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Bruselas avisa a Renzi: “Primero las reformas, la flexibilidad vendrá después”

Siim Kallas, advierte que empezar a discutir el Pacto de Estabilidad "puede ser muy negativo”

Claudi Pérez
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolgang Schäuble, saluda a Luis de Guindos.
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolgang Schäuble, saluda a Luis de Guindos. t. charlier (AFP)

El presidente francés, François Hollande, llegó a Bruselas hace ya más de dos años con ganas de discutir el dominio abrumador de la canciller Angela Merkel. Pidió estímulos al crecimiento, organizó una alianza con Italia y España y llegó a declararse ganador tras la cumbre de junio de 2012, en la que nació la unión bancaria. Al final, sin embargo, Merkel le derrotó y hoy es un líder cabizbajo. Puede que esa historia se repita con alguna variación: el primer ministro italiano, Matteo Renzi, arrasó en las últimas elecciones europeas con el mensaje de aprobar ambiciosas reformas a cambio de una nueva política económica europea. Renzi se vio ganador en la última cumbre, de la que salió como un vendaval con la promesa de que las reglas fiscales se aplicarán con suavidad. Merkel apenas abrió la boca. Pero otros hablan por ella: el comisario de Economía, Siim Kallas, lanzó este lunes un serio aviso a Italia. “Lo primero son las reformas, la flexibilidad vendrá después”, dijo tras la reunión del Eurogrupo.

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Kallas tercia así en el debate sobre el rigor con el que se deben aplicar las reglas fiscales. El jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, apuntó hace unos días que Italia “no podía dar lecciones”, con el mismo discurso que la Comisión: antes de conseguir flexibilidad, Roma debe activar las reformas mil veces prometidas. Renzi le mandó callar el viernes. Pero Kallas vuelve por la misma senda: “El Pacto de Estabilidad ha permitido generar confianza: empezar a discutirlo ahora puede ser muy negativo”. “No hay gastos buenos y malos: la deuda es mala”, dijo. Fuentes de la Comisión explicaron que la crudeza del sustituto de Olli Rehn se deben a que Italia “no tiene credibilidad” tras varios años de promesas incumplidas.

El ministro alemán Wolfgang Schäuble y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dejaron clara la doctrina: solo habrá flexibilidad si antes hay reformas “reales”, no solo anuncios. Renzi no va a volver con las manos vacías de su ofensiva, que beneficia a Italia pero también a Francia y España. Aunque el cruce de declaraciones sugiere que tampoco lo va a tener fácil: manda Alemania; eso no ha cambiado. Aun así, el Eurogrupo declaró este lunes “prioritario” reducir las cargas fiscales sobre el trabajo, una de las reformas en las que precisamente se ha embarcado la Italia de Renzi. Nada es causal en Bruselas.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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