentaje aumenta en función de las circunstancias de cada agricultor o ganadero en diferentes porcentajes si se trata de agricultores profesionales, de organizaciones de productores, cooperativas, de explotaciones prioritarias o de jóvenes, pudiendo llegar las mismas hasta un 65% del importe la prima. Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganadores (UPA) se mantiene la necesidad de aumentar más los apoyos a las explotaciones de los profesionales y activos como prioritarios de las ayudas, tal como se contempla en el Plan Estratégico.

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