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Los costes de producción disparados ponen contra las cuerdas al sector del pollo

Las organizaciones agrarias reclaman a Agricultura que investigue de oficio miles de contratos de integración y que se cumpla la ley de la Cadena Alimentaria en todas las fases

Vista de una granja avícola, en una imagen de archivo.
Vista de una granja avícola, en una imagen de archivo.

El sector del pollo, a través de las organizaciones agrarias, reclamarán este lunes a los responsables del Ministerio de Agricultura que se cumpla la ley de la Cadena Alimentaria para que los granjeros perciban de las empresas integradoras unos precios que remuneren los costes de producción a cargo de los ganaderos. De igual forma, pretenden que la Administración lleve a cabo controles de oficio sobre los miles de contratos suscritos para ver si los mismos cumplen las exigencias contempladas en la ley.

Para los granjeros, las bajas compensaciones pagadas por las integradoras no cubren los costes a su cargo, por lo que están produciendo sin una remuneración justa a su trabajo. “Muchas granjas”, señala el responsable del sector de UPA, Román Santalla, “son propiedad de jóvenes que han hecho elevadas inversiones en sus instalaciones con créditos, y deben seguir en la actividad para poder devolverlos. Tienen derecho a que se les paguen sus costes”. Pese a este contexto, no se prevén cierre de granjas y, por tanto, problemas de abastecimiento de pollo.

El sistema de producción integrado supone que un granjero recibe pollitos, piensos y tratamientos veterinarios de la empresa para la crianza de los animales, mientras él pone, además de su trabajo, unas instalaciones adecuadas para la cría con elevados costes tanto en electricidad como en gasóleo y otros medios de producción. Este es el sistema dominante con más de 5.000 granjas y una producción que supone más del 80% de una oferta de 1,7 millones de toneladas.

A pesar de este elevado número, la realidad es que existe un elevado nivel de concentración: casi el 30% del mercado está bajo el paraguas del grupo Vall Companys, tras la integración de Sada. Uvesa cuenta con el 13% de cuota y Avinatur, con el 10%. Las cooperativas Coren (8%), AN o Guissona (ambas con alrededor de un 6%) completan la foto fija del sector. Unos y otros deben enfrentarse igualmente a las estrategias de venta de la gran distribución.

Según los datos de los granjeros, estos perciben una compensación de costes por el empleo de sus medios de producción y su trabajo de entre de 0,15 y 0,16 euros por kilo, unos 0,40 euros por un pollo de peso medio. Con la crisis, además de los piensos, también se han disparado los costes de los medios de producción aportados por los granjeros, especialmente la energía. Los ganaderos denuncian, además, el aumento en el precio de venta final del pollo en los lineales, sin que esos mayores ingresos hayan llegado a sus manos.

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