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Convergència se lanza a reducir el peso de Duran i Lleida en Madrid

El entorno de Mas quiere que Oriol Pujol lleve al Congreso "el derecho a decidir"

Miquel Noguer

Fracasaron hace cuatro años pero esta vez van a por todas, aseguran los implicados. Convergència Democràtica y en especial su núcleo más soberanista, comenzando por el entorno del presidente Artur Mas, quieren que CiU muestre en Madrid su cara más independentista la próxima legislatura. Su intención es que, ante una probable mayoría absoluta del PP, Convergència i Unió no se limite a apoyar las reformas económicas y los previsibles recortes del nuevo Gobierno. Quieren llevar a Madrid el debate de la "transición hacia el derecho a decidir" que el presidente de la Generalitat fijó etéreamente en su discurso de investidura. Y para ello el entorno de Mas no cuenta con el líder de Unió y cabeza de lista, Josep Antoni Duran i Lleida, siempre crítico con cualquier viraje soberanista en CiU. El objetivo es bajar el volumen a Duran y, sin cuestionar su liderazgo en el Congreso, dar la máxima proyección a un número dos claramente independentista. Es aquí donde entra en escena Oriol Pujol, secretario general de Convergència que esta semana se ha postulado para ocupar el segundo puesto de la lista. "No se trata tanto de que haga de contrapeso a Duran como de poner en el primer plano el derecho a decidir", aseguran fuentes de la dirección convergente.

El núcleo duro de CDC fracasó en una operación similar en 2008 con Homs y Puig
Duran quiere hacer una campaña económica y relegar el "derecho a decidir"

Los pactos y complicados equilibrios internos entre los dos socios de federación hacen que Convergència i Unió tenga milimetradas sus listas y cuotas de poder para evitar los constantes choques entre Duran y Mas que tantas páginas llenaron hace no tanto tiempo. El pacto que ha permitido cierta paz interna es que mientras Mas capitaneaba el discurso oficial del partido y ejercía el poder total en Cataluña, Duran podía hacer lo mismo en Madrid. Pero esta solución no es del agrado de todos en Convergència, que recuerdan que el suyo es un partido mucho más grande que Unió. De hecho, en las listas electorales se sigue respetando salvo en contadas excepciones la "regla" del 25%: tres puestos para Convergència i Uno para Unió.

La operación para contrarrestar el poder de Duran en Madrid no es nueva. Ya en 2007 hubo movimientos para situar en el segundo puesto a un hombre claramente soberanista. Entonces Francesc Homs, actual secretario general de Presidencia y portavoz del Gobierno ya sonó como candidato. Incluso su agrupación, la de Osona, le propuso para ocupar este puesto. También hubo movimientos para que el puesto fuera para Felip Puig, que, si bien no formaba parte del núcleo duro con Homs, Germà Gordó o David Madí, comparte con ellos las tesis soberanistas.

Aunque en teoría Duran no tiene ni voz ni voto para decidir quién coloca Convergència en la lista, su oposición a compartir protagonismo con un soberanista declarado acabó por triunfar.

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Finalmente, se impuso una solución de compromiso, encarnada en Pere Macias, de perfil político más bajo y bien visto por todos los sectores de Convergència. Y de Unió.

Con Homs ya en el Gobierno los más soberanistas de Convergència quieren jugar fuerte. La decisión de postular a Oriol Pujol ha venido, sobre todo porque es el único de los miembros del núcleo duro convergente que no tiene responsabilidades en el Gobierno. Pero también se explica porque está llamado a ser el nuevo líder del partido una vez que Artur Mas deje la secretaría general de Convergència, algo que se prevé para el próximo congreso. Este no se celebrará hasta el año que viene a causa del adelanto electoral de las generales, que impedirá celebrarlo en otoño como era deseo de un amplio sector de Convergència.

En CDC hay división a la hora de valorar si es bueno que el líder de un partido nacionalista esté en el Congreso de los Diputados y no en el Parlament de Cataluña. Pujol es ahora presidente del grupo parlamentario de Convergència i Unió y su eventual marcha dejaría un hueco importante.

Algunos de los que defienden la opción de Madrid para Pujol añaden que este no ha acabado de cuajar en el cargo, especialmente en una legislatura en que CiU deberá esforzarse en el terreno diplomático si no quiere tener que pactarlo todo con el PP.

En contra de Pujol pesa su falta de experiencia política fuera de Cataluña. Además, todos recuerdan sus rifirrafes con Duran i Lleida, sobre todo por asuntos identitarios por los que Duran intenta pasar siempre de puntillas.

En Unió no se ve clara la candidatura de Pujol. Y no solo por las reticencias de Duran i Lleida a tenerlo como mano derecha en el Congreso en sustitución de Pere Macias. Las fuentes consultadas mantienen que el escaso margen de maniobra que previsiblemente tendrá CiU en el Congreso la próxima legislatura no permitirá a Pujol visualizar su alternativa a Duran y mucho menos avanzar en el "derecho a decidir". También cuestionan que Pujol tenga suficiente paciencia mientras se hace un puesto en el Congreso. "Fue concejal en Barcelona y su paso fue más que fugaz", recuerdan estas fuentes refiriéndose a su paso por el Ayuntamiento entre 1999 y 2000. Por todo ello, creen que Pujol no acabará siendo el segundo de la lista.

Tampoco se rinde el que fuera número dos de CiU en la lista en 2008, Pere Macias. Quiere repetir en el cargo, según dejó intuir a través de su cuenta de Twitter nada más postularse Pujol para sustituirle. Macias entiende que su labor ha sido fructífera y aspira a seguir haciéndola.

Estos forcejeos se están observando con perspicacia desde el Partit dels Socialistes de Catalunya. En un apunte de ayer en su blog, el portavoz adjunto del grupo socialista en el Congreso, Daniel Fernández, asegura que si Pujol va finalmente a Madrid no será para hacer pedagogía por el "derecho a decidir". "Desengáñense, Oriol Pujol no va a Madrid a hacer gimnasia soberanista, sino a asegurar el sometimiento de Duran a Mas", aseguró.

El dirigente del PSC también alertó de que al igual que ahora el PP catalán sustenta al Gobierno catalán que preside Artur Mas, "Duran volverá a Madrid con la obligación de devolver a Mariano Rajoy el apoyo que Alicia Sánchez-Camacho da a Mas". "Volverá a Madrid a apoyar en el conjunto de España los recortes sociales que Sánchez-Camacho apoya en Cataluña. Y si flaquea, el aliento de Oriol Pujol en el cogote le recordará que el Gobierno de CiU depende del apoyo del PP", le espetó.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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