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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Vamos a poder recuperar más dinero de Bankia?

La fusión facilitará la devolución de parte del rescate, pero no del total

Sede de Bankia en el Paseo de la Castellana, en Madrid.
Sede de Bankia en el Paseo de la Castellana, en Madrid.Jesús Hellín (Europa Press)
Antonio Carrascosa

Antes de discutir sobre la recuperabilidad del dinero que el Estado inyectó en Bankia en 2012 y 2013, hay que recordar algo: el dinero que el sector público inyecta para sanear un banco tiene como objetivo fundamental cubrir sus pérdidas incurridas (reconocidas contablemente) y esperadas (resultado de un análisis prospectivo, sin reflejo en la contabilidad). Es decir, el Estado lo que hizo fue asumir las consecuencias negativas de decisiones empresariales erradas tomadas en el pasado, por ejemplo, en el caso de Bankia, las que condujeron a una sobreexposición al sector inmobiliario, fruto de una gestión y unos sistemas de control interno inadecuados. Y eso se hizo porque la alternativa era la liquidación de la entidad y eso habría sido mucho más costoso para contribuyentes, acreedores, depositantes y, en general, para nuestra estabilidad financiera.

Dicho esto, ¿puede incrementarse el importe recuperado por el Estado tras la fusión con CaixaBank? Creo que la probabilidad de recuperar más dinero es mayor. ¿Por qué? En primer lugar, la integración va a favorecer un incremento de la rentabilidad por la vía de la reducción de costes y aumento de sinergias que siempre favorecen estas operaciones. En momentos de tensión en la rentabilidad bancaria en toda Europa, la fusión puede ser un alivio a corto y medio plazo. En segundo lugar, algo que obstaculiza cualquier fusión, la falta de claridad en el organigrama de la nueva entidad, aquí parece que no va a darse. La cultura gestora y de control de riesgos de CaixaBank, que es un caso de éxito tras la dura prueba de la crisis financiera española, prevalecerá en la nueva entidad y será complementada por la excelente capacidad de gestión que ha demostrado la alta dirección de Bankia desde 2012. Y, en tercer lugar, se reducen enormemente veleidades políticas que podían haber acabado afectando a Bankia, ya que no es lo mismo que el FROB tenga una participación de un 62% en un banco a que su participación en el nuevo banco esté cerca del 15%.

Lo que no debe hacerse es generar expectativas poco realistas de recuperación total de la inyección de dinero. El importe recuperado dependerá de la evolución económica y financiera de la nueva entidad que, a su vez, dependerá de la evolución de la morosidad post-covid, del futuro de la política monetaria en Europa y, especialmente, de la posible recuperación de la capitalización bursátil del sector bancario en España y en Europa. A largo plazo, recuperaremos más si el futuro de la nueva entidad y del sector financiero español es más brillante que ahora y eso, en buena parte, depende de cómo gestione el sector sus retos estratégicos: digitalización, nuevos competidores y, en general, cómo adaptar el actual modelo de negocio a la nueva realidad a la que se ya se está enfrentando el sector.

Antonio Carrascosa fue director general del FROB.

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