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La exuberancia de la recaudación permite a las comunidades autónomas registrar un superávit récord hasta septiembre

Las administraciones territoriales registraron un déficit de 51.147 millones hasta el tercer trimestre, una cifra equivalente al 4,23% del PIB. Estos números rojos son un 34% menor que los de 2020

Jesús Sérvulo González
Hospital universitario Gregorio Marañon comunidades España
Dvd1083(29/11/21) Hospital universitario Gregorio Marañon , Madrid Foto: Víctor Sainz Victor Sainz

La historia económica de España muestra cómo la recaudación por impuestos se dispara tras las grandes crisis económicas. En estas épocas de recuperación los ingresos tributarios avanzan a más velocidad que la actividad. Los expertos no suelen ponerse de acuerdo sobre si se debe al afloramiento de economía sumergida, a un efecto composición del consumo, pero lo cierto es que las arcas públicas se reponen con rapidez tras los grandes shocks económicos alimentadas también por una inflación disparada. Y esta vez no es diferente: los ingresos tributarios crecieron en octubre un 26,3% más que en el mismo mes de 2020, según la estadística publicada este lunes por la Agencia Tributaria, que refleja la exuberancia recaudatoria. “El mes de octubre es el más importante del año dado que se presentan, además de las declaraciones mensuales habituales, las declaraciones trimestrales correspondientes al tercer trimestre del año y, sobre todo, el segundo pago a cuenta del impuesto sobre sociedades que liquida el periodo abril-septiembre”, señala el organismo público recaudador en su informe de octubre.

Para dar cuenta del impacto real del ritmo de recaudación sin los vaivenes de la pandemia, la Agencia Tributaria compara la evolución de los ingresos respecto al mismo periodo de 2019, antes de la sacudida provocada por la covid-19. “La recaudación neta en octubre de 2021 fue un 10,6% superior a la de 2019 y la bruta, un 8,2%”, resalta la Agencia. “Las figuras cuyos ingresos hasta septiembre ya estaban por encima de los registros de 2019 mantuvieron, en general, su distancia y las que todavía permanecían por debajo recortaron considerablemente la diferencia”, añade. El organismo público pone de ejemplo el IVA, que ya prácticamente alcanza los niveles prepandemia. “Y eso a pesar de la rebaja del tipo de la electricidad”, precisa.

La realidad es que este efecto Lázaro de los impuestos está dando un respiro a las ajadas cuentas públicas. No solo ha sido el buen comportamiento de las liquidaciones del último mes. Hasta octubre, la recaudación acumulada en el año creció un 16,3% sobre la de 2020. Y en comparación con 2019, los ingresos de los 10 primeros meses del año fueron un 4,5% superiores.

Un vistazo a las principales figuras fiscales permite encuadrar mejor el objetivo. El IRPF, el tributo que más aporta a los caudales públicos, creció un 8,8% respecto a hace dos años cuando la economía española alcanzaba una velocidad de crucero confortable tras superar la crisis financiera y nadie imaginaba que la pandemia podría trastocarlo todo. El impuesto de sociedades avanza un 8,6% respecto a 2019. El impuesto sobre el consumo (IVA), que es más sensible a los ciclos económicos aporta hasta octubre tan solo un 0,2% menos que hace dos años tras crecer un 13,8% en octubre.

Esta magnífica cosecha tributaria permite a las administraciones públicas enjugar con rapidez sus números rojos. Las comunidades autónomas, por ejemplo, registraron hasta septiembre el mayor superávit de su historia. Las administraciones regionales presentan en septiembre un saldo positivo de 9.238 millones de euros, una cifra equivalente al 0,76% del PIB. Se trata del mayor superávit regional de la serie histórica publicada por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).

“Este resultado obedece a un incremento de los gastos del 6,7%, frente a los ingresos que crecen a un ritmo del 11,6%”, señala el Ministerio de Hacienda a través de un comunicado. “Entre los ingresos caben mencionar los impuestos sobre la producción y las importaciones, que aumentan un 39,4% alcanzando la cifra de 11.990 millones, destacando el crecimiento del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP/AJD) en un 53,2%”, agrega Hacienda. Este tributo está estrechamente ligado a la evolución del sector inmobiliario. “También aumentan los ingresos por impuestos sobre el capital en un 76,6% hasta alcanzar los 2.411 millones”.

Todas las comunidades, excepto Murcia, presentan superávit hasta septiembre. Resulta llamativo el caso de Canarias, que acumula un saldo positivo equivalente al 3,72% de su PIB, algo casi inédito en la historia presupuestaria de esta comunidad. Asturias, Andalucía, Baleares y Cantabria también reflejan superávits superiores a un punto de PIB.

Pero este rigor presupuestario no se debe solo a la buena marcha de los ingresos. También tiene mucho que ver las transferencias del Estado para garantizar que estas administraciones territoriales puedan prestar sus servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación, más estresados por el impacto de la covid. “En septiembre, la Administración Central ha transferido 9.426 millones de euros, el 70% de la partida recogida en los Presupuestos de 2021 destinada a dotar de mayor financiación a las comunidades para la cobertura de los servicios públicos fundamentales”.

Esta situación ha provocado que el déficit del conjunto de las administraciones públicas, excluida la ayuda financiera, se situase en 51.147 millones de euros hasta septiembre, lo que supone restar 26.508 millones a la cifra registrada un año antes. Es un 34,1% menos, por lo que desciende al 4,23% del PIB, según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda.

La Administración Central aglutinó la mayor parte del déficit registrado hasta septiembre, con 53.332 millones, el 4,41% del PIB y, dentro de este, el déficit del Estado se redujo a la cifra de 53.350 millones, lo que equivale también al 4,41% en términos de PIB. Por su parte, los organismos de la Administración Central registran hasta septiembre de 2021 un superávit de 18 millones.

Se reduce el déficit de la Seguridad Social

Respecto a la Seguridad Social registró hasta septiembre un déficit de 7.053 millones, lo que supone un descenso del 67,1% respecto a los 21.410 millones del mismo periodo de 2020. En términos de PIB el déficit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,58%, frente al 1,91% del mismo periodo del año anterior. Este mejor comportamiento es consecuencia de un crecimiento de los ingresos del 4,8% (destacando las cotizaciones con un crecimiento similar también del 4,5%) frente al descenso registrado en los gastos de un 4,7%.

El Sistema de Seguridad Social registró hasta septiembre de 2021 un déficit de 5.278 millones, inferior en un 32% al registrado en el mismo periodo del año anterior. En concreto, los recursos ascendieron a 123.360 millones, registrándose un crecimiento del 4,2% de las cotizaciones sociales. En el mes de septiembre el número de afiliaciones en el sistema registra un incremento respecto a septiembre de 2020 del 3,5%. Por su parte, en lo que respecta al gasto, que se totaliza en 128.638 millones, se corresponde en gran medida con el gasto en pensiones, que crece en un 3,1%. Al igual que en meses anteriores destacan los datos relativos al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que registra un déficit de 1.836 millones, inferior en un 86,7% al del año anterior. Este comportamiento se debe, en gran medida, al descenso del conjunto de prestaciones por desempleo vinculadas a los ERTE y otras medidas covid-19 que alcanzan los 4.704 millones, mientras que en 2020 el gasto se elevó en este periodo a los 11.968 millones.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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