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Barcelona afronta un Mobile de transición con el apoyo de Felipe VI, Pedro Sánchez y Pere Aragonès

El Rey, el presidente español y el catalán coinciden durante más de una hora en la inauguración privada del congreso

El rey Felipe (en el centro) junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (a la izquierda), y el presidente de la Generalitat de Cataluña, este lunes en Barcelona. En vídeo, el saludo entre el rey y Aragonès.Vídeo: ALBERT GARCIA / EFE

Primero cenaron juntos. Y este lunes han vuelto a coincidir durante más de una hora en la inauguración privada del Mobile World Congress en Barcelona. En menos de 24 horas Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, han compartido mesa y pasillos por la Fira de Barcelona en un ambiente de normalidad. Nada de los desplantes de otros años, al estilo Quim Torra. Todos han ocupado su silla pese a que, como ya es habitual, ni Aragonès ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han salido a recibir al Rey al exterior de Fira. Y es que este año, más que ningún otro, el apoyo institucional es necesario. El congreso afronta su edición de transición con pocos asistentes. “Esperamos unas 35.000 personas. Volvemos a conectarnos, volvemos a vernos, volvemos a los negocios y volvemos a Barcelona”, ha afirmado este lunes el responsable del Mobile, John Hoffman.

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La edición más reducida y la más frágil del congreso de telefonía móvil ha arrancado este lunes con una gran disciplina organizativa para hacer frente a la pandemia. El recinto de Fira de Barcelona de L’Hospitalet de Llobregat, que en las últimas ediciones del congreso había albergado a hasta 109.000 personas, se ha convertido en una maquinaria de seguridad contra la covid para acoger, esta vez, a unas 35.000 personas. El Mobile inicia así una edición muy compleja pero muy esperada, ya que su sola celebración muestra el punto de partida para una cierta recuperación de las actividades económicas. A la llegada del Rey, lo han saludado fuera del recinto ferial las ministras de Industria, Reyes Maroto, y de Economía, Nadia Calviño, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, el responsable de la GSMA, John Hoffman, y el presidente del Consejo de Administración de Fira de Barcelona, Pau Relat.

“Ya lo tenemos aquí. Cataluña y la Generalitat siempre han estado con el Mobile”, ha dicho el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, tras mostrar las posibilidades de la tecnología 5G, en el pabellón de Cataluña. Para Aragonès, el Mobile es el momento de volver a la normalidad: “Un Mobile seguro y que ofrece oportunidades para Cataluña”. “Finalmente hemos podido ver a la gente cara a cara. Y aunque no hay mucha gente sí que esperamos hacer negocio”, ha explicado Liad Iluz, que forma parte de la startup israelí Picup. La primera jornada del Mobile nada tiene que ver con las ediciones precovid. Poca gente en todos sitios. Todos con la misma sensación de éxito: hemos llegado hasta aquí.

Lo primero que se han encontrado los asistentes al congreso es un complejo pero bien organizado sistema para entrar. 2.184 agentes de los Mossos d’Esquadra se ocupan de la seguridad dentro y fuera del recinto. 170 trabajadores, entre sanitarios, personal de organización y trabajadores de limpieza, gestionan las colas y zonas de espera para realizar un test de antígenos en los 80 puntos habilitados, requisito indispensable para obtener la acreditación al Mobile. Tras esperar 15 minutos en un espacio constantemente desinfectado y tras obtener un resultado negativo en covid-19, el asistente puede entrar.

En esta edición, la inmensa mayoría de los asistentes al congreso son locales. La presencia extranjera, tan habitual en los últimos años, es muy esporádica, dadas las restricciones de movilidad que hay aún en muchos países. Los hoteles de Barcelona no han recibido reservas significativas y siguen con datos parecidos a los de las últimas dos semanas: el 40% de los establecimientos abiertos y una ocupación del 35%. Además, empresas tan importantes como Google, Facebook, Samsung, Xiaomi, Ericsson, Sony o Nokia no participan presencialmente y no han enviado a sus trabajadores a Barcelona.

La ausencia de empresas es, en algunos casos, tangible. Algunas compañías, pese a no venir, han decidido mantener un espacio en el congreso, ya que de todos modos la organización no iba a reembolsar la inversión de haberlo contratado. Es el caso de Ookla, que ocupa un importante espacio central en el salón, pero cerrado, y en las paredes del stand se lee “os echamos de menos”. Este año, los expositores más grandes en el salón son los de las empresas Telco (que ocupa el espacio tradicional de Ericsson, este año ausente, y en el que han instalado un escenario en el que tocarán, entre otros, Rosario y Bon Jovi), Huawei y ZTE, prácticamente los únicos puestos en los que es posible encontrar teléfonos móviles expuestos. El Mobile hace algunos años que ha dejado de ser el congreso en el que se presentaban las nuevas generaciones de los móviles (que ahora cada marca presenta en eventos virtuales propios) para convertirse en un espacio de debate sobre los retos y nuevas formas de conectividad.

Algunas de las novedades más llamativas que se han podido ver durante la primera jornada del Mobile han sido la camiseta inteligente YouCare, de ZTE, que envía datos sobre la salud de la persona que la lleva; relojes, gafas y otros elementos cotidianos conectados a Internet; la presentación de un holograma con tecnología 5G, a cargo de la Mobile World Capital; o el control de un barco en el puerto de Valencia también mediante 5G.

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