"La excesiva autonomía vasca frena la innovación"
El sociólogo Auxkin Galarraga, investigador de la UPV, sostiene en su tesis doctoral que algunos de los rasgos que singularizaban a Euskadi se están perdiendo por la homogeneización con los de otros países.
Pregunta. ¿Qué valores están cambiando?
Respuesta. Transitamos hacia contextos en los que se adivina mayor fragmentación social que en el pasado, mayor incertidumbre hacia el futuro y más individualización. Seguiremos siendo vascos por muchos años, pero lo vasco se está perdiendo. Probablemente se ha perdido una mayor homogeneidad social, un conjunto de valores que ya no consiguen penetrar en la sociedad. Hemos perdido las formas de establecer nuestras relaciones cotidianas, las formas familiares de vivir la vida y algunas referencias. Tenemos menor sentido de comunidad en términos sociales, políticos y culturales.
"Se ha perdido un conjunto de valores que ya no penetran en la sociedad"
P. ¿Se mantiene alguna de las tradiciones?
R. Desde luego, porque el proceso de modernización es asincrónico. Las áreas urbanas han sido las vanguardias de las modernizaciones. Sin embargo, hay lugares donde todavía se percibe ese importante sentido de la comunidad social, política y cultural. Por supuesto, todavía existen espacios en los que esta percepción de comunidad se vuelve a revivir. A Euskadi aún le queda camino por recorrer para superar la transición económica tras el declive industrial. La Margen Izquierda es un ejemplo de ello.
P. ¿Cómo se debe transitar a la sociedad del conocimiento?
R. No hay una receta que pueda ser aplicable a todos los contextos. Esta tesis destaca que todas las circunstancias de cada terrotorio juegan un papel importante. Por tanto, la transición es únicamente gestionable primero desde una perspectiva local y después desde otra global. No obstante, algunas necesidades deben ser cubiertas antes que otras.
P. ¿Por ejemplo?
R. La educación requiere de un gran impulso para transitar a la sociedad del conocimiento. Hay regiones con pasado industrial que han apostado por una estructura de calidad en educación. Sin duda, las universidades son el gran motor para las sociedades que están transitando hacia la sociedad del conocimiento, dado que dinamizan sectores. Las universidades juegan un papel primordial porque imprimen conocimiento constantemente y educan a las nuevas generaciones en las necesidades de la economía. Además, las instituciones sociales son fundamentales. En aquellos lugares en los que hay una estructura política y administrativa abierta, que practica de forma intensiva la democracia, se permite que las regiones encuentren un hueco en este mundo.
P. Critica lo que considera excesiva autonomía vasca.
R. La excesiva autonomía que ha tenido Euskadi ha frenado la capacidad innovadora. Las instituciones locales y regionales han sido una herramienta fundamental para el proceso de cambio y reestructuración de los últimos 30 años. Han ayudado a salir rápidamente de la crisis industrial y algunas herramientas como el Concierto Económico han sido realmente eficaces. Sin embargo, esto habría que orientarlo hacia el futuro.
P. ¿A qué se refiere?
R. De alguna manera, estas herramientas que fueron tan útiles están frenando nuevas iniciativas y nuevos escenarios. La gran movilización de recursos que ha practicado la esfera pública ha tenido como consecuencia una sobredependencia sobre lo público. Cuando lo público no tira del motor, se ve que muchos sectores no movilizan recursos. Lo privado espera siempre que el ámbito público le apoye para hacer una apuesta intensa y real hacia la investigación y el desarrollo. Es necesario ver cómo funcionan otros sectores que no han recibido el apoyo suficiente por parte de lo público y abrir nuevos escenarios para que sectores de la sociedad puedan formar parte de la innovación en un sentido mucho más amplio.
