Pena máxima para el médico de Jacko
El juez condena a Conrad Murray a cuatro años por homicidio involuntario
En una dura lectura de sentencia, en la que le acusó de no sentir arrepentimiento y ser un peligro para sus pacientes, el juez de la Corte Superior de California Michael Pastor condenó al doctor Conrad Murray (de 58 años), culpable del homicidio involuntario de Michael Jackson, a la pena máxima contemplada por la ley, cuatro años de prisión. "Es usted una deshonra para la profesión médica", le dijo. El médico miró al juez con el semblante serio, sin expresar emociones, durante la larga lectura de la sentencia, en la que el magistrado le acusó de cometer "una horrible ruptura de la confianza depositada en él por su paciente". "El doctor Murray creó una serie de circunstancias para zambullirse en un ciclo de medicina horrible", añadió.
"Michael Jackson no murió por un incidente aislado, ocurrido en una sola ocasión", dijo tajante el magistrado, con evidente enfado. "Murió por una serie de circunstancias directamente atribuibles al doctor Murray, y no por algún error o algún accidente en las horas tempranas de aquel día de 2009". El cantante falleció el 25 de junio de 2009 a los 50 años.
El pasado siete de noviembre, el jurado dictaminó que Murray es culpable, después de seis semanas de juicio. Consideró que había suficientes pruebas de que el médico había actuado con negligencia y mala fe al emplear un poderoso anestésico intravenoso, Propofol, para inducir el sueño en el cantante en reiteradas ocasiones. El equipo legal que representaba a Murray trató de demostrar que el cantante era adicto a esa sustancia y que él mismo se la inyectaba a escondidas.
Una de las pruebas que presentó Murray para su defensa en el juicio, una grabación incoherente de Jackson, bajo los efectos de algún sedante, provocó la ira del juez. "El doctor Murray pretendía que esa grabación fuera su póliza de seguro", dijo Pastor. "De hecho se preparó para grabar a su paciente de forma subrepticia en uno de sus momentos más vulnerables".
A la lectura de sentencia, en Los Ángeles, acudieron varios miembros del clan Jackson, entre ellos la madre, Katherine, y los hermanos LaToya, Jermaine, Rebbie y Randy. Un abogado contratado por ellos, Brian Panish, leyó un comunicado. "No queremos venganza. Porque no hay nada que pueda devolvernos a Michael", dijo. "Tal y como dice la Biblia, el hombre no puede impartir justicia. Solo puede buscarla".
Antes de la intervención del juez, un abogado de la defensa de Murray, Ed Chernoff, le pidió que considerara "la totalidad de la biografía de una persona, no solo un capítulo". Posteriormente, acusó a Jackson de haber sido "un drogadicto". Aquello pareció enfadar todavía más al juez, que le espetó posteriormente al condenado: "Lo único que ha hecho aquí es intentar criminalizar a la víctima".
Babelia
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