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Adiós solemne y popular a Havel

Medio centenar de dignatarios extranjeros y miles de personas despiden en Praga al escritor, expresidente checo y líder de la 'revolución de terciopelo'

El cineasta Milos Forman, uno de los checos más universales, dijo ayer de Václav Havel que había seguido siendo "el mismo chaval" que era de niño, incluso en sus años en el poder. El director de Alguien voló sobre el nido del cuco o Amadeus y compañero de colegio de Havel añadió en una emisora de radio: "Diría que era incluso hasta infantil, pero muy inteligente y con buena visión de los asuntos públicos".

Esa fidelidad a sí mismo, al niño que fue, se vio premiada ayer en Praga con un funeral de Estado que combinó la solemnidad -estuvieron presentes 50 delegaciones extranjeras- con el fervor popular de miles de personas en los alrededores del castillo y en todo el centro de la ciudad. Dramaturgo y ensayista de éxito; líder de la revolución de terciopelo que acabó de forma pacífica con décadas de comunismo; presidente, primero de Checoslovaquia (1989-1993), y tras la separación pacífica del país, jefe del Estado checo hasta 2003, Václav Havel ha recibido un homenaje póstumo que no se recordaba desde el entierro en 1937 de Tomas Masaryk, fundador de Checoslovaquia al final de la I Guerra Mundial.

El arzobispo de Praga, excompañero de celda de Havel, ofició el funeral

Dos generaciones de políticos mundiales de primera fila se dieron cita en la catedral de San Vito para despedir a Havel en una ceremonia fúnebre que fue oficiada por el arzobispo de Praga, Dominik Duka, antiguo prisionero político del comunismo y compañero de celda del intelectual y político fallecido el domingo de un cáncer de pulmón a los 75 años. Personalidades como los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy; Alemania, Christian Wulff, y Eslovaquia, Ivan Gasparovic; o el primer ministro británico, David Cameron, así como antiguos mandatarios como el estadounidense Bill Clinton o el polaco Lech Walesa; y la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, comprobaron ayer que, a pesar de un frío intenso, los praguenses se habían volcado en la despedida de su antiguo líder. Por parte española acudió el nuevo presidente del Senado, Pío García-Escudero. De origen checo, Madeleine Albright, la secretaria de Estado en la época de Bill Clinton, fue rotunda cuando afirmó que "Havel fue una de las personas más respetadas en el planeta en los últimos 20 años".

Poco después de las dos de la tarde una compañía militar trasladó el cadáver de Havel al creamatorio de Strasnice, donde fueron incinerados sus restos mortales en una ceremonia familiar encabezada por la viuda, la actriz Dagmar Hvalova. Así se cerraba una semana de duelo que tuvo su punto culminante el pasado miércoles, en la impresionante manifestación de decenas de miles de personas que acompañaron el cortejo fúnebre del líder fallecido desde la Encrucijada Praguense hasta el castillo. Jóvenes y viejos, soldados y músicos, estudiantes y trabajadores demostraron ser agradecidos con el escritor y líder opositor que, derribado el comunismo, se asomó a un balcón del castillo de Praga y proclamó el día de Año Nuevo de 1990: "Pueblo, el Gobierno ha vuelto a vosotros".

El cortejo fúnebre sale de la catedral de San Vito tras el funeral de Estado.
El cortejo fúnebre sale de la catedral de San Vito tras el funeral de Estado.REUTERS
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