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Cómo la fe de un inversor en Robinhood convirtió medio millón de dólares en 3.000 millones

La firma Index Ventures creyó en la aplicación cuando otros le cerraban la puerta

Jan Hammer.
Jan Hammer.

Hace ocho años, Jan Hammer oyó hablar de una nueva aplicación que permitía que cualquiera pudiera comprar y vender acciones en Bolsa sin comisiones. En ese momento, Robinhood Markets Inc. era en realidad más bien un lugar donde la gente podía intercambiar recomendaciones y consejos sobre acciones. Hammer, socio de la firma de capital riesgo Index Ventures, vio el potencial que tenía esa aplicación y organizó una videoconferencia a través de Google Hangouts con los fundadores. Les firmó un cheque de 500.000 dólares (unos 420.000 euros al cambio actual).

Esa inversión, y las otras que efectuó después Index, fue la base para alcanzar una participación que ahora, en el estreno en Bolsa de Robinhood en el Nasdaq, vale más de 3.000 millones de dólares (unos 2.500 millones de euros).

Aproximadamente por las mismas fechas del contacto inicial de Hammer, un joven socio inversor de Google Ventures llamado Blake Byers se reunió con los jóvenes fundadores de Robinhood y les habló a sus compañeros más antiguos sobre ellos. A los directivos de la división Alphabet, ahora conocida como GV, les gustó la idea de la start-up y aportaron alrededor de 250.000 dólares. Hoy, esa participación vale más de 140 millones de dólares.

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“75 inversores nos cerraron la puerta en las narices cuando estábamos haciendo la primera ronda de financiación. Pero Jan no. Él creyó en nosotros desde el principio”, se cita a Baiju Bhatt & Vlad Tenev, cofundadores de Robinhood en la propia página web de Index Ventures.

Robinhood ha generado rentabilidades excepcionales para muchas firmas de capital riesgo. La principal es Index Ventures, pero hay muchos otros inversores. NEA, Ribbit Capital y DST Global suman participaciones por un valor conjunto de 7.400 millones de dólares con la salida a Bolsa. GV podría haber estado en esa lista si hubiera invertido al mismo ritmo que esos otros socios (aunque es difícil enfadarse por una ganancia de 140 millones de dólares).

Wesley Chan, socio de GV, fue el que defendió la inversión inicial en Robinhood, pero se fue poco después, dejando a la start-up sin un firme creyente entre los demás socios, según explicó una fuente conocedora de la situación que pidió no ser identificada porque los detalles son privados. Alphabet compró otra participación en 2018 a través de un diferente vehículo de inversión, Capital G, pero para entonces, la valoración de Robinhood era de más de 7.000 millones de dólares.

Ninguno de los inversores de capital semilla, los que primero invierten en una nueva empresa, podía imaginarse siquiera el fenómeno en que se convertiría Robinhood, señala Kittu Kolluri, un exmiembro del consejo de la start-up que dirigió en 2015 una financiación para Robinhood en nombre de NEA. “Esa fue una especie de ronda de rociar y rezar (spray-and-pray, en inglés)”, recuerda Kolluri, ahora fundador de Neotribe Ventures.

Intermediaciones de Bolsa minoristas

Hammer había presentado a Kolluri a los fundadores de Robinhood Vladimir Tenev y Baiju Bhatt. Kolluri y los emprendedores conversaron sobre la empresa en un paseo por el campus de la Universidad de Stanford. La fe de Kolluri en la empresa se hizo más intensa después de hablar con el ex director ejecutivo de E*Trade Financial y se enteró de lo lucrativas que eran las intermediaciones o corredurías de Bolsa minoristas, incluso sin comisiones.

E*Trade también sirvió de inspiración para la inversión de Hammer. En publicaciones de blog y charlas, Hammer ha explicado cómo el tiempo que trabajó en General Atlantic, un impulsor de E*Trade en la década de los noventa, le dio confianza sobre una corredora de Bolsa sin comisiones. Aprendió que podían aprovechar muchas otras fuentes de ingresos. Por ejemplo, Robinhood ha generado ingresos sustanciales al enviar órdenes a las firmas creadoras de mercado de Wall Street, una práctica que metió a la empresa en algunos problemas en el pasado.

Por ello, tras la inversión inicial de medio millón de dólares, Hammer instó a Index a encabezar la siguiente ronda de financiación de Robinhood en 2014. Index siguió acumulando más capital a medida que la empresa crecía. Esas apuestas son las que al final hicieron que su participación en Robinhood no fuera solo una gran inversión, como en el caso de GV, sino una colosal.

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