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Las empresas europeas recortan más el dividendo que el sueldo de sus ejecutivos por la pandemia

La mitad de las cotizadas españolas ajusta los pagos a sus accionistas y solo una de cada cuatro reduce el salario de los directivos

Ignacio Fariza
La sede del Banco de Inglaterra, en el centro financiero de Londres, durante el confinamiento.
La sede del Banco de Inglaterra, en el centro financiero de Londres, durante el confinamiento.John Sibley (Reuters)

La crisis sanitaria ha teñido de rojo las cuentas de resultados y amenaza con dejar en los huesos a muchas grandes empresas. En respuesta a esta situación sobrevenida —para las que pocas, muy pocas, estaban preparadas—, las compañías europeas han privilegiado el recorte de los dividendos (o, simplemente, su eliminación temporal) y la supresión de los gastos más prescindibles sobre las reducciones salariales y de bonus a los principales cuadros directivos. El accionista, en definitiva, está pagando más los platos rotos que las plantas nobles de las grandes corporaciones, según un estudio de la consultora Georgeson, que ha rastreado las últimas decisiones tomadas por las principales cotizadas del Viejo Continente. A escala global, según los últimos datos de la gestora de activos Janus Henderson, los dividendos se han hundido un 20%.

El tajo a los dividendos es especialmente acusado en dos países: Francia y España. En el primero, más de siete de cada 10 cotizadas en Bolsa han “reducido, suspendido, pospuesto o cancelado” su dividendo como consecuencia directa de la covid-19, pero también el 67% de ellas optaron por rebajar los pagos a sus ejecutivos. En el caso español, mientras que algo más de la mitad (el 51%) tomó la vía de recortar la distribución de dividendos, poco más de una de cada cuatro (el 28%) metió la tijera sobre los emolumentos de sus directivos. Todo a pesar de que “inversores y asesores de voto están cada vez más focalizados en la idea de que cuando los dividendos o los trabajadores se ven afectados por la pandemia, los directores ejecutivos también deberían 'compartir el dolor”, subrayan desde la firma neoyorquina Georgeson. “El porcentaje español es mejorable. Podríamos tomar como ejemplo a Francia o Reino Unido”, desliza Claudia María Morante, una de las firmantes del informe.

Los sueldos de los principales ejecutivos españoles partían, ante de la llegada del virus, de niveles altos. En 2019, los consejeros delegados del Ibex 35 se embolsaron, de media, 89 veces más que sus empleados, según las cifras recopiladas por este diario. Y si la última crisis es un precedente válido, la brecha entre jefes y trabajadores rasos crecerá con la recesión provocada por la pandemia: el estallido financiero de hace una década disparó la desigualdad en las cotizadas.

Razones regulatorias

En Italia, el 44% de las empresas ajustaron sus dividendos y algo menos del 30% redujeron el sueldo de sus directivos. En Países Bajos, el 34% y el 29%, respectivamente. Y en Alemania la fracción de empresas que redujo el sueldo de sus directivos fue mayor que el de aquellas que limitaron o eliminaron el dividendo: 33% y 30% respectivamente. Fuera de la Unión Europea, casi la mitad de las empresas británicas aplicaron un recorte sobre la retribución al accionista y un 45% redujo también el de sus cuadros directivos, y Suiza siguió los pasos de su vecina Alemania.

Parte de esta asimetría, como reconocen los especialistas de Georgeson —una firma que, a grandes rasgos, hace de puente entre las cotizadas y los grandes inversores—, tiene que ver con una cuestión puramente regulatoria: mientras algunas empresas, como los bancos, tienen prohibido repartir dividendos este año para reforzar su solvencia en plena recesión, la decisión de reducir o no los pagos a los cuadros directivos ha quedado al albur de lo que decidiese cada consejo de administración, sin que ningún regulador haya dictaminado nada al respecto.

“Un gran número de compañías se ha volcado, de alguna forma u otra, para hacer frente a la pandemia. Como siempre, hay también una serie de compañías que no han arrimado el hombro como se esperaba, o no han sido consistentes en las medidas adoptadas hacia su Consejo y el resto de la plantilla”, dice Morante. “Es muy probable que los inversores sean especialmente críticos y analicen con rigurosidad la coherencia que las compañías hayan mostrado en las medidas aplicadas a la retribución de sus accionistas y la de sus altos ejecutivos como consecuencia de la pandemia".

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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