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Industria busca zonas interesadas en albergar una fábrica de baterías para coches eléctricos

El Gobierno comunica a la patronal Anfac y a varios Ayuntamientos un plan para reunir las ofertas y presentarlas en la feria China EV100

Dani Cordero

El Ministerio de Industria está confeccionando un listado de candidaturas de ciudades y comunidades autónomas interesadas en albergar una fábrica de baterías para vehículos eléctricos. El plan ha sido transmitido a Anfac, la patronal de fabricantes de automóviles, pero también a diferentes Ejecutivos locales en una reunión celebrada en la sede del ICEX el pasado 13 de noviembre. El objetivo es presentar ese mapa en un encuentro que el sector mantendrá a principios de enero en China, el mayor fabricante de baterías de ion-litio del mundo, para buscar inversores interesados.

Empleados de Volkswagen trabajan en el diseño de baterías en la fábrica alemana de Salzgitter.
Empleados de Volkswagen trabajan en el diseño de baterías en la fábrica alemana de Salzgitter.picture alliance (dpa/picture alliance via Getty Images)

Existe gran expectativa en Europa acerca de la puesta en marcha de fábricas de baterías para coches. Lo ha espoleado incluso el Gobierno comunitario bajo la pretensión de que una de cada tres puedan producirse en el Viejo Continente en 2030. De ser así, serían necesarias unas 40 instalaciones fabriles y estaría en juego el reparto de unos 140.000 millones de euros en inversiones en un territorio que es casi virgen en ese negocio. No hay ninguna inversión conocida hasta ahora que baje de los 1.000 millones de euros. Los ejecutivos de Emmanuel Macron y de Angela Merkel han impulsado dos proyectos transnacionales en ese sentido. Sin embargo, la última noticia la ofreció en noviembre la estadounidense Tesla al anunciar la construcción de una fábrica de baterías, ingeniería y diseño cerca de Berlín. Será su cuarta “gigafactoría” —término que utiliza el fabricante para designar estos centros— y la primera en suelo europeo.

España, el segundo fabricante de coches del continente, no quiere quedarse atrás en la carrera. Algunos gobiernos autonómicos, como el de Aragón, han iniciado su propio camino entablando conversaciones con fabricantes chinos para intentar captar inversiones. Ahora se ha sumado el Ministerio de Industria, que pretende hacer una carpeta conjunta para presentar las candidaturas españolas en el encuentro anual del China EV100, un evento centrado en el vehículo eléctrico en el que estarán presentes las principales compañías del sector, y que se celebrará entre el 11 y 13 de enero en Beijing.

La idea es, por una parte, buscar inversores chinos mientras se recaba ayuda financiera en la Unión Europea y en segundo lugar, profundizar en la denominada Alianza de Baterías, un movimiento de regiones y ciudades europeas que impulsan la movilidad limpia. El interés por esta industria es de tal dimensión que Bruselas pretende flexibilizar su posición sobre las ayudas de Estado en un sector que considera fundamental.

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Además de buscar emplazamientos adecuados para albergar fábricas, Industria trata de dar con proyectos de empresas o de centros de innovación que puedan ser del interés de inversores chinos. “Estamos mirando proyectos vinculados al vehículo eléctrico, pero también a tecnologías como la de la pila de combustible [de hidrógeno]”, explica Raúl Blanco, secretario de Estado de Industria, quien receta prudencia en todo el proceso que vendrá a partir de ahora y recuerda que “no es el Gobierno quién decide hacer una inversión, sino una empresa privada”.

El Gobierno de Aragón ha sido uno de los más activos. Su presidente, Francisco Javier Lambán, ha visitado China en busca de inversores, viaje que ha sido devuelto por algunas empresas interesadas. Fuentes del Ejecutivo afirman que Aragón tiene a favor contar con la planta de Figueruelas, donde ya se fabrica el nuevo Opel Corsa eléctrico; sus infraestructuras (ferroviarias y un aeropuerto con capacidad de crecimiento); el hecho de estar a 300 kilómetros de distancia de tres grandes ciudades como Bilbao, Barcelona y Madrid y, sobre todo, que Zaragoza es la única ciudad española con un programa consolidado de movilidad sostenible. Pero también se han interesado por estar en la candidatura del Gobierno la Comunidad Valenciana, el País Vasco, Navarra y la ciudad de Vigo. El alcalde de esta, Abel Caballero, explica que ya están preparando documentación con los puntos fuertes de su candidatura: “Tenemos espacio disponible, una planta [la de PSA Peugeot Citroën] que fabricará coches eléctricos, un puerto bien comunicado con la Europa atlántica... Nosotros queremos optar”.

“Ya ha habido muchos contactos con empresas de China, pero también con firmas coreanas y japonesas”, explica Blanco. Asia, que controla buena parte de la materia prima para fabricar las pilas, es el principal productor de baterías. Blanco destaca que esos fabricantes de baterías se han hecho ya una imagen de lo que España puede aportar. Tanto por la presencia de 12 plantas de coches, con cinco grupos planteando la fabricación de vehículos enchufados, como por los grandes grupos del sector auxiliar de la automoción que lideran Gestamp, Antolín, CIE o Ficosa.

Luz verde para el apoyo económico del Estado

Raúl Blanco, secretario de Estado de Industria, considera que para que alguna fábrica de baterías se consolide en España, necesita del respaldo de los Presupuestos Generales. Se trataría de manifestar un compromiso claro con el proyecto europeo de la Alianza de Baterías o ayudar a la investigación de la próxima pila de combustible, una tecnología que está todavía muy lejos de convertirse en una realidad por su alto coste de implementación.

Solo de esa forma, defiende el Gobierno, se conseguirán las ayudas a la inversión en una planta, ya que la Unión Europea solo apoyará aquellos proyectos que antes hayan contado con un espaldarazo económico de sus Ejecutivos locales. El cambio de perspectiva se sostiene en el hecho de que no se considerarán ayudas de Estado los fondos destinados a este tipo de instalaciones. La iniciativa es un salvavidas para la industria de la automoción, que, tras asumir las regulaciones y las posibles sanciones por superar determinados límites de contaminación de sus coches, han reclamado un esfuerzo de las administraciones para ayudar a la industria ante las inversiones realizadas para hacer los grandes lanzamientos de vehículos eléctricos de nueva generación. Estos llegarán al mercado el próximo año, cuando se empiecen a contar las emisiones de CO2 promedio por vehículo vendido para decidir las multas.

Pese a la novedad de la medida de hacer un mapa con las candidaturas españolas, el secretario de Estado de Hacienda destaca la necesidad de hacerlo rápido para llegar a tiempo a la cita asiática de enero. Y, sobre todo, que se ponga de manifiesto la posibilidad de buscar puntos de encuentro entre los diferentes proyectos.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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