La Airef alerta de que la deuda se estabilizará en el 120% del PIB en los próximos años en ausencia de medidas

El mismo día en que Bruselas da un toque de atención a España por los riesgos que supone su elevada deuda, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) alerta de que el pasivo se estabilizará en un 120% del PIB en los próximos años si no se toman medidas. El organismo encargado de velar por las cuentas públicas explica en su último Observatorio de la Deuda, publicado este miércoles, que el rebote del PIB previsto para 2021 y los tipos de interés en mínimos lograrán reducir el tamaño de la deuda. Pero mantiene que hará falta poner en marcha un plan de consolidación para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas a medio plazo.

Según los datos publicados este martes por el Banco de España, la deuda pública ha escalado en casi 120.000 millones desde finales de 2019 hasta septiembre de este año ante las enormes necesidades de financiación que ha causado la pandemia y la repentina caída de la actividad por los confinamientos. Para ponerlo en contexto: esta cifra solo es algo inferior a los 135.000 millones de euros que se desembolsaron a lo largo de todo 2019 para pagar las pensiones. Es así que, ya en el noveno mes de este año, el pasivo del conjunto de las Administraciones públicas rebasaba los 1,3 billones de euros, un máximo histórico en términos absolutos que se corresponde al 114,1% del PIB, el porcentaje más elevado en más de un siglo.

Para finales de año, el organismo dirigido por Cristina Herrero estima que esta ratio escale hasta el 118,4% del PIB, casi 23 puntos más que al cierre de 2019, en línea con los pronósticos del Gobierno. Para 2021, calcula que este porcentaje podría reducirse hasta el 116% del PIB si se logran ejecutar todos los proyectos que el Gobierno ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado y que tendrán el respaldo del fondo europeo de recuperación. Un bálsamo de miles de millones de euros que dará un espaldarazo a la actividad económica, pero cuya gestión será un reto mayúsculo.

Según la Airef, la puesta en marcha del plan Next Generation EU, que activará inversiones y financiará políticas de gasto para reactivar la economía, tiene el potencial de reducir la ratio de deuda sobre el PIB entre 4 y 10 puntos en 2030. Aun así, insiste en la necesidad de diseñar un plan de consolidación fiscal a medio plazo una vez superada la crisis desencadenada por la covid-19. “Una reducción gradual y sostenida del déficit público hacia el objetivo de equilibrio estructural podría situar la ratio de deuda pública por debajo de los niveles previos a la pandemia a lo largo de la próxima década”, señala.

El organismo recuerda que, antes de la llegada de la pandemia, la deuda pública en España bajó a un ritmo más bajo de lo esperado pese al sostenido crecimiento económico y los bajos tipos de interés: el pasivo se redujo en tan solo 5,2 puntos porcentuales en los últimos cinco años, frente al salto de 65 puntos que dio entre 2008 y 2014 como efecto de la crisis financiera.

Daños estructurales

La Airef ya venía alertando de uno de los grandes riesgos de esta crisis atípica: que provoque daños estructurales en el tejido productivo. Entre ellos, el organismo menciona las más que posibles quiebras de empresas: un nivel de ejecución de entre el 15% y el 30% de los avales otorgados por el Estado, según la entidad, incrementaría la ratio de deuda entre uno y dos puntos de PIB en los próximos cinco años. También alerta de que, si hasta ahora la política de tipos reducidos del BCE ha reducido la carga de intereses, un empeoramiento en las condiciones de financiación impactará en la deuda.

Además, subraya el lastre que supone el gasto en pensiones, que irá creciendo en los próximos años con el envejecimiento de la población. Este será otro de los elementos que tensionarán las cuentas públicas si no se encuentran ingresos adicionales para financiarlo.