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Luis Artero: “La inflación nos ocupa, pero en estos momentos no nos preocupa”

El responsable de inversión de JP Morgan Banca Privada solo ve presiones a corto plazo en los precios y cree que la vacuna y los estímulos han apuntalado la recuperación económica

David Fernández
Luis Artero, en la sede de JP Morgan en Madrid
Luis Artero, en la sede de JP Morgan en MadridSanti Burgos

La división de banca privada de JP Morgan es una de las más exclusivas de España. Tienen cerca de 200 clientes y para trabajar con ellos hay que tener un patrimonio mínimo de 25 millones de euros. Luis Artero (Madrid, 1967) es el responsable de inversión. “Con la pandemia hemos ganado eficacia. Los clientes se han acostumbrado a las videoconferencias, pero quieren seguir teniendo contacto personal con su banquero”, explica.

Pregunta. ¿Cómo ve la economía mundial? ¿Hasta qué punto es sólida la recuperación?

Respuesta. La solución a la crisis sanitaria, la vacuna, se ha demostrado que es efectiva. Eso hace que la recuperación esté siendo muy fuerte en China y en EE UU. En Europa vamos con uno o dos trimestres de retraso, pero la mejoría también se verá. Aunque hay una dicotomía en los niveles de vacunación entre las economías desarrolladas y el resto, el virus se ha vencido. Habrá que convivir con él, pero lo podremos mirar casi con toda seguridad como un hecho pasado. De esta crisis también se ha salido porque ha habido una reacción coordinada a nivel mundial sin precedentes de medidas monetarias y fiscales. Esos estímulos también van a seguir durante un tiempo.

P. ¿Le preocupa el repunte de la inflación?

R. Hay expertos que dicen que estamos ante un problema y otros que pensamos que la inflación nos debe ocupar, pero no preocupar. Es cierto que los precios a corto plazo sí que están subiendo. Hay varios motivos, como que se está cerrando el diferencial entre la demanda de bienes y servicios a medida que las economías se han ido reabriendo. También es cierto que al compararse con los datos de 2020 la lectura está algo distorsionada.

En el caso de la inflación a largo plazo hay dos tipos: secular y cíclica. La secular tiende a caer por el aumento de la productividad. Lo podemos observar cuando compramos un dispositivo electrónico. La inflación cíclica es la más importante y depende en gran medida de dos factores: el mercado laboral y el alquiler de viviendas. Con la crisis de la covid-19 en EE UU se perdieron 22 millones de puestos de trabajo. Se han recuperado dos terceras partes, pero todavía hay siete millones de puestos por cubrir. Eso quiere decir que todavía ese mercado laboral puede aguantar presiones inflacionistas de salarios. El alquiler de viviendas sí es un factor que puede presionar sobre el componente cíclico de los precios. ¿Vamos a tener inflación? Sí. Nuestra previsión para finales de año en EE UU es el 2,6% y del 2,1% para 2022.

P. ¿Cuándo cree que subirá los tipos de interés la Reserva Federal?

R. La Fed ya ha cambiado su forma de trabajar y ha comunicado que no le importa que la inflación media pueda subir por encima del 2%. Además, no olvidemos que su mandato no se centra solo en el control de precios sino en el pleno empleo, un rasgo que la distingue del mandato del Banco Central Europeo (BCE). Lo primero que tiene que hacer es anunciar cuándo empieza a reducir su programa de compra de deuda. Todos los meses sigue adquiriendo renta fija por valor de 120.000 millones. Ese anuncio es probable que llegue en agosto o septiembre. Jerome Powell está haciendo una fantástica labor de comunicación y de psicología de mercado. El famoso tapering es probable que se inicie a principios de 2022. En el caso de los tipos de interés, las actas de la reunión de junio de la Fed ya apuntaban a que podría haber dos subidas en 2023. Nosotros, desde luego, no esperamos que haya alzas hasta finales del año que viene como pronto.

P. ¿En qué momento del ciclo económico nos encontramos?

R. Creemos que estamos entrando en la mitad del ciclo. Ha pasado solo un año y medio mientras que en la crisis financiera, para llegar a este punto, se tardaron cinco años.

P. Si estamos a mitad de ciclo, ¿tendrán tiempo los bancos centrales de retirar los estímulos para contar con armas cuando llegue la siguiente recesión?

R. Estar a mitad del ciclo no quiere decir que ese momento vaya a durar muy poco. Podemos estar en esta fase unos cuando años más. El ciclo anterior duró 10 años y se cortó de forma abrupta por un factor exógeno. La Oficina Presupuestaria prevé que el crecimiento de equilibrio del PIB estadounidense está en torno al 1,8%. Nosotros calculamos que ese crecimiento en los próximos 10 años puede ser del 2,25%. Entre un 22% y un 25% de la población estadounidense se va a quedar trabajando desde casa. Eso puede hacer que se trabajen más horas al incorporar a una parte de la población, las mujeres, al mercado laboral y al reducir el tiempo que se pierde en los desplazamientos. Otro factor que puede impulsar el PIB es la mayor productividad.

P. En este escenario, ¿cómo recomiendan invertir a sus clientes?

R. Nuestras carteras están sobreponderadas un 6% en Bolsa frente a la renta fija y a los activos alternativos. Creemos que en los próximos 12 meses la renta variable se puede seguir comportando mejor. Por áreas geográficas, un 3% de sobreponderación está en acciones estadounidenses, un 1% en Europa y un 2% en los mercados emergentes. A principios de año teníamos un sesgo hacia sectores de crecimiento secular (tecnología y servicios de la información) y hacia crecimiento cíclico (salud). En los últimos meses, sin embargo, hemos ido cambiando hacia sectores más cíclicos como industria, finanzas y, dentro de Europa, servicios públicos y utilities, con una cierta infraponderación en consumo básico. En renta fija, hemos reducido la apuesta en deuda de alto rendimiento y mantenemos una duración bastante larga de las emisiones.

P. ¿Qué le parece el acuerdo para fijar un impuesto de sociedades mínimo en el mundo? ¿Serán las grandes fortunas el siguiente objetivo de las subidas fiscales?

R. Es una realidad que la subida de la deuda pública quizá se tenga que financiar en parte con subidas de impuestos. Pero estas subidas deberían hacerse de forma moderada, gradual y cuando la economía está algo más recuperada. Si se precipitan, se podría estrangular el crecimiento. Sobre el impuesto mínimo a las empresas, no nos parece mal. El impacto en los beneficios empresariales en EE UU será pequeño y se verá compensado con el plan de inversión en infraestructuras.

P. ¿Pagan pocos impuestos las grandes fortunas?

R. Para responderle recurriría al derecho comparado. En España hay un impuesto que existe en muy pocos países del mundo como es el impuesto sobre el patrimonio. El activo financiero en nuestro país está penalizado frente al empresarial o al inmobiliario.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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