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Los bancos piden que el Estado cubra hasta el 80% de los créditos a los afectados por el virus

El Ejecutivo discrepa y solo está dispuesto a facilitar una cobertura alta para los nuevos préstamos que exijan las empresas por la Covid-19

Cadena de montaje de los frontales del modelo Seat León en la planta de Martorell (Barcelona).
Cadena de montaje de los frontales del modelo Seat León en la planta de Martorell (Barcelona).Albert Garcia

El plan del Gobierno para facilitar 100.000 millones en avales con los que afrontar la crisis del coronavirus está en plena negociación entre la banca y el Ejecutivo. Aunque se aprobará en el Consejo de Ministros del martes, lo que se conoce hasta ahora es que las entidades piden un 80% de cobertura. El Gobierno solo parece dispuesto a cubrir con ese porcentaje los créditos destinados a gastos corrientes (nóminas, alquiler, luz), y aplicará el 50% a las refinanciaciones de los préstamos ya concedidos.

Los detalles de los avales anunciados por el Gobierno alemán se han convertido en una guía para la banca española, pero el Ejecutivo de Sánchez recuerda que España no tiene el superávit germano, por lo que no se puede ser tan generoso. Los bancos piden medidas similares a las de otros países, como el Reino Unido, que ha anunciado avales del 75%.

Tras el anuncio de los 100.000 millones, hay que fijar el detalle y ahí está la dificultad. Según fuentes cercanas a la negociación, el Gobierno entiende que la máxima cobertura del 80% con aval público solo abarcaría los nuevos créditos que se deban conceder para los gastos generados desde que se decretó el estado de alarma. Las empresas pedirán además refinanciar sus créditos ya concedidos porque ahora no podrán devolverlos ante la caída en picado de ingresos, y para esos se propone un aval del 50%.

Fuentes consultadas del sector financiero consideran que el Gobierno debe hacer un esfuerzo para facilitar el crédito a los afectados por la crisis del coronavirus. “A muchas empresas, con un análisis de riesgo normal y la incertidumbre de cuánto puede durar esta crisis, no se les prestaría”, afirman fuentes de una entidad financiera. También creen que será muy difícil la separación entre lo que es nuevo y viejo dinero.

El Tesoro y el ICO (Instituto de Crédito Oficial) están llevando esta negociación junto a la Asociación Española de Banca (AEB), y con la intervención de algunos altos ejecutivos del sector. Los bancos reclaman que la financiación de las pymes sea del 80%, mientras que la destinada a medianas y grandes empresas pueda bajar al 65% aproximadamente, aunque este punto no está cerrado.

Primer reto: las nóminas de marzo

Las entidades temen que algunos empresarios tengan dificultades para pagar las nóminas de marzo y que esta medida, que será compleja de aplicar, no llegue a tiempo. “Hasta ahora lo que estamos notando es que las empresas han empezado a usar las líneas de crédito que ya tenían concedidas y no dispuestas. El movimiento es muy significativo. El problema será cuando no puedan cubrir con lo dispuesto por la drástica caída de ingresos”.

Además, la banca reclama cambios contables de manera que los nuevos morosos generados en esta crisis tengan una exigencia de provisiones más benigna que la actual. “Si todo lo relacionado con el virus es una situación excepcional, también la contabilidad debe ser diferente”, explican en un banco.

La discusión comenzó por la cantidad de avales disponibles. Economía empezó con 20.000 millones de euros en garantías. La patronal bancaria pidió 50.000. Y luego la cifra se subió hasta 100.000 una vez se hicieron números con los datos del Banco de España.

El Gobierno espera movilizar con esos avales entre 150.000 y 200.000 millones. Como las garantías ascienden a 100.000, implica una cobertura media entre el 66% y el 50%. Para calcular la cifra de 100.000 millones se proyectaron unas líneas similares al plan alemán, que ofrece hasta un 80% de cobertura para los préstamos a empresas. Si la facturación está entre 2.000 y 5.000 millones, la garantía se sitúa en el 70%. Y para las de más de 5.000 se estudia caso a caso.

En España la idea era que se diese un 80% para las pymes y algo menos que en Alemania para el resto. Sin embargo, el Ejecutivo quiere asegurarse de que estos avales no acaben generando demasiado déficit público que luego se traduzca en una fuerte subida de la prima de riesgo. Existe el precedente del ICO directo, que prestó en la anterior crisis unos 600 millones, de los que se perdió alrededor del 40%. Sin embargo, en estas cifras no se tiene en cuenta todo el ahorro en prestaciones de paro o las cotizaciones e impuestos que se ingresaron gracias a que se mantuvo a flote a esas empresas. Según un informe del Banco de España, de las 5.700 pymes que recibieron créditos, solo echaron la persiana el 3% frente a una tasa de cierre general del 30%.

Condiciones de solvencia, pero no de empleo

El tira y afloja está ahora en el detalle. También dentro del Gobierno. Por ejemplo, se discute si dividir los avales por sectores. Una parte del Ejecutivo piensa que así se evitaría que, incluso con los respaldos en marcha, la banca dejase a algunos sectores a su suerte sin financiación.

A priori se descarta poner condiciones para que las empresas beneficiadas ni despidan ni omitan el pago a proveedores. Algunos expertos consultados recomiendan que se añadan esas prevenciones para asegurar que el dinero fluye hacia la economía.

Sí que se establecerán en cambio ciertas condiciones de solvencia para que la banca no aproveche y coloque al Estado crédito que era ya malo de antes de la crisis del coronavirus. Hay que distinguir entre las empresas afectadas a las que hay que ayudar y aquellas que ya fueron de antes una mala decisión de los bancos y cuyas pérdidas deberían asumir estos, explican fuentes al tanto de las conversaciones entre banca y Gobierno.

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