_
_
_
_
_

El Consell confía en que el Estado avale sus pagos pendientes

La grave situación financiera que atraviesa la Generalitat valenciana es un problema de tal calibre que desborda con creces la capacidad de maniobra del Consell. Lo mismo que los Estados europeos solicitan la intervención del Banco Central Europeo para intentar salvar las presiones de los voraces mercados financieros, los responsables económicos de la Generalitat confían en cerrar a lo largo del mes de febrero con el aval del Estado un "plan de pagos" que permita afrontar todos los compromisos pendientes.

La Generalitat debe afrontar a lo largo de 2012 vencimientos de deuda por un valor de 5.600 millones de euros, según las últimas estimaciones de Standard & Poor's; debe a sus proveedores un mínimo de 2.500 millones de euros, según ha admitido el propio vicepresidente del Consell, José Ciscar; y carece de instrumentos financieros propios para salvar siquiera los muebles.

Buch intenta evitar que Air Nostrum traslade su base operativa a Bilbao

"Lo mismo que otras comunidades autónomas", explicaron ayer fuentes de la Consejería de Economía, los responsables del área financiera del Consell tienen previsto entrevistarse de forma inminente con sus pares del Gobierno central para poder ofrecer a los acreedores una secuencia de pagos "creíble". "Atenderemos los vencimientos con apoyo de Madrid", según indicaron las mismas fuentes, "lo importante es trazar una senda para tranquilizar a los mercados". El horizonte previsto para ese recorrido que debe aplacar a los inversores se extendería, como mínimo, hasta 2014.

El Consell, entretanto, intenta reducir la factura que representa el abultado sector empresarial público vinculado a la Generalitat, pero con ayuda externa. Ocho consultoras han acudido al concurso convocado para reorganizar y optimizar el sector público. El concurso se adjudicará a mediados de marzo. El espíritu que inspira todo el proceso es la "concentración" de sociedades para generar "sinergias". Los costes laborales asociados a la concentración quedan relegados por el momento.

En materia netamente económica, el nuevo consejero Máximo Buch explicó ayer a un grupo de periodistas que ha mantenido contactos con Javier Serratosa, presidente de Air Nostrum, para evitar que la aerolínea regional traslade su base de operaciones desde Manises a Bilbao. Buch, que tiene previsto entrevistarse en breve con el consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, lamentó la capacidad del Gobierno vasco para ofrecer beneficios fiscales que escapan a la Generalitat.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_