Daewoo cerrará su fábrica de Vitoria aunque Empleo rechace el ERE

Otra reunión más; otro fracaso. La dirección de la factoría de Daewoo en Vitoria comunicó ayer a la plantilla en su tercera cita en los últimos cinco días que su decisión de cerrar la fábrica y despedir a sus 147 trabajadores es definitiva y no tiene marcha atrás, aunque el Gobierno rechace el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha presentado. "Nos han planteado que la planta cerrará si no la adquiere algún comprador", explicó a la salida de la reunión el presidente del comité de empresa, José de Miguel, de ELA.

Los trabajadores han pedido al Ejecutivo que paralice el periodo de consultas sobre el ERE porque el plan social presentado por la dirección de Daewoo en Vitoria no incluye recolaciones para los trabajadores, algo que también critica Industria y que es obligatorio al presentar un expediente de estas características. El comité critica además que la cita de ayer la compañía se negó de nuevo a detallar qué subvenciones recibió del Gobierno vasco y de la Diputación alavesa para su instalación en 1997 en el polígono de Júndiz y a qué se comprometió a cambio.

Los trabajadores trasladan hoy a Industria sus reclamaciones

A raíz de las denuncias presentadas en 1996 y 1997 contra los beneficios concedidos por Álava a Daewoo y a la firma alavesa Ramondín, la UE decidió abrir una investigación en 1999, concluyendo el Tribunal de Luxemburgo que eran irregulares, lo que obligó a la firma surcoreana a devolver cuatro millones de euros a Hacienda.

El director de Recursos Humanos de Daewoo argumentó que los trabajadores no tienen derecho a conocer cuál fue la cuantía de las subvenciones. "La información es completamente nula. De las dos horas que ha duró la reunión, la empresa pasó una entera leyendo el acta", agregó De Miguel, quien consideró que el cierre de la fábrica es "una deslocalización de libro".

La plantilla intentará obtener respuesta a todas estas cuestiones en la reunión que mantendrán hoy con la Inspección de Trabajo y con el director de Desarrollo Industrial, Juan Garayar, a quien pedirán que busque como comprador a otra marca de frigoríficos o un fabricante de otros productos que invierta en la planta de Júndiz. La plantilla se concentrará esta mañana frente a la sede del Gobierno en la capital alavesa.

El mes pasado, los representantes de la plantilla de Daewoo Electronics Demesa ya advirtieron de que la multinacional quería "dejar morir" la fábrica alavesa porque había comenzado a producir en Corea del Sur el único modelo de frigorífico que por ley podrá ser vendido en Europa a partir de junio de 2012.

La planta de Júndiz fabrica frigoríficos de categoría A, que solo podrán ser comercializados en la Unión Europea hasta dicho mes del año próximo, fecha en la que deberán ser sustituidos obligatoriamente por modelos A+ o A++, de mayor eficiencia energética.

Los representantes de los trabajadores criticaron que la firma no había introducido en esta planta los cambios técnicos necesarios para fabricar los nuevos modelos y, sin embargo, había reducido "prácticamente a cero" las existencias de muchos componentes de la producción. Por ello se temían que el expediente de regulación de empleo que estaba vigente hasta ahora se podía convertir en uno de extinción, con cese de actividad, como finalmente ha ocurrido.