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El gigante británico del transporte de personas National Express lanza una oferta sobre su rival Stagecoach

La salida de la pandemia acelera la consolidación de una industria obligada a conseguir el objetivo de “cero emisiones”

Rafa de Miguel
Autobuses de la compañía National Express en la estación Victoria, en Londres.
Autobuses de la compañía National Express en la estación Victoria, en Londres.DYLAN MARTINEZ (Reuters)

El gigante europeo del transporte de personas, especialmente con su servicio de autobuses, National Express, ha comunicado este martes la apertura de negociaciones para la adquisición de su rival Stagecoach. El movimiento, justo en el momento de salida de una pandemia que prácticamente congeló la actividad del sector durante más de un año, anticipa un proceso de consolidación orientado a reducir costes, mejorar la eficacia del grupo y lograr el objetivo de “cero emisiones” acelerado por la legislación actual.

National Express es un icono británico, y la nostalgia de sus trayectos de autobús por todo el país fue popularizada por el grupo pop Divine Comedy a finales de los noventa. La realidad, sin embargo, es que sus principales operaciones –e ingresos– proceden de Estados Unidos, donde opera los famosos autobuses escolares amarillos, o en España, donde es propietaria de la compañía Alsa. De hecho, su director ejecutivo (CEO) desde octubre del año pasado es el español José Ignacio Garat, de 53 años, y procedente de la empresa de paquetería Fedex, donde dirigió las operaciones del sur de Europa, Francia y el Benelux.

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Garat se pone ahora al frente de un ambicioso intento de adquisición del que este mismo martes se ha dado conocimiento formal a la Bolsa de Londres. “Bajo los términos establecidos en la combinación potencial”, dice el documento, “los accionistas de Stagecoach recibirían un 0,36% de las nuevas acciones por cada una de las que poseen, lo que daría como resultado que obtuvieran la propiedad del 25% de la nueva compañía. Los accionistas de National Express retendrían aproximadamente un 75% de las acciones”.

Stagecoach, originaria de Perth, es, en la actualidad, el mayor operador de autobuses del Reino Unido. Posee más de 8.400 buses y atiende a unos mil millones de pasajeros al año. Cubre principalmente las áreas de Escocia, Manchester, Sheffield y Londres. La combinación de ambas compañías supondría una flota de cerca de 36.000 vehículos y vagones. La operación sitúa el valor estratégico de Stagecoach en 518 millones de euros, lo que supone una prima del 18% sobre el precio de cierre de sus acciones de este mismo lunes, o del 23,2% respecto al precio medio de los últimos tres meses.

La combinación de ambas compañías, señalan unánimemente los analistas, ayudará a hacer frente a la drástica reducción de beneficios que ha supuesto la pandemia, y a la necesaria inversión en nuevos vehículos a la que van a obligar las políticas generalizadas de los Gobiernos de “cero emisiones”.

Las tornas, como ha ocurrido en otras muchas fusiones y adquisiciones de esta dimensión, han cambiado en unos pocos años. En 2009, fue Stagecoach la que intentó, sin éxito, hacerse con National Express. Por entonces, la compañía de Birmingham se hallaba enormemente endeudada y en situación de fragilidad.

De salir adelante la nueva compañía -National Express dispone aún de 28 días para hacer firme su oferta- su nuevo director ejecutivo sería Garat. Jorge Cosmen, actual presidente de Alsa, pasaría a ser el vicepresidente de la nueva entidad. El presidente sería Ray O’Toole, actual presidente de Stagecoach.

Los responsables de la oferta de adquisición calculan unos ahorros, antes de impuestos, de cerca de 40 millones de euros anuales gracias a la combinación de ambas compañías. En parte, por el uso de la red de terminales de aparcamiento de Stagecoach, muy bien localizadas por el país y que “ampliarían la flexibilidad operativa” del nuevo ente. Un tercio de los ahorros procedería de evitar la duplicidad de costes administrativos, de oficina o de tecnología informática. El acuerdo, de salir adelante, supondrá también despidos, aunque fuentes conocedoras de la operación aseguran que no será una cifra elevada. Stagecoach emplea cerca de 24.000 personas en el Reino Unido. National Express tiene a 48.000 empleados repartidos por todo el mundo.

La empresa de analistas financieros Jefferies ha recomendado cautela frente al entusiasmo desatado con el anuncio de la adquisición: “Creemos que los inversores tendrán muchas cuestiones respecto a la posible aprobación de las autoridades de la competencia o sobre el futuro crecimiento de los operadores regionales de autobús”, ha dicho en un comunicado.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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