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La banca se compromete ante el Gobierno a ligar la retribución de sus ejecutivos con la satisfacción de los clientes

Las entidades “refuerzan su compromiso con la sociedad” con compromisos que pasan por mantener en activo a los despedidos y favorecer la inclusión financiera

Íñigo de Barrón
AEB y CECA
José maría Roldan, presidente de la AEB y José María Méndez, director general de CECA Pablo Monge

Las asociaciones bancarias AEB y CECA han firmado un documento por el que se comprometen a promover entre sus entidades una serie de principios de actuación para reforzar su apoyo a la sociedad y canalizarlo a través de medidas específicas, como adelantó EL PAÍS. Este informe llega después de que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se enfrentara al sector financiero por sus altas retribuciones y por los despidos masivos en mitad de la crisis económica, en donde ha destacado CaixaBank, que tiene participación del Estado con un 16% del capital.

Ante la crisis originada por la pandemia, las asociaciones han sellado un Protocolo Estratégico para Reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la Banca’, “tras informar puntualmente de su contenido y desarrollo a la Secretaría General del Tesoro”, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos, como advierte el documento.

El informe incluye medidas muy amplias, y un tanto genéricas, en las que existen algunas que pueden favorecer a la sociedad junto a otras que benefician a la propia banca. Así, se cita “el fomento de la formación de la plantilla, la recolocación y asignación eficiente del trabajo, el mantenimiento de la actividad de los antiguos profesionales ahora retirados, educación financiera y digital, inclusión financiera, sostenibilidad, digitalización, y relativas a las retribuciones”. El propio presidente del BBVA, Carlos Torres, admitió hace un mes, que la banca tenía que explicar mejor a la sociedad cuál es su papel.

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Precisamente, en la propuesta número seis, de las ocho que tiene el documento, los bancos se comprometen a “favorecer un sistema de retribución variable que pondere, entre sus criterios objetivos de compensación, elementos de banca responsable, dando protagonismo a factores como la sostenibilidad, la digitalización y la atracción del talento”.

Banca responsable frente a las reclamaciones

Añaden que estos factores deberán estar en línea con los compromisos de cada entidad en este campo y que la retribución variable incluirá “factores no financieros con objeto de valorar la ponderación de objetivos relacionados con banca responsable”, entre los que citan “la calidad en la prestación del servicio al cliente”. Así, apuntan entre las acciones, la “inclusión entre los criterios de evaluación y determinación de la retribución variable de parámetros que recojan la satisfacción de los clientes”.

El informe llega diez días después de que se conozca la Memoria de Reclamaciones, donde figura que el supervisor bancario dio la razón al cliente en 1.473 casos por el mal comportamiento de las entidades financieras, pero estas se negaron a admitirlo. El informe refleja que las reclamaciones crecieron el 45,6% durante el año pasado hasta llegar a las 21.320. Además, cabe recordar que los servicios de atención al cliente de los bancos recibieron 828.000 quejas de sus entidades.

También se ha conocido hace semanas que la CNMC analiza la forma en la que se concedieron créditos del ICO a los clientes ante las sospechas de que los bancos colocaron productos propios a los clientes, algo que no está permitido.

Poro otro lado, AEB y CECA se comprometen a crear un Observatorio para la Inclusión Financiera, “que elabore y actualice el mapa del acceso a servicios financieros en la España rural, de modo que se puedan arbitrar entre el sector y las administraciones públicas, mecanismos para ampliar el acceso a los servicios financieros básicos de la población”.

Inclusión social de los despedidos

Otro aspecto novedoso es el tercer punto del protocolo, que incluye “medidas de fomento del mantenimiento de la actividad de los antiguos profesionales en la actualidad retirados”, en velada referencia a los despedidos y prejubilados, que solo este año superarán los 20.000 trabajadores.

“El sector bancario es plenamente consciente del talento y las capacitaciones de las que disponen sus antiguos empleados, y una de sus prioridades en este ámbito es ayudar a canalizarlo de forma que beneficie a la sociedad. El esfuerzo de las entidades bancarias por fortalecer sus relaciones con distintas organizaciones sociales ha contribuido a apoyar el voluntariado, a través del cual se cubren necesidades esenciales en el plano social en línea con la estrategia responsable de los propios bancos”, afirman. Esto es otro de los puntos en los que insistió Calviño ante los numerosos despidos de empleados con cualificación técnica por sus décadas de trabajo en la banca.

La propuesta en este campo es “impulsar la incorporación de antiguos profesionales, ahora retirados, a fundaciones y organizaciones para aprovechar su talento maximizando su aportación a la sociedad”. Cita a las Fundaciones y ONG, con “actividades voluntarias y acciones sociales en favor de los colectivos menos favorecidos”. Se comprometen a “crear canales para facilitar y promover que los jubilados o prejubilados voluntarios puedan dedicarse a llevar a cabo tareas de educación financiera u otras actividades al servicio de la sociedad”.

Apoyo social al iniciarse la recuperación

Las entidades recuerdan que con “su actividad han apoyado el emprendimiento, la creación de empresas, con especial foco en las pymes, la financiación de familias y el impulso de nuevos proyectos sociales y medioambientales”. También recuerda el apoyo a la educación financiera de jóvenes y mayores, el constante impulso y financiación de iniciativas de los colectivos más desfavorecidos, y la inversión en el patrimonio histórico y cultural. “Ahora que comenzamos a ver indicios de recuperación, es el momento idóneo para demostrar que la banca, aunque afectada por las circunstancias económicas, no solo quiere mantener su apoyo a las familias y a las empresas, sino reforzarlo, por el bien del conjunto de la sociedad española”, afirma el documento.


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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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