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El BCE confía en que se vigile el alza de los precios de la vivienda en algunas zonas de España

Los bancos rechazan que haya burbuja y que sea necesario un freno al crédito inmobiliario

Íñigo de Barrón

La burbuja inmobiliaria que tantos desastres sociales y financieros creó en España y que estalló en 2008 sigue siendo el monstruo más temido por las autoridades y por eso extreman su vigilancia para que no regrese. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha afirmado este jueves que confía en que el Banco de España y la Autoridad Macroprudencial, recién creada, vigilen el alza de los precios de la vivienda en algunas zonas específicas en España.

El que fuera ministro de Economía con el PP hasta 2018, indicó que las zonas que más preocupan al supervisor europeo son Madrid, Barcelona y las islas, "en donde ya llevan mucho tiempo subiendo los precios y es algo que hay que mirar. Estoy seguro de que la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera y el Banco de España están analizándolo y tomarán las medidas adecuadas", añadió más adelante.

No obstante, recordó que el BCE también tiene su papel. "Daremos nuestra opinión" sobre esta cuestión, dijo. En esta Autoridad se sienta el Ministerio de Economía, la CNMV y el Banco de España. Guindos intervino en el seminario Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía organizado por la Universidad Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas Económicos (Apie) y patrocinado por BBVA.

La banca niega el calentón del ladrillo

Horas después de la intervención de Guindos, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, llevó la contraria al supervisor europeo. En las mismas jornadas, afirmó que no se está observando un recalentamiento de los precios inmobiliarios en España como se puede dar en otros países europeos.

"No observamos nada anormal en la concesión de créditos inmobiliarios, que están muy por debajo de los niveles previos a la crisis", ha remarcado. No obstante, ha apuntado que es verdad que en algunas ciudades españolas, como Madrid o Barcelona, puede haber cierta tensión en lo que respecta a la demanda de vivienda, pero considera que son los ayuntamientos y el sector inmobiliario, los que tienen que ver qué posibilidades hay de aumentar la oferta para atender el incremento de la demanda y evitar ciertos recalentamientos puntuales.

Roldán ha dejado claro que la banca no se plantea ninguna restricción del crédito porque asegura que en España no se observan este tipo de distorsiones que sí se están produciendo en Europa. Apuntó que estas distorsiones son uno de los efectos colaterales de este "tipo de interés tan bajo que se está viviendo", devolviendo la responsabilidad al BCE.

No obstante, admitió que después de ver que en Francia, Alemania y Bélgica estaban subiendo los colchones de capital de los bancos que cubren los créditos, como medida preventiva, no descartó que en España se realice esta nueva exigencia de capital en las entidades, "aunque sería a final de este año para que se cubriera a lo largo de 2020".

Discrepancias sobre los tipos con el BCE

El presidente de la AEB también mantuvo una discrepancia abierta con Guindos sobre el efecto de los tipos de interés negativos en la baja rentabilidad de la banca. El representante de la patronal cree que les perjudican claramente mientras que el vicepresidente del BCE defendió que tienen más efectos positivos que negativos, como también apuntó el gobernador del Banco de España en las mismas jornadas.

Roldán sostiene que el retraso en la subida de tipos de interés perjudica a los márgenes de los bancos, aunque ha explicado que el BCE "tiene que hacer lo que tiene que hacer", que es actuar pensando en la situación de la inflación y los riesgos para la economía.

En su opinión, este mensaje es "perfectamente compatible" con el hecho de que los tipos negativos "no son buenos" para los márgenes bancarios. Según ha recordado, el negocio bancario toma prestado en el corto plazo para prestar en el largo, por lo que una política monetaria expansiva que aplane la curva de tipos provoca que la transformación de los plazos pierda su valor.

Roldán ha explicado también que la política monetaria expansiva y la reducción de tipos de interés provoca un aumento de la demanda de crédito y una reactivación de la economía. Sin embargo, la supervisión prudencial exige cada vez más capital, por encima de los requerimientos mínimos, lo que conduce a una situación contradictoria.

"Por un lado me empujan a prestar, pero cada vez que concedo un crédito tengo que poner más capital para poder financiar ese crédito. Empujas a que haya más demanda, pero los mayores requerimientos de capital hacen difícil que los bancos puedan atender a esa demanda. Es contradictorio", ha señalado.

Guindos afirmó que los tipos negativos estaban incrementando el crédito, lo que beneficia a los márgenes de los bancos, favorecen la reducción de las provisiones, algo que alivia las cuentas de resultados, y frena la entrada de nuevos morosos, que también es positivo. Para el vicepresidente del BCE el problema de los bancos europeos es que tienen un nivel de gastos superior al de sus competidores estadounidenses, y por eso cotizan por debajo de su valor en libros.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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