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Gentiloni: “El coronavirus exige una respuesta fiscal coordinada de Europa”

El comisario europeo de Economía cree que lo primero es asegurar el sistema sanitario y la liquidez de las pymes

Lluís Pellicer
Paolo Gentiloni, comisario de Economía, en su oficina de la Comisión Europea en Bruselas.
Paolo Gentiloni, comisario de Economía, en su oficina de la Comisión Europea en Bruselas.© Delmi Alvarez

La economía europea no concede periodos de gracia. No han pasado ni cien días desde que Paolo Gentiloni (Roma, 65 años) tomó las riendas de la poderosa cartera de Economía en Bruselas y ya debe lidiar con su primera crisis, la provocada por el brote de coronavirus. Sosegado pero enérgico en sus mensajes, Gentiloni advierte durante una entrevista con EL PAÍS de la “llamada de atención” que supone esta emergencia para los países de la zona euro, que deben dejar de confiar en exclusiva en el Banco Central Europeo para resolver sus crisis y lanzar medidas fiscales de forma conjunta.

Pregunta. ¿La zona euro está en peligro de entrar en recesión?

Respuesta. Hay que tomarse esta situación muy seriamente y controlar su desarrollo día a día. En Europa ahora no estamos en recesión, pero los riesgos a la baja ya se han materializado y la previsión de una recuperación en forma de ‘v’ resultó ser optimista. Ya estábamos en una situación de low for long: bajo crecimiento, bajos tipos de interés y baja inflación para un largo periodo. A ese escenario le añadimos ahora los efectos del brote de coronavirus. Es demasiado pronto para tener clara la dimensión de sus consecuencias, pero está claro que nuestras economías las sufrirán.

P. La Comisión preveía un crecimiento del 1,2% para la zona euro en 2020. ¿Cómo de desfasado ha quedado ese escenario?

R. La Comisión no tiene todavía una previsión precisa, pero me parece razonable la que dio hace unos días la OCDE, del 0,8% para la zona euro. Hay que controlarlo día a día, porque al parecer el brote está disminuyendo en China, al menos en la región de Hubei, a la vez que se extiende en otras partes del mundo. Lo único seguro es que no podemos minimizar sus consecuencias.

P. ¿Tienen ya algún informe preliminar sobre el impacto del brote en la economía?

R. Sí. Las principales consecuencias se han producido en los viajes y el turismo, pero también en la moda y el lujo, el automóvil y, en general, en las cadenas de suministro del sector tecnológico y farmacéutico. También en las materias primas, por ejemplo, en el precio del petróleo. Alemania es de largo el país más expuesto, si se considera el valor de sus exportaciones a China. Después vienen Francia e Italia. Pero los efectos económicos también dependerán de la evolución del brote y de las decisiones que deban adoptar las autoridades nacionales para contenerlo. Y es obvio que por ahora el país más afectado por el brote es Italia. Además de todo eso, hay una extrema volatilidad en los mercados de valores.

P. Los ministros de Finanzas de la UE se comprometieron esta semana a lanzar políticas fiscales. ¿No era el momento de poner sobre la mesa medidas concretas?

R. Los países miembros están tomando medidas de forma gradual, dependiendo del nivel de difusión del virus. Es razonable que el primero en hacerlo haya sido Italia. Nuestras reglas fiscales ya tienen una cláusula para acontecimientos inusuales, que permite gastar dinero fuera de la contabilidad del déficit para este tipo de urgencias. Pero la clave no está en poder reaccionar a la emergencia. La clave está, primero, en la cooperación inmediata de la UE. Y segundo, en lo que vayamos a decidir en las próximas semanas para afrontar los efectos económicos a corto y medio plazo. El coronavirus exige coordinar la política fiscal a nivel europeo. No podemos imaginar la política monetaria como única alternativa, puesto que está en su límite.

P. ¿Es el momento de dar una respuesta coordinada?

R. Sí. Si no la damos ahora y esto no sirve como llamada de atención a los países, corremos el riesgo de dar a nuestros ciudadanos un mensaje muy equivocado y peligroso. Estar preparados para actuar significa definir prioridades y ejecutar medidas fiscales.

P. ¿Cuáles?

R. Lo primero es apoyar el sistema sanitario. Segundo, asegurar la liquidez de las empresas, en especial las pequeñas y medianas. Y tercero, afrontar posibles consecuencias extraordinarias en el empleo, en especial en los sectores más afectados. Hay que evitar perder esos puestos de trabajo.

P. Más allá de Italia, ¿habrá más países que se acojan a la excepcionalidad de las normas?

R. La cláusula para un acontecimiento inusual está ahí. Se ha usado en los últimos años e imagino que otros países podrían hacerlo. De momento solo hemos recibido una petición de Italia, que ahora está diez veces más afectada que otros países, pero el desarrollo del brote es muy rápido.

P. Pero si el crecimiento es menor del esperado y hay más gasto, los países van a desviarse inevitablemente de los objetivos de déficit y deuda fijados...

R. Las reglas son claras. Hay esa cláusula de flexibilidad que permite financiar medidas relacionadas con un terremoto o un brote. Punto final. A partir de aquí, necesitamos proteger nuestro crecimiento y empleo. Dentro de una semana, el Eurogrupo debería decidir medidas fiscales extraordinarias para hacer frente a esta situación excepcional.

P. Europa afronta otra urgencia en la frontera entre Grecia y Turquía. La UE arropa a Grecia sin ninguna crítica por su actuación policial. ¿Cómo lo ve?

R. La situación fue provocada porque un país prácticamente empujó a cientos de personas a intentar cruzar la frontera de otro país, Grecia, que es miembro de la UE y merece apoyo y solidaridad. Aunque entiendo que Turquía tiene un número desproporcionado de migrantes, no puede usarlos contra un país vecino. Y la UE debía reaccionar. A la vez, la defensa de las fronteras europeas no significa cancelar el derecho de asilo ni abandonar nuestros principios humanitarios. Estoy seguro de que en la gestión de la emergencia esos dos pilares serán respetados y ayudaremos a Grecia a proteger sus fronteras y a asegurar el respeto de esos dos principios.

“Es una buena noticia que España tenga senda fiscal”

P. España ha moderado de nuevo su senda de déficit para los próximos años. ¿Está de acuerdo?

Respuesta. La aprobación por parte del Parlamento de esta senda fiscal es una buena noticia. Entiendo que abre el camino para un presupuesto y obviamente la Comisión hará su evaluación sobre su borrador. Sabemos que el Gobierno está trabajando muy duro para presentar un presupuesto, que era lo que necesitábamos.

P. ¿Le preocupa que el Gobierno pueda llevar a cabo una contrarreforma en materia de pensiones o mercado laboral?

R. Siempre somos reticentes a prejuzgar cosas que no estén basadas en comunicaciones o decisiones formales, o en el presupuesto, por cierto, que es crucial. Estamos convencidos de que todas las medidas que se adopten deben tener en cuenta la necesidad de seguir reduciendo el paro y la protección de la sostenibilidad del sistema de pensiones. Pero eso es una referencia global, no es un juicio sobre medidas que aún no hemos recibido del Gobierno.

P. Se ha fijado como objetivo reformar las reglas fiscales. ¿Hasta dónde cree que podrá llegar?

R. Es un asunto que genera división, con varios bloques de Estados miembros que tienen diferentes puntos de vista. Para evitar que eso se traduzca en un bloqueo hay que conectar la revisión a nuestros retos: el Pacto Verde y la digitalización. Si somos serios con esa transición, hemos de hallar la forma de favorecer la inversión pública, que por desgracia se redujo en los últimos años del 3,7% al 3%. Y dos, la Unión Europea tiene la capacidad de cambiar sus reglas durante las crisis. Es la razón por la que digo que el coronavirus debe ser una llamada de atención para nosotros.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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