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El Ibex 35 sufre la peor caída desde el inicio de la sexta ola

La Bolsa española se ha desplomado un 3,43% y ha perdido los 8.200 puntos. Los mercados globales sufren fuertes pérdidas por el recrudecimiento de las tensiones en Ucrania

Matteo Allievi
Imagen de la Bolsa de Madrid.
Imagen de la Bolsa de Madrid.Vega Alonso del Val (EFE)

El avance de las tropas rusas en Ucrania y el endurecimiento de las sanciones por parte de Occidente siguen proyectando sombras en los mercados mundiales. Los pocos avances de la primera ronda de conversaciones y el duro ataque lanzado contra Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, han reavivado el miedo en los parqués. El Ministerio de Defensa ruso ha pedido a los ciudadanos de Kiev que abandonen sus casas ante la inminencia de ataques en puntos precisos de la capital. Una clara señal de cómo se han intensificado los combates en el sexto día de la invasión, mientras se alejan las esperanzas de alcanzar un acuerdo.

Tras amanecer con mucha incertidumbre, las Bolsas europeas han cerrado este martes con fuertes caídas. El Ibex 35 se ha desplomado un 3,43% y ha perdido los 8.200 puntos. Dentro del selectivo español, Pharma Mar (+8%), ArcelorMittal (+2,3%) y Repsol (+2%) se anotan las mayores subidas. En el lado contrario se sitúan la aerolínea IAG (-7%), la energética Endesa (-7%) y el banco Sabadell (-6,8%). En el resto del Viejo Continente, Fráncfort, París, Milán y el Eurostoxx 50 han cedido alrededor un 4%, mientras que Londres ha conseguido frenar sus bajadas a un 1,7%. Wall Street también cotiza en negativo: al cierre de los mercados europeos el Dow Jones perdía un 2%; el Nasdaq Composite y el S&P 500 un 1,3%.

La volatilidad lleva desde el comienzo del año apoderándose de los mercados financieros. “Durante las próximas semanas veremos muchos giros y hay margen para más caídas, aunque la mayoría de las crisis geopolíticas se resuelven relativamente rápido”, ha apuntado Andy Kapyrin, codirector oficial de inversiones de RegentAtlantic en declaraciones recogidas por Bloomberg. Los operadores de Bolsa se preguntan si Rusia anunciará contrasanciones, que pueden implicar el cierre del grifo de materias primas. Los cortes en el suministro de insumos, como energía y cereales, amenazan con alimentar aún más la inflación y frenar el crecimiento pospandemia, justo cuando la Reserva Federal se prepara para subir los tipos de interés.

Sin embargo, los analistas creen que si el escenario bélico se complica, los bancos centrales podrían cambiar su hoja de ruta en la regulación de la política monetaria para evitar que la economía pierda fuerza. Según Philippe Waechter, jefe de Investigación económica en Ostrum AM, la tendencia de los precios al alza se mantendrá durante más tiempo del previsto por el Banco Central Europeo. “El principal riesgo es una reducción de la producción en Ucrania de trigo, maíz, cebada y girasol, lo que significará que la contribución de los alimentos a la tasa de inflación aumentará en los próximos meses. Además, las tarifas energéticas seguirán siendo elevados”, asegura en una nota de prensa.

A medida que los Gobiernos internacionales ponen sobre la mesa más sanciones, aumenta la lista de empresas que corta sus lazos con Rusia. La compañía petrolera y de gas Shell ha roto este lunes sus relaciones con el gigante energético Gazprom y pretende poner fin a su participación en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, proyectado para transportar gas directamente a Alemania sin pasar por Ucrania. Las empresas de sistemas de pago Visa y Mastercard han empezado a bloquear algunas instituciones financieras rusas en sus redes, lo que complica realizar transacciones con tarjeta de crédito en Moscú. A la vez, las redes sociales, como Facebook, Instagram y TikTok están restringiendo el acceso a los canales de medios rusos para reducir la propaganda y evitar la desinformación.

El rublo recupera terreno, tras desplomarse este lunes a un mínimo histórico. Frente a esa devaluación, el banco central ruso subió sus tipos de interés hasta el 20% desde el 9,5% para intentar apoyar la divisa. El corazón financiero de Moscú se ha visto desestabilizado por las maniobras militares emprendidas por el régimen de Vladímir Putin. La decisión de excluir algunos bancos rusos del sistema de comunicaciones interbancario internacional SWIFT y la congelación de sus activos en la UE, Estados Unidos y Canadá han limitado la capacidad de Moscú para actuar contra las presiones deflacionarias de los mercados. Según la memoria económica el propio banco, Rusia contaba a finales de 2020 con 640.000 millones de dólares de reservas internacionales.

En el mercado de materias primas, suben los precios de la energía. El precio del Brent, de referencia para Europa, se situó por encima de los 100 dólares al barril, tras tocar la semana pasada un máximo de siete años de 105 dólares después de la invasión rusa de Ucrania. El West Texas Intermediate, referente en Estados Unidos, subió hasta los 101 dólares. Desde el grupo bancario suizo Lombard Odier advierten de que la guerra llega en un momento en el que los inventarios energéticos de Europa son bajos, lo que amplifica la volatilidad del mercado. Rusia exporta 4 millones de barriles de crudo al día a Europa Occidental, alrededor del 30% de las necesidades de la región. “Con el alto riesgo de interrupción del suministro por parte de Rusia y la limitada capacidad de reserva de la Organización para la Exportación de Petróleo (OPEP), es probable que el precio del crudo siga subiendo, pudiendo alcanzar los 120 dólares al barril”, señala Stéphane Monier, Chief Investment Officer de la firma, en un análisis.

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