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Merlin ya posee activos inmobiliarios por más de 12.750 millones de euros

La socimi ganó 563 millones el año pasado, un 34% menos por efecto de los extraordinarios, mientras las rentas de alquiler que cobra ascendieron a 526 millones, un 5% más

José Luis Aranda
Un hombre pasa ante un edificio de oficinas de Merlin Properties en Madrid.
Un hombre pasa ante un edificio de oficinas de Merlin Properties en Madrid. VÍCTOR SAINZ

Merlin Properties, la mayor sociedad cotizada de inversión inmobiliaria (socimi) de España, ya acumula activos por valor de 12.751,3 millones de euros. Su cartera de oficinas, centros comerciales, parques logísticos y suelos (el año pasado se hizo con un 14% de la Operación Chamartín) se revalorizaron un 5,9% en 2019. Casi en la misma proporción, un 5,2%, crecieron las rentas que percibe la compañía por el alquiler de sus espacios. El año pasado se elevaron a 525,9 millones de euros, respecto a los 499,7 millones de 2018.

Lo que no ha brillado tanto, según las cuentas presentadas este jueves por la socimi ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es el resultado final. Los 563,6 millones de beneficio neto suponen un descenso del 34% con respecto a los 854,9 millones de euros de 2018, un ejercicio en el que Merlin se anotó 170 millones de plusvalía por la venta de su parte en Testa Residencial al fondo Blackstone. Ese hecho y "la menor revalorización de los activos" son los que explican la caída del beneficio, ha explicado Ismael Clemente, consejero delegado de la compañía. Descontando los atípicos, el beneficio se eleva a 212,5 millones, un 3,6% más.

A juicio de Clemente, 2019 fue "un año especialmente activo en ocupación". De hecho, la compañía acabó el ejercicio con un 94,8% de sus espacios alquilados, frente a un 93,4% el año anterior. En la cartera de oficinas, que representa aproximadamente la mitad de los activos de la socimi, la ocupación creció hasta el 92,8%. También se incrementó en los centros comerciales hasta el 93,3%. Sin embargo, la logística mostró un ligero descenso, al pasar del 98,2% de un año antes al 97,7%. Para el primer directivo de la compañía, es una bajada coyuntural: "No creo que haya que inferir ningún tipo de tendencia", ha asegurado. 

240 millones para la Operación Chamartín

La compra de un 14,46% de Distrito Castellana Norte (DCN) fue la operación más llamativa que realizó Merlin el año pasado. DCN es la encargada del desarrollo urbanístico conocido como Operación Chamartín, una de la mayores operaciones inmobiliarias de Europa ya que rediseñará 2,65 millones de metros cuadrados de suelo en el norte de Madrid. Hasta el año pasado estaba en manos de BBVA y la constructora San José, pero la mayor socimi española compró a esta última una parte importante de su participación. Clemente ha juzgado que aportará "carga de trabajo hasta 2050" para Merlin, lo que cree que será bien valorado por los inversores a largo plazo. 

De momento, la Operación Chamartín implicará para la socimi un desembolso adicional de 49 millones en su plan de inversiones hasta 2022. En fases posteriores se requerirán otros 191 millones hasta dejar todo el suelo urbanizado y listo para edificar. Estos cálculos de la compañía se elaboran sobre el supuesto de que mantenga su participación actual en DCN; si esta variara, la aportación que debe hacer también lo haría. Clemente considera que es una inversión razonable que puede acometerse "cómodamente" reservando un 20% de la caja anual. Esta acabó 2019 en 313,3 millones, con un crecimiento respecto al año anterior del 9,2%.

En cuanto al dividendo, la propuesta del consejo de administración es repartir 0,32 euros por acción el próximo mayo, que adicionales a los 0,20 euros ya entregados a cuenta suponen un pago total de 0,52 euros por acción. Para 2020 la propuesta es mantenerlo igual, realizando el primer pago de 0,20 euros como adelanto el próximo octubre. 

 

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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