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La ‘start-up’ que combina el poder de 600

La consultora digital Quantion obtiene beneficios ofreciendo a sus clientes desarrollos de otros emprendedores

Jordi Griful,  cofundador y consejero delegado de Quantion, con parte del equipo en su oficina de Barcelona.
Jordi Griful, cofundador y consejero delegado de Quantion, con parte del equipo en su oficina de Barcelona.Marta Fusalba

Con una pequeña dosis de sorna, el ingeniero informático Jordi Griful cuenta que aprendió a emprender “tras invertir mucho y perder más”. Poco antes de poner fin, en 2014, a 26 años en la consultora Accenture, se matriculó en un curso de formación en inversión de la escuela de negocios IESE y cofinanció varios proyectos. “Pero el éxito fue más bien limitado”, concede por videollamada. Entre las diversas razones que explicaban la falta de despegue de las iniciativas que apoyaba, el emprendedor barcelonés detectó una recurrente: “En muchas ocasiones las start-ups no explicaban bien de qué modo podrían ser útiles a las grandes empresas y estas, a su vez, no veían cómo aplicar en sus propios procesos las soluciones que les mostraban”.

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Ese fue el germen de Quantion, la “factoría” que Griful, junto a cinco socios, dos de ellos capitalistas, fundó en 2015. La empresa ofrece servicios de transformación digital y obtiene sus ingresos por dos vías. En proyectos en los que el cliente aspira a tener la propiedad intelectual de la solución, un equipo de un centenar de empleados, el 75% de los cuales trabaja en el área tecnológica de la compañía, la “explora, diseña, desarrolla y ejecuta”. En el resto de casos, Quantion se apoya en el conocimiento de 600 start-ups nacionales e internacionales para analizar distintas posibilidades y, finalmente, realizar la integración con el cliente, tarea esta última que consideran “indispensable” en labores de consultoría tecnológica. “Por lo reactivas que muchas grandes empresas son hacia innovaciones tecnológicas de terceros, que tienden a considerar como competencia, nuestra segunda línea es aún minoritaria, pero esa visión errónea va poco a poco decayendo y eso nos beneficia”, revela Griful, que asegura que su objetivo es que suponga al menos el 50% de los ingresos.

En 2020 la empresa facturó cuatro millones de euros, medio millón menos que en el ejercicio anterior, si bien “una base viva de más de 20 clientes” les augura una recuperación “sólida” tras el impacto de la pandemia. Entre ellos se cuentan El Corte Inglés, la compañía de telecomunicaciones Cellnex, el grupo audiovisual Mediapro o la firma de tratamiento de aguas Suez. “Tenemos clientes de diversos sectores. No estamos especializados porque creemos que en el negocio digital las soluciones son extrapolables. En nuestro trabajo con el comercio minorista, por ejemplo, hemos visto cómo sus desarrollos se aplican con facilidad en multitud de ámbitos”, revela el emprendedor. Quantion tiene beneficios desde 2017, que reinvierte por completo. A la financiación de la compañía también han contribuido 1,5 millones de euros aportados por el equipo fundador en varias ampliaciones de capital.

Recientemente han comenzado a ofrecer a fondos de inversión un servicio de auditoría de los proyectos que aspiran a financiar. Aunque los ingresos que obtienen de estos contratos son “residuales”, Griful afirma que hacen de la necesidad virtud: “Monetizamos una tarea que realizamos en cualquier caso, la de rastrear continuamente la oferta emergente”.

Agnosticismo

Uno de los valores que más defienden es el “agnosticismo” de su intermediación. “No tenemos ningún vínculo especial con los emprendedores que recomendamos. Ni somos comisionistas ni invertimos en sus proyectos”. Griful opone este modelo al de las consultoras tradicionales, que en ocasiones recurren a joint ventures con compañías tecnológicas, como la que se fraguó en 2000 entre Accenture y Microsoft, Avanade, cuyas divisiones en España, Brasil y Sudáfrica dirigió durante 14 años. Además, el consejero delegado de Quantion defiende que la compañía está pegada a la realidad empresarial española, dominada por la pyme.

Quantion tiene sedes en Barcelona y Madrid, y aspira a duplicar su cifra de negocio en 2023. De conseguirlo, su próximo paso será, sin abrir oficinas fuera de España, impulsar su internacionalización centrándose en los mercados del centro y norte de Europa, donde competirían bien en precio. Sin embargo, el reto más inmediato es extender su conocimiento en dos ámbitos: el acceso y compartición de datos, que Griful cree que será uno de los sectores que más se desarrolle tras el despliegue del 5G.

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